Actualizado 18/07/2016 16:28

El padre Jaime Garralda, Premio Voluntariado Social por su defensa de los desfavorecidos

Campamento Padre Garralda
FUNDACIÓN PADRE GARRALDA – HORIZONTES ABIERTOS

   MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha galardonado al padre Jaime Garralda Barretto con el Premio Estatal al Voluntariado Social 2016, en la modalidad individual, en atención a su compromiso e implicación personal voluntaria con personas excluidas de la sociedad drogodependientes o personas reclusas y madres sin recursos.

   Así lo ha dado a conocer este lunes 18 de julio la Fundación Padre Garralda - Horizontes Abiertos, que ha añadido que el premio reconoce el papel del padre Garralda en la creación de entidades sociales que mantienen la acción solidaria comprometida, como es el caso de la Fundación.

   El acto de entrega de la medalla alegórica a la solidaridad voluntaria y el diploma de reconocimiento, por parte de los Reyes de España o persona de la Casa Real en la que deleguen, está previsto para el día 24 de noviembre en la ciudad de Huesca

"Recibir este premio es un verdadero honor", ha afirmado Garralda, que espera que sirva para animar a los voluntarios y trabajadores de la fundación a continuar "con la espléndida labor que están haciendo, y para concienciar a la sociedad de que hay que hacer más" porque no se puede "abandonar a los marginados". "Tenemos que ayudar a esas personas que han tenido menos suerte que nosotros, con cariño y con recursos, para que puedan acceder a una vida normal", ha señalado.

   Según han explicado desde la fundación, Jaime Garralda es un convencido defensor de los más desfavorecidos, por lo que lleva trabajando en favor de las personas excluidas o sin recursos desde los 24 años. Al entrar en la Compañía de Jesús, comenzó a hacer realidad sus proyectos solidarios orientados a los marginados, una actividad que inició siendo todavía estudiante de Teología en Granada. Así, puso en marcha diferentes proyectos cuyo objetivo es ayudar a las personas más necesitadas a tener una existencia más digna.

   Asimismo, ha indicado que, terminados sus estudios universitarios y siendo sacerdote jesuita, se hizo cargo del Hogar del Empleado en Madrid (entre 1957 y 1964), una plataforma de acogida que prestaba asistencia a personas sin recursos. Garralda centró su labor principalmente en los niños y adolescentes a los que quiso dar acceso a un futuro y a un oficio con el que salir adelante. Ya en 1964, el padre Garralda fue destinado a Centroamérica, donde puso en marcha una red de ayuda a los colectivos más necesitados, cuya base de operaciones se situó en Panamá.

   Garralda regresó a España en 1966, donde inmediatamente recuperó los proyectos de ayuda que había emprendido. Entre los diferentes proyectos que desarrolló, destacó la labor realizada en los barrios de chabolas. Es en este momento cuando el padre se trasladó a vivir a un poblado chabolista en el barrio del Pozo del Tío Raimundo, donde convive con las familias durante 16 años.

   En 1978, Jaime Garralda crea la Fundación Horizontes Abiertos, con la intención de dedicarse a los más desfavorecidos, una labor que ha desempeñado hasta el momento trabajando por la integración social de los distintos colectivos que se encuentran en situación de marginación, como toxicómanos, presos, hijos menores de mujeres encarceladas y enfermos de sida.