Publicado 08/10/2017 12:32

Día Internacional de la Niña: Cuando la vida vale una caja de cervezas

Niñas voluntarias de la campaña 'Por ser niña', de Plan International
PLAN INTERNATIONAL

   MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El matrimonio infantil ha sido prohibido este año en Malawi y Guatemala, con la ayuda de las activistas y organizaciones que han impulsado las reformas legales necesarias para acabar con una lacra que en algunas poblaciones constituía una tradición y, en otras, un negocio para las familias.

   Cuatro niñas y jóvenes de ambos países visitan España este mes de octubre invitadas por Plan internacional coincidiendo con la conmemoración del 'Día International de la Niña' que se celebrará el próximo 11 de octubre. Según han relatado, pese a las prohibiciones, sigue quedando pendiente un trabajo para asegurar que se cumple la prohibición y para educar a la población en sus derechos e impulsar la educación de las niñas para que puedan desarrollarse profesionalmente en igualdad de condiciones.

   "En las áreas rurales se sigue dando: por ejemplo que un joven lleva una caja de cerveza, de agua y comida y se lo da a la familia. En lo que la familia se divierte y hace su vida y todo, él se lleva a la niña. La vida de una niña vale una caja de cervezas", ha explicado a Europa Press Estefany, una joven guatemalteca de 20 años, portavoz del movimiento 'Por ser niña' impulsado por Plan International.

   Según ha explicado, pese a que la ley prohíbe desde este año el matrimonio infantil (se prohibió en 2015 pero hasta este año no se ha modificado la excepción que lo permitía por decisión judicial) sigue habiendo un problema de desconocimiento de los derechos tanto por parte de las familias como de las propias niñas.

   "La familias no saben exactamente qué es lo que están haciendo y la niña no sabe que puede defenderse porque tampoco sabe que exista algo que la defienda", asegura.

   Además, allí donde sí existe esta información (sobre todo en las ciudades) en muchos casos sigue habiendo adolescentes de 15, 16 y 17 años que quedan embarazadas y no terminan sus estudios, o bien matrimonios no oficiales con menores que, aunque esperan hasta los 18 años para casarse, en la práctica las consecuencias son "igualmente terribles", según la organización, porque "se ven forzadas a dejar la escuela y se quedan embarazadas" antes de poder desarrollarse plenamente.

   De hecho, Estefany cuenta que de las compañeras con las que comenzó la educación primaria "solamente tres o cuatro están solteras y sin compromisos" y son "solo dos" las que han accedido a formación específica tras los estudios secundarios, en su caso gracias a una beca de Plan Internacional.

   Según indica, el principal reto para combatir el matrimonio infantil y los derechos de las niñas es informar a la población, especialmente en las áreas rurales, porque en estas zonas hay que decirle a las niñas "tienes derechos y si tienes problemas o te faltan al respeto es algo penado por la ley". "Las niñas ni siquiera lo saben", lamenta.

   En el caso de las zonas urbanas, explica que el problema es distinto gracias a que hay más información disponible, pero aún así continúa habiendo riesgo de embarazos cuando las niñas alcanzan la adolescencia.

   "Ahí sí tienen la información y todo, pero si se hace un cambio o no depende de ellos. Nosotros les damos la información pero ellos deciden hacerlo o ignorarlo", explica sobre su trabajo en la organización.

NAYDELIN: FALTAN RECURSOS PARA IR A LA ESCUELA

   En este sentido, Naydelin, una niña de 13 años que también colabora con la ONG internacional desde su aldea de 250 habitantes en una zona rural de Guatemala, explica que las dificultades económicas agravan la situación de los derechos de las niñas.

   "A veces los padres lo hacen a cambio de algo o por recursos económicos, porque no tienen el dinero para alimentarlos a todos. A veces la niña es como un negocio", lamenta, aunque reconoce que, con la nueva ley, ya no ha vuelto a haber casos de matrimonio infantil en su entorno.

   Aún así, señala que en muchos casos la abolición del matrimonio infantil no basta para garantizar que las niñas prosiguen sus estudios y llegan a desarrollar una carrera profesional, debido a que en bastantes familias "faltan recursos" para llevar a sus hijos a la escuela.

JOSEPHINE: "ESPÉRATE A TENER LA EDAD Y SIGUE EN LA ESCUELA"

   En el caso de Malawi, la abolición legal del matrimonio infantil se ha conseguido gracias a la movilización de mujeres y niñas de todo el país, que impulsaron una campaña de recogida de firmas para pedir la prohibición, y que recibió el apoyo de la primera dama del país, Gertrude Mutharika.

   No obstante, tras la aprobación de la ley queda llevar a cabo un trabajo para que se aplique en todo el territorio de manera efectiva, según explican desde Plan Internacional, algo que requiere un trabajo de concienciación en el que participan también mujeres y niñas, entre las que figura Josephine, de 16 años:

   "Es importante decir cuál es la ley y explicar en qué consiste. Es decir: está bien si te quieres casar pero espérate a tener la edad y sigue en la escuela", ha explicado la joven activista, que forma parte de la comitiva invitada a España.

   Según explican desde Plan International, el principal problema es que la educación primaria sí que está garantizada y todos los niños y niñas la hacen, pero hay un problema en el salto a la secundaria. Ahí las niñas se descuelgan, porque les viene la menstruación y en algunos casos sus comunidades entienden que ya están en la edad para casarse, cuando "en realidad no están preparadas, son solo niñas".

EZELINA: "QUERÍA SER UNA AYUDA PARA LAS DEMÁS NIÑAS"

   La mayor de las cuatro jóvenes activistas, Ezelina (23 años), trabaja en Malawi como periodista en un programa de televisión dirigido a niñas para concienciarles de sus derechos.

   Ezelina explica que su motivación para dedicarse a la promoción de los derechos de la mujer fue el ejemplo de su madre (vive sola con ella) y cuenta que se dio cuenta de que "si no hubiera sido educada y no hubiera tenido la oportunidad de conseguir un trabajo" su situación sería muy distinta, una suerte que no han tenido otras niñas.

   "Pienso en muchas otras mujeres que no tienen la oportunidad de hablar públicamente, que no tienen acceso a cosas que podrían ayudarles a mejorar sus vidas, y darme cuenta de eso me hizo crecer y ayudarles. Quería ser una ayuda para ellas para aprender y desarrollar sus cualidades, explicarles y darles formación para acabar con el matrimonio infantil", ha explicado.

   Según Ezelina, pese a la necesidad de trabajar para asegurar que se cumpla la nueva ley, la prohibición facilitará que cada vez más mujeres en el país ocupen puestos profesionales que permitan normalizar el acceso de las niñas a los estudios y al mercado laboral.

   "Hablé con una de las niñas que consiguió evitar el matrimonio infantil antes de que se aprobara la ley y me contó que ahora está en la universidad. En los próximos cinco o diez años va a haber más mujeres y profesionales con sus propios negocios que pueden inspirar a más niñas a ser lo que ellas quieran ser", ha asegurado la joven periodista.

   Además, explica que ya en la actualidad hay un incremento de las niñas que continúan sus estudios después de la educación primaria y cree que ello va a ser una oportunidad para que más mujeres lleguen al mercado laboral con estudios que les permitan desarrollar una profesión.

"TOMAN EL PODER" EN LAS INSTITUCIONES ESPAÑOLAS

   Según ha explicado Plan International, durante la visita a España, las jóvenes de Malawi y Guatemala visitarán el 11 de octubre Parlamento de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Consejo General del Poder Judicial para ocupar los sillones de Cristina Cifuentes, Manuela Carmena y Fernando Grande-Marlaska.

   Además, el día 10 participarán en la presentación del informe 'Libera el poder de las niñas ahora' en el Congreso de los Diputados.

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