Draghi mantendrá su tono continuista, aunque podría esbozar algún detalle sobre el QE

Mario Draghi, presidente del BCE
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Actualizado: miércoles, 25 abril 2018 12:47

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) volverá a reunirse este jueves para abordar la política monetaria de la zona euro en una cita que se espera que sea muy previsible, en la que su presidente, Mario Draghi, mantendrá su habitual "talante continuista", aunque los inversores deberán atender cualquier señal o matiz que sugiera que el programa de compra de activos del banco podría terminar a finales de año.

Esta es la idea que subyace en el consenso de analistas consultado por Europa Press, que apunta también que el economista italiano tratará de diluir los temores hacia las tensiones comerciales o el impacto potencialmente negativo del proteccionismo estadounidense sobre el crecimiento global, los niveles del euro o el peor desempeño de la economía de la eurozona durante el primer trimestre de 2018.

El director de renta fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier, asegura que el BCE no realizará cambios ni en su política monetaria ni en su orientación a futuro o 'forward guidance' y argumenta varias razones para que se mantenga la situación actual, como las últimas cifras económicas y encuestas empresariales, que han sido menos optimistas, o el nivel moderado de la inflación tanto general como subyacente.

"Estos factores deberían reforzar el enfoque conservador del BCE para la normalización gradual de su política monetaria. Además, existe una creciente preocupación ante la incertidumbre provocada por las tendencias cada vez más proteccionistas de EEUU. Benoît Coeuré, miembro de la junta del banco central, destacó recientemente el impacto potencialmente negativo del proteccionismo estadounidense en el crecimiento global a largo plazo. Esta es otra señal de que es menos probable que el BCE haga cambios en este momento", asevera Dixmier.

De su lado, el director de riesgos de Ebury, Enrique Díaz Álvarez, afirma que el BCE optará por mantener su tono "bastante prudente" con respecto a la futura política monetaria. No obstante, advierte de que la falta de orientación y otra evaluación moderada por parte de Draghi podría interpretarse como una decepción para gran parte del mercado, lo que cree que puede presionar al euro a la baja.

"En la reunión de marzo, Draghi envió al euro a la baja aludiendo a los riesgos, reiterando la necesidad de acomodar políticas, mencionando las amenazas derivadas de un euro más fuerte y el peligro del proteccionismo. El banco también emitió una modesta revisión a la baja de sus pronósticos de inflación a largo plazo, lo que sugiere que tenía poca prisa para comenzar a considerar la necesidad de una política más estricta", señala Álvarez.

Joaquín Robles, analista de XTB, subraya que no habrá novedades debido a que la inflación no ha variado desde la última reunión, ya que, de hecho, continúa estancada en el 1,4%, muy por debajo del objetivo, mientras que el miedo a una posible guerra comercial entre China y EEUU ha ralentizado ligeramente la economía durante las últimas semanas.

SIN CAMBIOS EN LA INFLACIÓN

"Estos dos últimos años han aparecido rumores sobre la posibilidad de un endurecimiento monetario antes de lo previsto provocados por repuntes puntuales de la inflación. Sin embargo, Draghi ha afirmado, en varias ocasiones, que no basta con que la inflación llegue al objetivo, se tiene que estabilizar en él", añade Robles.

En este sentido, los analistas prevén que el presidente del BCE reconozca los datos observados durante el primer trimestre, en particular la falta de información constante sobre la inflación subyacente. También puede que apunte que el contexto global se ha vuelto menos favorable desde marzo, en medio de las tensiones comerciales crecientes entre EEUU y China y las incertidumbres en curso en torno a la presidencia de Trump en general.

SIN PRISAS PARA ELIMINAR LOS ESTÍMULOS

Dixmier, de Allianz Global, indica también que el BCE ya discutió recientemente sobre cuándo podría hacer cambios en su política. "Las actas del comité de marzo mostraron que el instituto emisor usaría tres criterios para decidir cuándo terminar su programa de flexibilización cuantitativa: convergencia, confianza y resiliencia", señala.

En cualquier caso, el QE llegará inevitablemente a su fin, apostilla el experto, por lo que, como resultado, prevé que el BCE use sus próximas reuniones para subrayar el impacto positivo de reinvertir el capital de sus compras de bonos. "También esperamos que el banco central enfatice su voluntad de mantener los tipos a corto plazo en niveles extremadamente bajos durante un período prolongado. Los mercados parecen estar de acuerdo con que el primer aumento de tipos no llegará antes de la segunda mitad de 2019", asevera.

"Creemos que el BCE no tiene ningún apuro para indicar que está listo para eliminar las herramientas de política no convencionales de tipos negativos y QE", indican los analistas de Ebury. Según explican, la expectativa macroeconómica ha empeorado claramente y el Consejo de Gobierno desconfiará prematuramente de la eliminación de los estímulos por el riesgo de causar un fuerte movimiento alcista en el euro.

De esta forma, en Ebury consideran que otra extensión corta en el programa de flexibilización cuantitativa del banco después de septiembre ya está en juego. "Vemos una buena posibilidad de que el programa se extienda hasta diciembre de 2018, lo que incluiría reducciones graduales en las compras mensuales hacia cero", subrayan. Así, opinan que un alza en los tipos de interés aún está "muy lejos", debido a que una salida retrasada del QE podría retrasar aún más el momento de la primera subida.

Por último, en Deutsche Bank pronostican que el BCE utilizará la reunión de esta semana para "comprar tiempo", mientras que creen probable que anuncie en junio que el QE terminará en diciembre, tras una reducción del mismo en el cuarto trimestre.

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