BARCELONA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La dirección de Panrico ha aceptado rebajar los despidos en el área industrial de la fábrica de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) de 154 a 103 --el ERE afecta a un total de 234 empleados de los 351--, una medida que se contempla en la nueva propuesta mediadora de la Generalitat, pero que los trabajadores de la planta han rechazado en asamblea, ha confirmado a Europa Press el presidente del comité de empresa, Ginés Salmerón.
El fabricante de 'Donuts' y 'Bollycao' ha aceptado reducir la afectación del ERE a cambio de prejubilaciones, aunque mantendría el recorte salarial del 18% ejecutado en el resto de factorías españolas, publica este viernes 'Expansión'.
Ginés ha considerado "inasumible" este recorte salarial, puesto que la plantilla catalana ya sufrió una rebaja del 25% en 2013, y en diciembre fueron despedidos 40 trabajadores de Santa Perpètua, cuya plantilla mantiene la huelga indefinida desde el pasado 13 de octubre.
La Generalitat ha vuelto a citar a representantes de la dirección y de la plantilla el 26 de marzo para acercar posiciones, aunque el presidente del comité de empresa ha avanzado que rechazarán los despidos y proponen que todas las salidas sean voluntarias.
Ha explicado que antes de que la Generalitat presentara esta nueva propuesta de mediación --la anterior fue rechazada también por los trabajadores--, la empresa de bollería controlada por el fondo estadounidense Oaktree puso sobre la mesa 800.000 euros para indemnizaciones de bajas voluntarias, y levantó el veto para que los mayores de 55 años también pudieran abandonar su empleo voluntariamente.
JUICIO EL 6 DE MAYO
Este jueves debía celebrarse en la Audiencia Nacional el juicio sobre el ERE, pero se aplazó hasta el 6 de mayo debido a que uno de los trabajadores que debía acudir a declarar presentó un parte de intervención quirúrgica y hospitalización.
Los trabajadores de Santa Perpètua querían impugnar en esta vista el acuerdo que Panrico alcanzó en noviembre en Madrid a nivel nacional sobre el plan de ajuste, que incluía el despido de hasta 745 personas de una plantilla de más de 2.000 y rebajas salariales del 18%, unas medidas con las que la compañía aparcó el concurso de acreedores.
