MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La creciente desigualdad de ingresos es una de las grandes preocupaciones de los consejeros delegados (CEOs) de las compañías españolas, según el Indicador de Percepción Empresarial CNBC/Burson Marsteller.
El informe, realizado en España entre un total de 1.075 personas -75 de ellos altos ejecutivos-, destaca que éste es el único país en el que una gran mayoría de la opinión pública defiende esta idea. Así, un 68% de los encuestados considera que los CEOs están preocupados por este motivo. Por el contrario, los encuestados en la mayoría de los países, cree que los altos ejecutivos no se preocupan por esta situación.
Además, la firma de investigación de Penn Schoen Berland encuestó a más de 25.000 personas de la población en general y a más de 1.800 ejecutivos de negocios en 25 mercados globales sobre sus opiniones acerca de los roles y responsabilidades de las empresas en la sociedad y en la contribución a la economía.
Según el informe, en España, al igual que en Alemania y Estados Unidos, los encuestados consideran en un 45% que las corporaciones tienen demasiada influencia sobre los gobiernos.
La encuesta revela también una marcada división entre las economías desarrolladas de América del Norte y Europa Occidental y las economías emergentes como China, Rusia y Brasil.
En éstas, sólo un 30% de los encuestados considera que la influencia de las empresas sobre los gobiernos es exagerada en temas como la administración corporativa del medio ambiente y el papel que las corporaciones desempeñan como motores de creación de empleo y del crecimiento económico.
OPINIÓN FAVORABLE HACIA LAS EMPRESAS.
Mientras, los encuestados en los países con economías desarrolladas tienen una visión mucho más crítica de las empresas que los encuestados de las economías emergentes. En las economías desarrolladas, el 52% de la población tiene una opinión favorable hacia las empresas, frente a un 72% del público en las economías emergentes.
Asimismo, el 45% de la población general en los países desarrollados cree que las corporaciones tienen demasiado poder sobre el gobierno, frente a sólo el 30% del público en las economías emergentes.
Cuando se trata de impuestos sobre las empresas, el 62% de la población general mundial y el 56% de los ejecutivos globales creen que las corporaciones se aprovechan de lagunas fiscales.
