Actualizado 25/11/2017 16:15

Las voces de las víctimas y sus aliadas contra la violencia de género: Ayah Al Wakil, Lika Goguadze, Luiza Karimova...

ONU Mujeres
ONU Mujeres - ONU MUJERES

   Comienza la campaña '16 Días de activismo contra la violencia de género', que sufren un tercio de mujeres y niñas

   MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

   ONU Mujeres ha publicado una serie de testimonios de víctimas y supervivientes de la violencia de género que apelan a la resistencia, el empoderamiento, la denuncia y la transformación con el fin de prevenir y concienciar sobre las consecuencias de esta lacra. Este 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que lleva por lema 'Que nadie se quede atrás: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres y niñas'.

   "Si estás en un lugar que te permite cambiar realmente la situación de las mujeres, ya no hay obstáculos que te detengan", relata la abogada Ayah al-Wakil, que trabaja en el Centro Palestino para los Derechos Humanos de la Franja de Gaza. Desde 2015, su rutina consiste en acudir al tribunal islámico (que se ocupa de asuntos familiares tipificados en la Ley del Estatuto Personal relativos al matrimonio, el divorcio, la custodia de hijas e hijos y la herencia) para presentar demandas en nombre de supervivientes de la violencia.

   En Georgia, el Grupo Adjara --que se ocupa de facilitar la inserción laboral de víctimas de la violencia-- ha logrado que Lika Goguadze regresara este año a su trabajo por primera vez desde que hace cuatro años se divorció, dejando atrás a un marido maltratador. "No he trabajado desde que me casé; mi marido me prohibía trabajar... Sin empleo, lo habría tenido muy difícil", reconoce. Una de cada 11 mujeres de Georgia ha sufrido violencia doméstica. Debido a su dependencia económica, muchas de ellas no pueden poner fin a las relaciones en las que sufren maltrato.

   Fundamental resulta también la misión de Free Yezidi Foundation (FYF), que ayuda a supervivientes de los ataques del ISIS en la comunidad yazidí, en Irak, creando "un espacio seguro y un refugio" para mujeres y niñas que han sobrevivido a los horrores del ISIS. Para ello cuentan con personas expertas en situaciones postraumáticas de fuera del país "para que las mujeres y niñas puedan hablar con ellas sin sufrir más vergüenza y estigmatización", como explica su fundadora y directora ejecutiva, Pari Ibrahim.

   Las historias que reúne la ONU ponen también el foco en el hecho de que en todas partes del mundo las supervivientes están hablando, cambiando el rumbo de sus vidas, responsabilizando a los agresores e inspirando a otras mujeres. Este es el caso de Nongnee Kondii (nombre ficticio), de 25 años y lesbiana. Vive en Yala, una provincia fronteriza al sur de Tailandia. Después de sufrir una agresión sexual traumática, guardó silencio al principio para posteriormente buscar justicia, tras participar en un retiro para jóvenes donde aprenden sobre cuestiones relacionadas con el género, organizado por Rainbow Sky Association (RSAT), una organización que trabaja para promover los derechos LGBTI en el país.

   "Después de ganar el caso, siete menores se atrevieron a denunciar que habían sido agredidas por el mismo hombre. Si le sucede lo mismo a cualquier persona cercana a mí, esta vez seré yo quien la acompañe a la comisaría y la ayude a conseguir justicia", asegura ahora.

   En Uzbekistán, Luiza Karimova dejó a su hijo con su familia y se fue a buscar trabajo a Osh, en Kirguistán, donde la vendieron como esclava sexual y la llevaron a Dubái. Al cabo de 18 meses, fue detenida y terminó en la cárcel. Actualmente trabaja con Podruga, una organización con sede en Osh, que trabaja para alzar la voz contra la violencia hacia las mujeres y asiste a víctimas de la trata con fines de explotación sexual y el tráfico de drogas.

   Las voces de las víctimas también claman en la Franja de Gaza gracias al centro Hayat, que ayuda a mujeres a lograr el divorcio. Una de ellas es Jana Mustafa, exempleada de una ONG internacional que perdió su trabajo debido a un matrimonio en el que sufría maltrato y padeció violencia física y psicológica durante años. El hecho de tener una discapacidad --perdió una pierna en su infancia-- está dificultando sus posibilidades de rehacer su vida. "Quiero abrir un pequeño negocio donde no tenga que ser juzgada por jefas o jefes que no saben lo que yo puedo ofrecer. La discapacidad no debe impedir a nadie volver a empezar", afirma.

APRENDER A RESPETAR

   La prevención es otro de los ejes por los que aboga ONU Mujeres para combatir esta lacra, articulada a través de proyectos como el impulsado por la Asociación Nacional de Abogadas de Bangladesh (BNWLA) y ONU Mujeres en cuatro universidades del país. "Es sencillo --aseguran los alumnos-- Hemos de aprender a respetar a las mujeres como iguales".

   Es el mismo objetivo que persigue el programa 'Ciudades Seguras' de ONU Mujeres en Marrakech, que ha implicado a personas de todos los ámbitos de la sociedad para prevenir el acoso sexual y actuar ante situaciones de esta naturaleza, iniciativa que también se desarrolla en Indonesia, donde la activista la ONG Kalyanamitra Johanna Tantria T. Wardham argumenta que "la desigualdad de género comienza en el hogar".

   El último bloque de historias insta a transformar la cultura de la violencia y la impunidad con leyes que protejan los derechos de las mujeres, así como cambios en las conductas y creencias que toleran estas prácticas. En Tanzania, ONU Mujeres, en asociación con Amref Health Tanzanía, puso en marcha un programa para prevenir la mutilación genital femenina que ha constatado un descenso de las cifras del 60% entre 2014 y 2016 gracias a una mayor comprensión de las consecuencias sanitarias que conlleva, y a una mayor concienciación y apoyo de las personas más ancianas de las aldeas y de la zona.

   En Moldova, una familia romaní decidió desafiar las convenciones culturales negándose a aceptar un matrimonio compensatorio. En su comunidad, la tasa de deserción escolar llega al récord de 58%, impulsada principalmente por los matrimonios infantiles/precoces, embarazos no deseados y las responsabilidades inherentes a tener niñas y niños a cargo.

   "Su deseo es ir a la universidad algún día, y nosotros vamos a apoyarla. Sé que tomamos la decisión correcta al rechazar la idea de un matrimonio compensatorio y que, como consecuencia de ello, su vida será mejor en todos los aspectos. Estudiará, tendrá un trabajo. Será feliz", señalan los progenitores de Svetlana, que con 12 años fue violada por un pariente lejano con el que tenía que casarse o pagar una indemnización. "Mi hija no está en venta", afirmaron al escuchar la sentencia.

16 DÍAS DE ACTIVISMO

   La ONU ha puesto en marcha la campaña mundial UNETE con los '16 Días de activismo contra la violencia de género', que se desarrollará desde este sábado 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, una iniciativa que busca concienciar y denunciar la magnitud del acoso sexual y de otras formas de violencia que, según cálculos de Naciones Unidas, un tercio de mujeres y niñas experimenta en todo el mundo.

   Las celebraciones de este año --que instan a los ciudadanos a unirse en la lucha contra la violencia de género usando el color naranja para aportar visibilidad a la causa-- tendrá lugar en el marco de una protesta sin precedentes en todo el mundo, donde millones de personas se han movilizado mediante el hashtag #MeToo (#YoTambién) y otras campañas, que instan a romper el silencio como primer paso para transformar la cultura de la violencia de género.

   En este contexto, la Secretaria General Adjunta y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, ha enviado un mensaje este 25 de noviembre en el que afirma que "la violencia contra mujeres y niñas se puede evitar". "Hay muchas maneras de prevenir la violencia en un principio y de detener la repetición de los ciclos de violencia ... La esencia del tema de hoy de no dejar a nadie atrás es que nadie se quede fuera", apostilla.

Leer más acerca de: