MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La empresa pública Tragsa ha planteado al comité intercentros un plan de viabilidad para el periodo 2015-2019 que contempla la salida incentivada de 400 trabajadores en condiciones algo mejoradas sobre el mínimo legal, 22 días por año trabajado con tope de 16 mensualidades, y recortes salariales de 46,2 millones, según ha informado CSIF en un comunicado.
Asimismo, el plan incluye una batería de medidas de "flexibilidad" similares a las que se plantearon durante el proceso de despido colectivo que la empresa intentó llevar a cabo en 2013, que fue declarado nulo por la Audiencia Nacional y ahora se encuentra pendiente de recurso ante el Tribunal Supremo. De hecho, una parte de estas medidas podrían suponer la modificación del convenio de la empresa.
Según los datos presentados por la empresa, Tragsa ha sufrido una caída desde 2009 del 64,5% en su cifra de negocio, debido a los recortes de las administraciones públicas. En concreto, en los dos últimos años la empresa acumula unas pérdidas de 45 millones de euros y un incremento en los gastos de personal de más del 15%. Entre 2014 y 2019 desde la empresa prevén tener unas pérdidas acumuladas de 62,1 millones de euros.
Desde CSIF han destacado que la dirección de la empresa ha planteado un plan de viabilidad con el que espera que sean los trabajadores los que acarreen, mediante recortes en su sueldo y en su convenio, con el coste de gestión. En este contexto, el sindicato cree que debería ser la empresa la que asumiese las consecuencias "por haber resuelto los problemas a través de la imposición."
Además, desde CSIF han señalado que los representantes sindicales pueden empezar una negociación sin presiones y sin amenazas de despidos y trabajar para que los trabajadores que lo deseen se vayan voluntariamente en las mejores condiciones. Para ello, ha trasladado a sus servicios jurídicos y económicos este plan de viabilidad y ha iniciado un periodo de consultas.
