TOLEDO, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consorcio formado por OHL, ACS y Acciona ha presentado su oferta económica para hacerse con el contrato de construcción y posterior explotación del nuevo Hospital de Toledo, que contempla una baja del 5% respecto al importe de licitación.
El grupo de empresas solicitan a la Administración el pago de un canon anual de 47,98 millones de euros, un 5% menos que lo establecido en los pliegos del concurso de contratación.
Este importe que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha debe abonar al grupo de constructoras cada año a lo largo del periodo de 30 años durante el que lo gestionarán el mantenimiento del centro con el fin de que sus instalaciones estén en perfectas condiciones, y por la prestación de servicios no asistenciales, según informó la Junta.
El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales regional, José Ignacio Echániz, asegura que el objetivo es que "el nuevo hospital pueda estar cuanto antes al servicio de todos los toledanos, tal y como reclaman los profesionales sanitarios y los vecinos de esta ciudad y de otras localidades de la provincia de Toledo".
La intención de la Junta es "agilizar los trámites y poder comenzar las obras a principios del año que viene".
El Consejo de Gobierno refional aprobó el pasado 24 de julio los pliegos para la licitación de la construcción del nuevo Hospital Universitario de Toledo. Antes de concluir el plazo el pasado 30 de septiembre, el consorcio integrado por OHL, Acciona y ACS presentó la única oferta.
Este grupo, en caso de resultar finalmente adjudicatario, se encargará de terminar el edificio del hospital y de dotarlo del mobiliario clínico y no clínico, la construcción de una subestación eléctrica, el cableado informático y electrónico de red, los sistemas de información y el traslado y control de la obra, entre otros servicios.
Esta concesión establece que dicha empresa estará obligada a encargarse del mantenimiento, reparación y renovación de las instalaciones durante la vigencia del contrato.
Asimismo, la empresa adjudicataria se encargará de la prestación de los servicios no asistenciales, como la limpieza, vigilancia, centralita telefónica o retirada de residuos, lo que ya estaba previsto externalizar en el contrato adjudicado en 2006 y que ya se aplica en todos los hospitales de la región.
