LISBOA, 6 Mar (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro).-
La comisión parlamentaria de investigación sobre la nacionalización y supervisión del Banco Portugués de Negocios (BPN) quiere que Alejandro Agag, yerno del ex presidente del Gobierno español José María Aznar, comparezca para explicar las funciones que realizó en esa entidad financiera y para aclarar la relación que tiene con el empresario libanés El-Assir, cliente y testaferro del banco en varios 'off-shores', y si alguna vez participó con éste en negocios de armas.
El BPN fue nacionalizado a finales del año pasado debido a que su mala gestión casi lo lleva a la quiebra. Ahora, el parlamento luso investiga la gestión supuestamente fraudulenta de esa entidad, controlada por la Sociedad Lusa de Negocios (SLN).
Alejandro Agag fue asesor del banco desde marzo 2002, cuando Durao Barroso fue nombrado primer ministro y Aznar era presidente del Gobierno, hasta el verano de 2004. Entre sus funciones estaba la asesoría de inversiones de la entidad fuera de Portugal, en particular en España y, parece ser, que también en Puerto Rico, según informa hoy el diario luso "Público".
El Partido Popular (CDS-PP) portugués quiere aclarar el papel que Agag tuvo en el BPN, y el Partido Comunista (PC) quiere saber si participó en negocios de armas con el empresario libanés El-Assir, cliente y testaferro del BPN en varias sociedades 'off-shores'.
El referido rotativo indica que Agag pidió al BPN que le pagase la cantidad acordada por los servicios prestados como intermediario en negocios realizados fuera de Portugal.
"Público" señala que existe una nota enviada en 2004 por Abdool Vakil, presidente del Banco Efisa, controlado por el BPN, a la administración del grupo luso en la que recuerda la necesidad de pagar a Agag por la asesoría prestada a Efisa para EDP en España. En ese intercambio de correspondencia, que se encuentra en manos de las autoridades portuguesas, se discutía la naturaleza de los servicios prestados por el yerno de Aznar.
Además, hay referencia de pagos solicitados por Agag que estarían relacionados con en negocio de dos empresas en Puerto Rico. En concreto, la SLN, entonces administrada por Manuel Dias Loureiro, compra a El Assir las empresas Biometrics y NewTechonologies en aquel país, un negocio que supuso unas pérdidas de 40 millones de euros para la SLN.
El Assir, además de cliente y testaferro del BPN en varios 'off shores', está relacionado con los negocios de armas. De ahí el interés del PC en aclarar si hay alguna relación entre Agag, el empresario libanés, el BPN y el armamento.
El presidente del Banco Efisa, en declaraciones al referido diario, admitió que Agag trabajó como asesor del BPN/Efisa para los negocios de EDP en España, aunque dentro de la plantilla del grupo actuó sobre todo como intermediario en operaciones o prospección de negocios. Y negó que Agag hubiese estado, de forma individual o por vía del banco de inversión, relacionado con la compra de las dos empresas de tecnología puertorriqueñas.
INTERMEDIARIO EN DIVERSAS OPERACIONES.
El rotativo también recuerda que el 17 de marzo de 2003, todavía al servicio del BPN, Agag intervino como intermediario de un polémico negocio en el que se vio envuelta Metrovacesa, por el que supuestamente cobró comisiones de 300.500 euros, aunque el ex gestor del BPN, Francisco Sanches, negó en su momento que el BPN tuviese algo que ver con esa operación.
Además, también señala otras relaciones polémicas del yerno de Aznar, como su supuesta relación, en enero de 2003, en un negocio entre miembros cualificados de la monarquía de Arabia Saudí y el presidente de Santa Bárbara, Antonio Oyarzábal, aunque al final éste no llegó a cerrarse.
El diario recuerda que la entrada de Agag en el BPN estaba dentro de la estrategia del banco de tener una base política fuerte en el país vecino, en donde también contrataron al ex ministro del Interior con Felipe González, Antonio Asunción, amigo de Dias Loureiro.
La investigación sobre las supuestas irregularidades del BPN sigue su curso. Hasta ahora, las estimaciones son que el agujero patrimonial del banco ronda los 1.800 millones de euros.
