GINEBRA, 25 Sep. (Reuters/EP) -  

   El coordinador regional de la crisis de refugiados de Siria en el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Amin Awad, ha indicado este viernes que no prevé que el flujo de unos 8.000 refugiados al día que llega a Europa remita y ha advertido de que podría ser "la punta del iceberg".

   "No lo veo remitiendo, no lo veo parando. Si hay alguna indicación quizá sea que esto es la punta del iceberg", ha asegurado Awad, en una comparecencia informativa. "Mientras no haya una solución para Siria ni haya una estabilización de las condiciones de los refugiados en los países vecinos, se tienen que hacer estos esfuerzos", ha explicado.

   Ante la pregunta de si Europa debe prepararse para recibir a millones de inmigrantes, Awad ha afirmado que si la situación sigue así, "en pocos meses" el continente recibiría "más de medio millón" de inmigrantes y refugiados. "Eso, desde luego, podría ocurrir", ha añadido.

   En este sentido, ha señalado que los países deben unirse para adoptar un enfoque común para frenar la guerra y la crisis en Siria. "Los gobiernos que pueden marcar la diferencia son los gobiernos que son responsables a la hora de influir en la política global y en el futuro de la seguridad de nuestro mundo hoy", ha explicado.

   En su opinión, "los líderes de nuestra generación tienen que moverse muy rápido para encontrar una solución al problema sirio antes de que se convierta en global".

   Awad ha celebrado la decisión de la Unión Europea de contribuir con 1.000 millones de euros a los esfuerzos humanitarios de Naciones Unidas pero ha dejado claro que eso no es suficiente y que la situación requiere más fondos

   Por su parte, el vicecoordinador humanitario de la ONU en Irak, Dominik Bartsch, ha dicho que se espera que diez millones de personas necesiten apoyo humanitario para finales de año en el país, donde hay 3,2 millones de desplazados.

   Según Bartsh, la ONU está preparándose para el desplazamiento de 500.000 personas de Mosul, en el norte de Irak, si las fuerzas iraquíes deciden lanzar una ofensiva para recuperar la ciudad, en manos del grupo terrorista Estado Islámico desde junio de 2014.

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