MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) asegura que la industria del acero ha quedado "condenada" por una reforma energética que "supone un duro golpe a la competitividad de la industria siderúrgica española por sus altos costes".
Tras la reforma, las empresas españolas deberán competir internacionalmente con unos precios "muchos más altos que otros países europeos", advierte la asociación.
Como muestra de esta nueva dificultad, las medidas aprobadas por el Gobierno ha provocado que la diferencia de precios en el mercado de futuro de la electricidad sea desfavorable para España. Mientras los futuros en Francia y Alemania están a la baja, el diferencial de España con ambos países ha aumentado a 11 euros por megavatio hora (MWh).
Unesid sostiene que "los efectos de la reforma eléctrica van a ser devastadores para la competitividad de la industria siderúrgica española, que se ve obligada a exportar un 70% de su producción".
Mientras el Gobierno reconoce que el precio de la electricidad para la industria española figura entre los mayores de Europa, "no parece que las nuevas medidas vayan a revertir esa tendencia", indica.
El sector lamenta además el recorte en el servicio de interrumpibilidad que ofrecen las industrias, consistente en reducir su demanda cuando lo requiera el sistema.
El nuevo esquema de interrumpibilidad "supone en la práctica un recorte drástico en dicha compensación y generará un mayor diferencial en el precio que la industria paga por la electricidad".
La asociación tampoco "comprende" cómo los poderes públicos realizan un "ataque de este calibre" contra la industria en un momento en el que, en paralelo, "comienzan a reconocer la necesidad de que España disponga de una sólida base industrial".
PRECIOS COMPETITIVOS.
"Unesid no pide subvenciones sino precios de la energía competitivos en relación con otros países europeos", continúa, después de recordar la intensidad en generación de empleo de la industria siderúrgica y las fuertes inversiones acometidas para adoptarse a los mecanismos de interrumpibilidad.
Además, considera que el Ministerio de Industria está olvidando que la industria española "está siendo discriminada frente a la alemana o la francesa en temas tales como los peajes de acceso a la red, el pago de la energía renovable, la compensación por el sobrecoste de CO2 o el impuesto eléctrico".
"Si el sistema actual desaparece, como puede deducirse del proyecto de orden, no se podrá alcanzar el objetivo de mantener una sólida base industrial en nuestro país, que dejará de ser considerado como un destino razonable para las inversiones industriales", afirma.
