Actualizado 18/03/2009 19:54

Paul Bode, experto en menores: "la violencia escolar no ha aumentado, sólo se ha abierto la cultura del silencio"

Paul Bode
Paul Bode Plan

Paul Bode trabaja en la ONG Plan, que ayuda a la infancia mediante proyectos de desarrollo, desde 1989 y actualmente es el Director de Programas de Plan Internacional. Está especializado en desarrollo e implementación de programas de cooperación internacional y desarrollo comunitario, sobre todo en la región de Latinoamérica. Además, es uno de los coordinadores de Aprender Sin Miedo, un informe global sobre violencia escolar.

.- ¿Qué medidas está aplicando la campaña 'Aprender sin miedo' para erradicar la violencia escolar?

A través de la campaña queremos aumentar el conocimiento sobre la problemática de la violencia escolar mediante un estudio que analiza la situación en 66 países. Con esta iniciativa pretendemos llegar a todo el público en general, aunque de manera especial al Gobierno y los centros educativos.

También deseamos que este proyecto sirva para llegar a acuerdos con las diferentes partes implicadas que faciliten el trabajo conjunto con el objeto de reducir este problema, ya sea mejorando los marcos legales o trabajando de manera cooperativa con los padres, familiares y niños para cambiar la cultura interna de las propias escuelas. Nosotros creemos que el hecho de trabajar con los propios alumnos es la base del éxito, para que sean conscientes de que las situaciones de violencia no las deben asumir como un hecho que hay que aceptar, sino como algo que está mal y tiene solución.

.- ¿Considera que las medidas para combatir la violencia de los menores deben salir desde dentro de la escuela?

Sí, es muy importante trabajar directamente con su entorno (profesores, padres de familia, autoridades escolares) y con ellos mismos con el fin de crear una escuela mejor. Desde la escuela es preciso que se trabaje mucho la autoestima de los jóvenes, para que ellos mismos puedan actuar cuando es necesario.

Además, considero fundamental establecer procesos y leyes que faciliten a las víctimas poder denunciar los hechos violentos, asi como recibir la atención necesaria.

.- El tema del 'bullying' se ha "puesto de moda" hace pocos años, pero ¿cree que la violencia escolar ha aumentado en los últimos años o es una realidad que siempre ha existido?

No se sabe a ciencia cierta si ha aumentado el número de casos, pero lo que sí es cierto es que son problemas que se han visto afectados por "la cultura del silencio", que son situaciones que existen y todo el mundo las conoce, pero nadie quiere hablar de ellas y mucho menos trabajar para que se resuelvan.

Y lo que ha pasado ahora es que esta "cultura del silencio" se está abriendo y parece que se están dando más casos, pero esto en realidad no es así. Otra de las consecuencias de esta apertura es que ahora se está percibiendo el 'bullying' como un problema no solo de los países subdesarrollados, sino como un problema más generalizado que nos puede afectar a todos.

.- ¿Cree que los medios han provocado una alarma social injustificada en este tema?

No, creo que la alarma que se ha producido no es para nada injustificada. Es más, creo que es muy importante que los medios de comunicación se centren sobre este tema porque pueden ayudarnos a solucionar el problema. Sin duda, es imprescindible que se trate con seriedad y nada de sensacionalismo, aunque hay algunos medios que no lo respetan.

Es esencial que se aborden este tipo de situaciones, aunque no nos gusta escucharlas, porque es necesario que se conozcan, como por ejemplo, el hecho de que el abandono escolar, a veces está relacionado directamente con episodios de violencia.

.- ¿Qué opinión le merecen países como Corea, Francia o Estados Unidos que permiten legalmente a los maestros golpear a sus alumnos?

Actualmente, hay 90 países que no tienen expresamente prohibido el castigo físico a sus alumnos porque aún no se ha generado una conciencia generalizada de que eso no se puede tolerar. Hay que seguir trabajando muy duro para que esto no suceda, pero estoy convencido de que llegará un momento en el que todos los países se unan para luchar contra la violencia escolar.

.- Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, hay nuevas formas de abuso, por ejemplo el 'ciber bulling'. ¿Cree que Internet es una amenaza para que aumente la violencia escolar?

Internet puede ser una herramienta muy negativa o positiva, según el uso que se haga de la Red. Realmente lo que hay detrás es un problema social que se va expresando a través de la tecnología existente. Personalmente confio mucho en las políticas de protección de niños, que nosotros como organización tenemos una, como herramienta para enseñarles el correcto uso de imágenes, Internet, etc. Sin embargo, el papel de los padres es muy importante y se debe reforzar en ellos el conocimiento acerca de ese mundo y crear una conciencia que les permita saber cuando sus niños corren peligro y saber como reaccionar para ofrecerles la ayuda y el asesoramiento adecuado.

.- ¿Qué consecuencias puede tener en los niños la violencia escolar?

Sobre todo se produce un enorme impacto psicológico en el menor, especialmente en lo que se refiere a la autoestima. Además, es frecuente que personas que han recibido abusos por sus compañeros, profesores o familiares sean más propicios al aislamiento social y tenga más posibilidades de convertirse en una persona violenta, pues está comprobado que muchos adultos que usan métodos violentos han experimentado abusos y maltratos siendo niños.

A nivel global, estos episodios tienen consecuencia en el rendimiento en el colegio, con un aumento del abandono escolar, aspecto muy preocupante, especialmente en los países en vías de desarrollo.

.- ¿Cuál debe ser la posición de las instituciones para controlar la violencia escolar?

Todos los Gobiernos tienen su parte de responsabilidad y deben valorar y analizar individualmente como está el asunto en su país para así tomar medidas, pues es un problema muy grave. En lo que respecta al plano internacional, creo que es un momento muy adecuado para llamar la atención a los Gobiernos para que sigan destinando los recursos necesarios a los procesos de desarrollo de los países más pobres del mundo.