Publicado 18/05/2015 14:26

Luis Carcavilla, geólogo del IGME: "No podemos ni debemos olvidarnos de Nepal en unos meses. Necesitan nuestra ayuda"

Luis Carcavilla, geólogo del IGME
IGME

El pasado 25 de abril, un terremoto de 7,8 grados sacudió Nepal, donde se produjo un segundo seísmo el pasado 12 de mayo. El geólogo del IGME Luis Carcavilla se encontraba junto con sus compañeros de la expedición BBVA-Carlos Soria en el Campo Base del Annapurna, a 4.150 metros de altitud. En esta entrevista, detalla sus vivencias.

.- ¿Dónde estabas en el momento del terremoto del 25 de abril?

Nos encontrábamos en el Campo Base del Annapurna, en una amplia zona llana lo suficientemente lejos de la montaña como para que no pudiéramos ser alcanzados por ninguna avalancha. Así que era un lugar seguro.

.- ¿Qué sentiste y qué os pasó?

La vibración fue muy fuerte. Tanto, que ninguno de nosotros dudó de que se trataba de un terremoto. En ese momento estábamos sentados en la tienda que hace las veces de comedor esperando para comer, así que estábamos todos juntos. Salimos inmediatamente de la tienda porque sabíamos que cerca de ella había unas rocas que podían provocar un desprendimiento. Así que nos alejamos de ellas unos metros y esperamos a que pasara, pues el sismo fue muy largo, duró más de un minuto y medio.

Los miembros de otras expediciones también salieron de sus tiendas y muchos empezaron a correr por la explanada del Campo Base, sin saber muy bien a dónde ir. Fueron unos momentos de mucho desconcierto, pero sabíamos que no corríamos peligro. Aproximadamente media hora después llegaría la primera réplica de 6,6, que también notamos perfectamente, y se repitió la escena.

.- ¿Pensasteis que podría ser tan catastrófico?

Reconozco que para mí, como geólogo, fue una experiencia interesante vivir un terremoto de esa magnitud. Pero nada más acabó ya nos dimos cuenta de que, si había provocado una sacudida tan fuerte en nuestro Campo Base, tendría consecuencias catastróficas en otros lugares.

.- ¿Cómo salisteis del campo base y qué pasó entonces?

Unos días antes del terremoto dimos por concluida nuestra expedición, porque la montaña estaba muy cargada de nieve y era muy peligrosa. Así que el mismo día del terremoto tenía que venir a buscarnos un helicóptero para llevarnos a Kathmandú. Pero ese día hizo muy mal tiempo, así que no pudo venir. Una vez ocurrido el terremoto, todos los helicópteros fueron priorizados para labores de rescate. Así que nuestro viaje pasó, como el lógico, a segundo plano. A los seis días de espera avisamos al Consulado Español de que la comida se nos empezaba a acabar, y dos días después vino el helicóptero a buscarnos.

.- ¿Cómo se han comportado las autoridades locales y las españolas con vosotros?

Nos han proporcionado un trato excepcional. En todo momento han estado atentos a nuestro estado y nos han apoyado. Laura García Alfaya, Encargada de Asuntos Consulares de la Emabajada Española en Nueva Delhi se desplazó a Nepal y conocía en todo momento nuestra situación y estuvo permanentemente comunicada con nosotros. Nuestra situación no era crítica ni peligrosa, y eso le transmitimos para que priorizara los rescates más urgentes y nos dejara en segundo plano. Les estamos muy agradecidos por su excelente labor.

.- ¿Es normal que haya terremotos en esa región?

Sí. De hecho este tipo de terremotos han creado las montañas del Himalaya. Dicho de otra manera, para que se formen estas montañas, hace falta que se produzcan este tipo de terremotos. El Himalaya no solo es la cordillera más alta de la Tierra, sino también la más joven, y todavía está en formación. Así que los terremotos seguirán sucediendo en esta zona, a un ritmo aproximado de dos grandes terremotos (de magnitud 8 o 9) por milenio.

.- ¿Por qué se producen estos terremotos?

El Himalaya es una gran cordillera formada como resultado del empuje de la India contra Eurasia. Ese empuje acumula una enorme cantidad de tensión por la compresión ejercida, que es liberada cada cierto tiempo provocando terremotos. Como resultado de cada sismo, suele producirse la elevación de varios metros de grandes extensiones del terreno. Ese efecto repetido infinidad de veces a lo largo de millones de años genera estas espectaculares montañas.

.- ¿Era previsible que ocurriera un terremoto así?

Se sabe que esta región ha sido y seguirá siendo susceptible de sufrir grandes terremotos. Pero estos no se pueden predecir con precisión, solo estimar las probabilidades de que ocurran y la magnitud que podrían tener.

.- ¿Consideras que la pobreza y el chabolismo en esta zona del mundo tienen alguna relación con los daños del terremoto?

Por supuesto. Un seísmo de esta magnitud en otras regiones del planeta no habría provocado tanta destrucción. Por desgracia Nepal es uno de los países más pobres del mundo, y desde luego no está preparado para un suceso así. Ni siquiera lo está para gestionar eficazmente la gran cantidad de ayuda que está recibiendo. Es un país totalmente desestructurado y con una orografía muy compleja. La ayuda tardará meses en llegar a algunas regiones damnificadas. Pero eso no es excusa para no ayudar, solamente es una realidad que conviene asumir.

.- ¿Cuáles son las prioridades?

Al margen de la tragedia de los fallecidos, mucha gente ha perdido sus casas, sus negocios, su forma de ganarse la vida. Además en menos de un mes empezará el monzón, por lo que lloverá de manera torrencial durante casi tres meses. Es necesario dar cobijo a todas estas personas que se han quedado sin hogar, y garantizar su alimentación y evitar enfermedades. Cuando acabe el monzón, será prioritario reconstruir las viviendas.

.- ¿Qué crees que se podrían hacer para paliar los daños de los sismos en estas zonas del mundo?

En un país así de pobre es muy difícil. En los países desarrollados se establecen normas sismoresitentes, se educa a la población para saber cómo actuar, se diseñan planes de emergencia y protocolos de actuación en caso de terremoto... En Nepal otras necesidades básicas son mucho más urgentes y otras prioridades mucho más acuciantes. Sin duda, necesitan ayuda internacional para poder mejorar esa situación.

.- La historia de la zona nos recuerda eventos mucho más graves como el terremoto de Cachemira de 2005 donde murieron 87.000 personas. ¿Qué concusiones se pueden sacar de todo esto?

La principal es que ahora todos estamos muy concienciados con lo que ha ocurrido, pero dentro de unos años la mayoría de la gente ni se acordará. Los daños provocados por este terremoto afectarán a los nepalíes durante décadas, y lastrarán su lento desarrollo económico. Así que no basta con ayudar ahora, necesitarán el apoyo internacional (gubernamental y personal de cada uno de nosotros) durante los próximos años. No podemos ni debemos olvidarnos de Nepal en unos meses.

.- ¿Qué pueden hacer los ciudadanos españoles para ayudar a los nepalíes?

Hay muchas formas de ayudar. Donando dinero a las instituciones que tienen proyectos allí, recogiendo ropa y artículos de primera necesidad para enviarlos, colaborando como voluntarios con las instituciones y ONG tanto desde España como en el propio Nepal... incluso yendo allí como turistas para dejar dinero que les ayude a remontar. Pero sobre todo, no olvidando que necesitarán nuestra ayuda durante años.

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