MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cooperativas Agro-alimentarias ha comunicado a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, su intención de seguir trabajando en la integración cooperativa, según ha informado la organización en un comunicado.
En concreto, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Ángel Villafranca, le ha trasladado esta idea a García Tejerina durante una reunión en la que se ha analizado la Ley de Integración Cooperativa, La Ley de la Cadena, la PAC, los seguros agrarios, la internacionalización y los regadíos.
Villafranca ha destacado el apoyo de la titular del ramo a la Ley de Integración Cooperativa, que ha permitido el reconocimiento de tres entidades asociativas prioritarias que agrupan a 283 cooperativas y 107.864 agricultores y ganaderos.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha reiterado la necesidad de continuar trabajando con las comunidades autónomas para avanzar hacia más medidas de discriminación positiva para el fomento de la integración cooperativa.
Respecto a la Ley de la Cadena Alimentaria, Villafranca ha valorado el "papel fundamental" de la AICA y ha trasladado la necesidad de trabajar en esta legislatura en la lucha contra las prácticas abusivas como la venta a pérdidas o la utilización de productos reclamo.
En cuanto a la Política Agrícola Común (PAC) desde Cooperativas Agro-alimentarias de España se ha insistido en que la futura PAC debe prever medidas estructurales que fomenten la competitividad del sector productor a través de la concentración y organización de la producción, incentivar la incorporación de jóvenes productores y contar con medidas de gestión de mercados ágiles.
Villafranca ha destacado el sistema de seguros agrarios español y ha solicitado que la política de gestión del riesgo sea un objetivo estratégico dentro del marco presupuestario regional y estatal.
En cuanto a la internacionalización, la organización agraria ha insistido en que el resultado de cualquier acuerdo comercial debe ser equilibrado, común para todos los Estados miembros, recíproco para las importaciones y exportaciones y aplicable desde su firma y no minusvalorar los intereses de los "sectores mediterráneos" o directamente utilizarlos como "moneda de cambio".
