Actualizado: jueves, 24 noviembre 2016 9:55

La tasa interanual baja dos décimas por la menor demanda interna, hasta el 3,2%, y se crean 499.000 empleos en un

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

La economía española creció un 0,7% en el tercer trimestre, una décima por debajo de los avances registrados en los tres trimestres previos (0,8%), como consecuencia de la desaceleración de la inversión, según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, aunque el consumo siguió creciendo en el tercer trimestre, especialmente el de las administraciones públicas y el de las instituciones sin fines de lucro, la inversión experimentó un frenazo notable, pues apenas registró un avance del 0,1%, un punto menos que en el trimestre anterior.

Esta desaceleración se dejó notar tanto en la inversión en construcción como en bienes de equipo. La primera creció un 0,2% en el tercer trimestre, tres décimas menos, mientras que la inversión en bienes de equipo avanzó un 0,3%, tasa 1,6 puntos inferior a la del segundo trimestre.

En el capítulo del consumo, el de las administraciones públicas y el de las instituciones sin fines de lucro recuperaron tasas positivas en el tercer trimestre después de haber descendido un 0,6% y un 0,5% en el trimestre anterior, respectivamente. Así, el gasto público avanzó un 1% entre julio y septiembre, mientras que el gasto de las instituciones sin ánimo de lucro progresó un 1,8%. El consumo de los hogares, por su parte, desaceleró una décima su crecimiento y aumentó un 0,6% en los meses de verano.

En el tercer trimestre, las exportaciones retrocedieron un 1,3%, frente al aumento del 3,1% que experimentaron en el trimestre anterior, mientras que las importaciones descendieron un 1,8%, en contraste con el crecimiento del 2% del periodo abril-junio.

Con el repunte trimestral del PIB entre julio y septiembre, la economía española encadena ya doce trimestres de avances.

LA DEMANDA INTERNA TIRA DEL PIB, PERO MENOS

La tasa interanual del PIB, por su parte, se situó en el 3,2% en el tercer trimestre del año, dos décimas menos que en el trimestre anterior, y acumula ya once trimestres en positivo, con crecimientos superiores al 3% en los últimos seis trimestres.

El INE ha explicado que la desaceleración en la variación interanual del PIB es consecuencia de una menor contribución de la demanda nacional, que aportó 2,6 puntos en el tercer trimestre, tres décimas menos que en el trimestre anterior, y de una mayor contribución de la demanda externa, que pasó de aportar cinco décimas al PIB en el segundo trimestre a aportar seis décimas en el tercero.

Los dos principales componentes de la demanda nacional (consumo e inversión) desaceleraron sus tasas interanuales respecto al trimestre anterior.

En concreto, el consumo de los hogares creció un 2,8% interanual en el tercer trimestre, cuatro décimas menos que en el trimestre anterior. En cambio, el consumo de las instituciones sin fines de lucro avanzó un 3% interanual, siete décimas más, mientras que el gasto de las Administraciones Públicas aceleró su crecimiento interanual seis décimas, hasta el 1,4%.

Por su lado, la inversión registró un crecimiento interanual del 3,1%, lo que supone cinco décimas menos que en el trimestre anterior. La inversión en construcción mantuvo su avance interanual en el 2%, mientras que la inversión en bienes de equipo desaceleró su crecimiento 1,2 puntos, hasta el 4,9%.

LAS EXPORTACIONES MODERAN SU CRECIMIENTO INTERANUAL

En el tercer trimestre, la contribución de la demanda exterior neta al PIB fue de seis décimas, una décima más que en el segundo trimestre. Esto fue consecuencia de la mayor moderación en el crecimiento de las importaciones frente a las exportaciones.

Así, mientras que las exportaciones desaceleraron 3,6 puntos su crecimiento interanual, desde el 6,4% al 2,8%, las importaciones ralentizaron su ritmo de avance 4,2 puntos, desde el 5,1% del segundo trimestre al 0,9% en el tercero.

Desde la óptica de la oferta, la industria y los servicios presentaron en el tercer trimestre un peor comportamiento interanual que en el segundo cuarto del año, al moderar sus tasas de crecimiento hasta el 1,9% y el 3,4%, frente al 3,1% y el 3,6% del trimestre anterior, respectivamente.

Por contra, la agricultura mejoró una décima su tasa interanual, hasta el 2,5%, mientras que la construcción aceleró su crecimiento interanual 1,1 puntos, hasta el 2,7%.

EL AVANCE DEL EMPLEO SE ACELERA: 499.000 OCUPADOS MÁS EN UN AÑO

En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció entre julio y septiembre un 0,8% respecto al trimestre anterior, una décima más que en el segundo trimestre.

En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,9%, una décima más que en el trimestre anterior, lo que supone la creación neta aproximada de 499.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año. Este comportamiento, junto con la variación experimentada por la jornada media, dan como resultado el mantenimiento de la tasa anual de horas efectivamente trabajadas en el 2,5%.

En el tercer trimestre, la ocupación en los servicios permaneció estable en el 3,2%; la agricultura amplió seis décimas su tasa interanual, hasta el 1,8%; la industria mejoró cinco décimas su tasa interanual, hasta el 1,8%, y la construcción aceleró dos puntos el avance de puestos de trabajo, hasta el 3,5%.

ESTABILIDAD EN LA REMUNERACIÓN POR ASALARIADO

El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,1% interanual en el tercer trimestre, una décima más que en el trimestre anterior.

Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente bajó cuatro décimas, hasta el 0,2%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada se contrajo tres décimas, hasta el 0,6%.

En este contexto, la remuneración de los asalariados mantuvo su crecimiento interanual en el 3,3% por el incremento del número de asalariados y el menor avance de la remuneración media por asalariado, que pasó del 0,3% en el segundo trimestre al 0,1% en el tercero. Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el -0,1%, cuatro décimas menos que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (0,3%).