Publicado 21/03/2017 18:56

Manos Unidas ve "inadmisible" que la escasez de agua en algunos países aún sea "sinónimo de muerte"

Cartel de Manos Unidas por el Día Mundial del Agua
MANOS UNIDAS

   MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Manos Unidas ha tachado de "inadmisible" que en el siglo XXI la escasez de agua en algunos países del mundo --derivada de la sequía recurrente que padecen en sus países, consecuencia del cambio climático y del mal uso de los recursos-- sea "sinónimo de muerte" y pide no mirar para otro lado ante este problema, con motivo de la celebración este miércoles 22 de marzo del Día Mundial del Agua.

   La coordinadora de proyectos de Manos Unidas en África, Mabel Ibáñez, ha precisado que este es el continente más castigado por una sequía que dura ya demasiados años y que está provocando la que, según Naciones Unidas, podría ser la mayor crisis humanitaria desde que terminó la II Guerra Mundial en 1945. "Es inadmisible que, en pleno siglo XXI, en algunas zonas del mundo la falta de agua siga siendo sinónimo de muerte", exclama.

   En África, donde la amenaza del hambre es una constante, la escasez de lluvias ha agravado la situación hasta el punto de hacer saltar todas las alarmas. En Sudán del Sur, el país más joven del mundo, sumido en un conflicto tribal, la falta de precipitaciones ha contribuido al descenso en la producción de alimentos, muy mermada ya a causa de la guerra.

   La situación ha llevado a Naciones Unidas a una declaración formal de hambruna en Unity, una zona situada en el centro-norte del país, aunque se prevé que el hambre se extienda a otras regiones e, incluso, a la capital. Esta es la primera vez en seis años que Naciones Unidas declara la hambruna; la última vez fue en el año 2011 en Somalia, donde murieron de hambre 260.000 personas.

   "Desgraciadamente, estamos hablando de una crisis regional que afecta a varios países. En África Este se está sufriendo una sequía muy fuerte. En algunas zonas no ha llovido en 3 años, y, en otras, por el efecto de El Niño, el año pasado las lluvias fueron muy cortas y escasas", asegura la coordinadora de proyectos de Manos Unidas en el continente africano, al tiempo que añade que la amenaza de muerte por inanición pende otra vez sobre las cabezas de cerca de 1,5 millones de niños en cuatro países.

Nigeria, Somalia, el noreste de Kenia y diversas regiones de Etiopía, son algunos de los territorios en los que la población corre mayor riesgo de padecer hambre. Los pequeños agricultores y ganaderos, el sector de población más afectado por la falta de de lluvia y la consecuente escasez de agua, dependen ya, en gran medida, de la ayuda externa para poder asegurarse la alimentación, según precisa la ONG.

   "En algunas de estas zonas hace mucho tiempo, demasiado, que no llueve y, en otras, las precipitaciones han sido tan escasas que no ha sido posible cosechar lo suficiente para garantizar el sustento", asegura Ibañez, quien señala que "aunque la situación es de emergencia extrema, el mundo parece estar mirando a otro lado".

   Desde hace 58 años, Manos Unidas dedica grandes esfuerzos a la puesta en marcha de programas específicos de abastecimiento de agua potable y de regadío a través de la construcción de presas y traídas de agua, la perforación de pozos o los programas de regadío, básicos para evitar emergencias como la actual.

   Para ello, solo en África y en los últimos cuatro años, Manos Unidas ha aprobado más de 140 proyectos relacionados con el agua por un importe superior a 8 millones de euros.