Actualizado 07/07/2015 01:34

La Fundación San Cándido invertirá más de 10 millones en reformar y ampliar su residencia de mayores de Cajo

Duplicará su capacidad, hasta alcanzar casi las 400 plazas

SANTANDER, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Fundación San Cándido invertirá más de 10 millones de euros en la reforma y ampliación de su residencia de mayores en Cajo, que prácticamente duplicará las plazas disponibles en este centro, hasta acercarse a las 400.

Esta entidad ya ha solicitado al Ayuntamiento de Santander licencia de obras para llevar a cabo el cabo.

En un comunicado, el Consistorio ha explicado que el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) permite acometer esta actuación que, según el alcalde, Íñigo de la Serna es "enormemente positiva para Santander".

A su juicio, este proyecto conlleva mejorar la atención que se presta a las personas mayores y en situación de dependencia de la ciudad, así como a sus familiares.

Además, ha resaltado que eso se lleva a cabo a través de una organización, como la Fundación San Cándido, que ha resaltado como "ejemplo en la prestación de estos servicios".

De la Serna, que ha subrayado la "gran trayectoria" que tiene en el municipio la Fundación, ha valorado la contribución a la generación de actividad económica y de empleo que supone este proyecto.

EL PROYECTO

Con la ejecución de esta actuación, la residencia de mayores San Cándido, que ocupa una parcela de casi 30.000 metros cuadrados en la calle Cajo, ampliará su superficie construida en 12.400 metros cuadrados, pasando de los 14.000 actuales hasta los 26.400.

En la actualidad, el edificio está distribuido en 5 plantas sobre rasante más bajo-cubierta, ha explicado el responsable municipal de Familia y Servicios Sociales, quien ha indicado que, en la zona ampliada, se realizará un sótano bajo rasante destinado fundamentalmente a aparcamiento, almacenes, vestuarios de personal e instalaciones.

Por su parte, en la planta baja se situarán las zonas comunes de la residencia (salones y centros de día), mientras que las plantas primera, segunda, tercera y cuarta se destinarán a habitaciones.

De la Serna ha agradecido el "compromiso" de la Fundación San
Cándido con Santander y su apuesta por seguir aumentando la prestación asistencial que ofrece en la ciudad, tanto con la ampliación de su residencia de mayores como con la construcción de un Centro de Educación Infantil de primer ciclo, también en Cajo.

"Para la ciudad de Santander es, sin duda, todo un privilegio contar con organizaciones dinámicas, activas y comprometidas con la atención a los ciudadanos, y especialmente a aquellos que, como son las personas mayores y dependientes, requieren de mayores cuidados y de una atención profesional", ha remarcado De la Serna.

La Residencia San Cándido se inauguró como Asilo de San Cándido en mayo de 1928 como un lugar para el recogimiento de inválidos de trabajo y paralíticos.

Financiada por Emilia Herrera Vindel, que en testamento cerrado recogió su voluntad de crear una fundación benéfica particular para asilo y denominarla San Cándido, en memoria de su hermano y su padre.

Encomendó su gerencia a las Hermanas Carmelitas Terciarias Descalzas que, posteriormente, pasarían a llamarse Carmelitas Misioneras.

En un principio, la casa, con capacidad para 22 asilados, fue un centro mixto que, tras la Guerra Civil, fue reservado sólo para mujeres.

En marzo de 1978 se puso en funcionamiento un nuevo edificio con capacidad para 131 personas, quedando entonces la casa de la familia Herrera Vindel como residencia de las Religiosas Carmelitas Misioneras.

Fue en diciembre de 1986 cuando entró en servicio un nuevo edificio anexo, con capacidad para 95 residentes, construido por la Fundación Marcelino Botín, en un terreno cedido por la Fundación San Cándido, quien asumió en exclusiva, en 2005, la gestión del centro.

Ese mismo año, las religiosas renunciaron a la gerencia del centro para ocuparse desde entonces de la realización de labores de pastoral y voluntariado.

En la actualidad, la Residencia cuenta con 229 plazas, 45 de las cuales forman parte de una Unidad de Psicogeriatría, destinada a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por procesos demenciales en fases moderadas y graves o con problemas conductuales, mientras que otras 35 plazas están dedicadas al Centro de Día, que abrió sus puertas en el año 2008.

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