El director adjunto de Entreculturas, Luis Arancibia, detalla en esta entrevista a Europa Press, con motivo del arranque de la V edición de la Carrera Solidaria Entreculturas, que se celebra en diez ciudades españolas, las características de este evento y la labor que lleva a cabo la ONG.
.- Este año se celebra la V Carrera Solidaria Entreculturas. ¿Qué características tiene esta edición? ¿Hay alguna novedad con respecto a las anteriores?
Una novedad es que cada año, los fondos que se recaudan van a un proyecto distinto y este año van a una iniciativa que tendrá lugar en el Chad, en África. Chad es uno de los países más pobres de este continente, con un gran problema en materia de educación, especialmente. Gracias a este proyecto, se busca que unos 1.500 críos de 4 o 5 años puedan ir a la escuela. Ese es el objetivo de este año y al que van destinados todos los esfuerzos.
Y luego hay algunas ciudades que este año hacen la carrera por primera vez, que no lo habían hecho nunca, por ejemplo, Úbeda. En el resto de ciudades se ha celebrado, y en alguna no se celebró el año pasado, pero otros años sí. Dependiendo de las ciudades, en las carreras hay alguna novedad; por ejemplo, en Madrid y otras ciudades va a haber la posibilidad de no correr, sino hacer marcha. La idea es que es una carrera muy familiar, esa es la experiencia, por eso hay una para adultos, carrera para niños... También por facilitar a quien no tiene tanta experiencia en correr pero en el fondo quiere sumarse a una especie de fiesta solidaria y, un día solidario sale a caminar unos kilómetros, que es algo accesible para todo el mundo.
.- Hasta la fecha, ¿cuántas personas se han inscrito para participar?.
Sé que en la de Málaga, que tuvo lugar el pasado 7 de febrero, corrieron 1.400 personas. La experiencia nos dice que las inscripciones se multiplican los diez últimos días antes de cada carrera, en los últimos días, cuando la curva sube para arriba y las inscripciones se disparan. El año pasado corrieron en total, en las distintas carreras, unas 10.000 personas, y este año esperamos aumentar la cifra porque hay alguna ciudad más y alguna modalidad más.
.- ¿Tenéis un objetivo de recaudación?
Tenemos el objetivo de poder financiar el proyecto, por lo que existen dos grandes vías: la de las personas que se inscriben en la carrera y al inscribirse aportan al proyecto; y la otra vía son empresas que patrocinan la carrera, que también apoyan, a veces directamente al proyecto o de manera indirecta, cubriendo los gastos de la carrera, haciendo que todo el dinero de las inscripciones pueda ir destinado a la carrera. El coste total del proyecto es de unos 100.000 euros aproximadamente.
.- ¿Creen que la crisis económica influirá en la cifra de inscripciones o, por el contrario, piensan que ha aumentado la concienciación sobre este tipo de temas?
La crisis siempre es una dificultad para mucha gente y hay muchas personas que lo están pasando realmente mal y tienen que recortar todo tipo de gastos, incluidos gastos de solidaridad y también de ocio, porque esto es una mezcla de las dos cosas. Sin embargo, la experiencia de estos años es que la cifra de participantes ha ido subiendo, es decir, cada vez ha habido más gente que ha podido participar. Como los costes de la carrera varían un poco de ciudad en ciudad y están en torno a los 10 euros de media, es un coste más o menos asumible por la gente. Entonces, la impresión es que, aunque la crisis afecta, está todavía al alcance de una buena parte de la gente. Igualmente, es una carrera muy popular, muy familiar, ese es el objetivo fundamental, de tal forma que en algunos sitios también se anime gente que participe y si no puede pagar, no pasa absolutamente nada.
.- ¿Cuáles son esos precios para participar?
10 euros de media. En cada ciudad, dependiendo de la distancia y también de si se trata de una carrera de niño o de adultos, la inscripción es más barata. En Madrid son unos 11 o 12 euros y en Valladolid me parece que son 8, depende de las condiciones de cada sitio.
.- ¿A cuánto asciende el coste de dar formación a un menor?
Con estos 100.000 euros aproximadamente, son 1.500 chavales los que se van a beneficiar del proyecto. Eso te sale a unos siete euros por niño. Hablamos de dotación del mobiliario escolar, de pago de los maestros, de darles alimentación...
.- Entreculturas desarrolla proyectos en numerosos países, entre ellos España. ¿Qué trabajo hacen en el país?
El trabajo que hacemos en España no es tanto un trabajo de intervención y atención directa a personas con necesidad, sino más de sensibilización social, de promover una cierta cultura de la solidaridad, de facilitar el voluntariado, y un trabajo de ámbitos educativos en esta línea, de formar jóvenes, que sean personas sensibles y conscientes en su mundo. Pero no hacemos nosotros directamente un trabajo educativo a personas con necesidades o que están en situaciones de exclusión social. Sí es verdad que apoyamos a algunas organizaciones sociales que lo hacen aquí y en estos últimos años han tenido que incrementar su trabajo como consecuencia de la crisis económica y de la consecuencia de la llegada de población extranjera a España. Primero durante muchos años, ha llegado gente migrante y ahora estamos encontrándonos con población de tipo refugiado, solicitante de asilo, que aunque no está llegando a España como esperábamos, el año pasado fue un aumento significativo con respecto a años anteriores.
.- ¿Cuáles son vuestros objetivos de cara a 2016?
Para nosotros una prioridad muy importante, quizá la más importante, es ayudar a la educación en África. Por eso hemos elegido este proyecto de 'Chad para la carrera'. Es nuestra gran prioridad, ayudar a la escolarización de muchos chicos en África y ayudar a mejorar la calidad educativa que reciben. Es el gran desafío para el mundo, África, y la educación es la gran respuesta para ese desafío.
Una segunda prioridad muy importante para nosotros es todo el tema de los refugiados. Para nosotros es clave poder dar una respuesta en clave de hospitalidad. Entreculturas forma parte de la red de instituciones jesuitas que estamos dando una respuesta conjunta en clave de hospitalidad, tratando de trabajar con los refugiados en origen, en Siria, Líbano, Jordania, los que vienen de África del este, Somalia, sur de Sudán... trabajando con los refugiados en campos de refugiados o desplazados internos de estos países; también en el tránsito, en Grecia, Italia, Malta, Croacia; y también en los lugares de destino, pero no sólo atender a los refugiados, sino también generar cierta cultura de hospitalidad en las sociedades que acogemos a las personas que vienen de fuera. Por eso trabajar con refugiados y generar una cultura en Europa de hospitalidad para acoger a los refugiados que vienen, sería la segunda gran prioridad nuestra para este año 2016.
.- ¿Tenéis pensado algún proyecto en concreto respecto al tema de los refugiados?
Tenemos un conjunto de proyectos bastante fuerte en la zona de Oriente Medio, tanto en Siria como en Líbano, Jordania y Turquía, y luego un proyecto de atención a los refugiados en Europa, en toda la parte de tránsito y en los países donde están solicitando quedarse, fundamentalmente Alemania y Suecia. Para nosotros dar servicios de apoyo a los refugiados es una intervención bastante importante que estamos haciendo, tratando de dar una respuesta a esta crisis de refugiados, que es la crisis migratoria, de movilidad humana, más grande que hemos tenido desde la segunda guerra mundial.
