MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La colaboración de la empresa de consultoría y tecnología Indra con el Ejército Español ha conseguido que el Centro de Simulación de Helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Cesifamet), situado en la base Coronel Mate de Colmenar Viejo (Madrid), se convierta en "uno de los más avanzados de Europa".
El centro se puso en marcha en 1999, convirtiendo a España en uno de los primeros países en apostar por el entrenamiento virtual debido a la gran flota de helicópteros con la que cuenta el Ejército español, y desde entonces no ha dejado de crecer hasta convertirse en un referente internacional.
En sus instalaciones se forman los futuros pilotos de helicóptero, que para obtener la 'licencia' necesitan completar un elevado porcentaje de horas de vuelo a bordo del simulador EC135 desarrollado por Indra con el apoyo de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y expertos del Ejército.
Este simulador acaba de obtener la certificación de máximo nivel, la CS-FSTD(H) nivel D, por su realismo y alta calidad del entrenamiento. El sistema tuvo que superar para ello las pruebas realizadas por técnicos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que comprobaron que supera los estándares fijados por la European Aviation Safety Agency (EASA).
A bordo de este simulador, los futuros pilotos militares españoles aprenden a volar en modo noche, utilizando gafas de visión nocturna, así como a realizar vuelos instrumentales, una técnica imprescindible en situaciones de baja o nula visibilidad.
Además, en él dan sus primeros pasos antes de ponerse a los mandos de aeronaves más complejas. "Mientras se preparan para dar este salto, algunos de los pilotos más experimentados del Ejército se entrenan también en los hangares de Colmenar a bordo de los simuladores del helicóptero de transporte Chinnook y del polivalente Cougar desarrollados por Indra", agrega la compañía.
Cesifamet cuenta además con simuladores en la base Coronel Sánchez Bilbao en Almagro (Ciudad Real), dónde los pilotos del helicóptero Tigre se preparan en el simulador desarrollado por Indra para este modelo de helicóptero de combate.
ENSAYO VIRTUAL DE MISIONES
Asimismo, los pilotos entrenan virtualmente las misiones que les asignan antes de volar a la zona de operaciones, como ha sido el caso de los que se encargaron en 2013 de proteger a los militares españoles en su repliegue en Afganistán y de los que este año han participado en un complejo entrenamiento conjunto con otros 20 países aliados en Mauritania, zona en la que actúan grupos yihadistas como Boko Haram.
Para entrenarse de forma conjunta, todos los simuladores se pueden conectar en red y compartir un único escenario virtual, en el que interactúan tal y como harían en una operación real. Esta capacidad está además abierta a simuladores de carro de combate o de otro tipo e incluso para entrenar con pilotos de países aliados.
Para dar el máximo realismo a estos despliegues virtuales, Indra incorpora en la base de datos de sus simuladores escenarios reales. Muchos de los helipuertos y bases que sobrevuelan de forma virtual se corresponden con las instalaciones que encontraran en sus destinos. Lo mismo ocurre con la orografía, que reproduce parajes de Irak, Afganistán, España o de la línea de costa del Nborte de África, entre otros.
"Todo este entrenamiento tiene como objetivo que los pilotos estén preparados para intervenir llegado el momento en cualquiera de las 17 operaciones en las que España está participando en todo el mundo y en las que tiene 2.600 efectivos desplegados", afirma.
MEJORA CONSTANTE
Indra y el Ejército trabajan de forma constante para que el centro de simulación siga creciendo y mejorando, como refleja el hecho de que la tecnológica esté desarrollando en este momento el simulador del helicóptero europeo de última generación NH90, que se implantará en la base de Agoncillo (La Rioja). "Todo un reto tecnológico dado los avanzados sistemas que porta esta aeronave", incide.
Por otra parte, Cesifamet se ha convertido en un centro de referencia para pilotos de otros países, ya que, además de aportar entrenamiento a pilotos españoles, comercializa el excedente de horas de uso de los simuladores para entrenar a pilotos militares y civiles de otros países.
De este modo, se financia el mantenimiento del Centro de Simulación de Helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra y se aprovechan al máximo los recursos disponibles.
