Actualizado 02/05/2018 21:27

Las 500 embajadoras por la Paz de República del Congo para empoderar a las mujeres

Mujeres en un centro de formación en República Democrática del Congo
Mujeres en un centro de formación en República Democrática del Congo - SYNERGY/ALBOAN

   MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un total de 460 mujeres participan en la región de Nord Kivo, en República Democrática del Congo, en el programa Embajadoras de la Paz de la ONU para informar y sensibilizar a adolescentes en sus pueblos y comunidades respecto a roles y responsabilidades de hombres y mujeres, derechos de las mujeres o capacidad de participación de las mujeres en la gestión pública.

   Se trata de un programa de prevención amparado en ampara en la resolución 1.325 (Mujeres, paz y seguridad) de la ONU que en este caso ha sido impulsado por Gentille Sinawema Kavira, joven congoleña de 23 años, que decidió llevar a cabo esta sensibilización de sus compatriotas mujeres para que se formen en la igualdad y se empoderen y que usa parroquias y centros educativos para sus charlas.

   Gentille cuenta con el apoyo de Synergie de Femmes pour les Victimes de Violeces Sexuelles (SFVS), un organización de la sociedad civil congoleña, cuya presidenta es Justine Masika y que fue creada en febrero de 2002 como respuesta al desafío que suponía la terrible situación de la mujer en el Este de la República Democrática del Congo. Lo que hace Synergie es formar previamente al equipo de "embajadoras" con un temario de este tipo y luego organiza las sesiones en diferentes localidades.

   Gentille cuenta su proyecto y su historia en Madrid y en español gracias a la beca que ha recibido para estudiar castellano durante seis meses en Valencia, con el apoyo de Hispania, escuela de español, Servicio Jesuita a Migrantes Valencia y Fundación ALBOAN.

   "Quiero continuar trabajando con mi grupo de chicas en el programa de embajadoras de la paz --asegura Gentille cuando se le pregunta qué quiere hacer cuando vuela a su país--. Con nuestro programa sensibilizamos a la gente de que todos pueden estudiar y hacer lo que se propongan".

   Un trabajo que, según explica, es aún más arduo en los pueblos, en las zonas rurales, que en las ciudades, porque en los primeros la ignorancia sobre los derechos de las mujeres es aún mayor. Según cuenta, es normal que las chicas de 15, 16 y 17 años, tengan dos hijos. A ellas, les enseñan a leer y a escribir y les explican cuáles son sus derechos.

"Gracias a nuestro trabajo está cambiando la mentalidad de los jóvenes", señala Gentille que no esconde que a veces se encuentran con obstáculos que vienen de los propios poderes públicos, como cuando se manifiestan en plazas públicas y algunos policías les invitan a volver a la escuela o a la universidad en vez de reivindicar sus derechos.

   Como explica, su camino hacia la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres, que este jueves 8 de marzo se ha celebrado en todo el mundo, empezó hace cinco años, cuando llegó a al centro de acogida para víctimas de agresiones sexuales 'Casa Bulengo', en las afueras de la ciudad de Goma, gestionado por Synergie y que cuenta con el apoyo de la Fundación ALBOAN.

   La instalación busca que las mujeres víctimas de violación pueden recobrar su dignidad a través de diferentes servicios que les son organizados. Se les ofrece un alojamiento de urgencia para las convalecientes, se les facilita el tratamiento médico y acompañamiento jurídico y psico-social y se les anima a aprender actividades generadoras de ingresos (trenzado de cestos, tintado de telas, corte y costura, cría de animales) que les servirán para ayudar en autonomía económica pero que sirve también como terapia grupal.

   Además, como explica Gentille, ayudan a concienciar a las familias y a la sociedad, que suele discriminar a las que sufren violencia sexual que se vive en el país, para que entiendan que sus hijas, nietas o hermanas son las víctimas de este drama. Así, como le ocurrió a Gentille, en 'Casa Bulengo' reciben clase de alfabetización, apoyo para estudiar e ir al instituto y a la Unviersidad, de la que ella se graduó en 2013.

   Synergie fue creada en febrero de 2002 con la vocación de crear sinergias entre las diferentes organizaciones de mujeres congoleñas que la conforman y que coinciden en un mismo objetivo: la movilización de las mujeres en torno a la lucha contra la violencia sexual, generando procesos de concienciación y empoderamiento de las víctimas. Actualmente está formada por 35 organizaciones de mujeres. En el año 2016 la SFVS ha acompañado 783 personas víctimas de violencia sexual (en el año 2015 fueron 789).

   La Fundación ALBOAN apoya las estrategias de acción elegidas por la SFVS dado que apuestan por una actuación de tipo preventiva y estructural, orientada al desarrollo, trabajando por eliminar las causas que provocan la violencia sexual pero sin descuidar la siempre prioritaria atención a las víctimas.

   Según explican desde la organización, las mujeres y las niñas congoleñas son las más afectadas en el escenario (post-)conflicto que sufre la región, donde existe una situación de violencia sexual a una escala no vista en ningún otro lugar en el mundo. Es un escenario donde la violación se constituye como un arma de guerra, empleada de forma estratégica para atacar los valores fundamentales de la comunidad, para atemorizar y humillar, y para imponer la supremacía de un grupo sobre otro.

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