Actualizado 04/03/2013 12:48

Yemen ha ejecutado en cinco años a 15 jóvenes por delitos cometidos siendo menores de edad, según HRW


MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

Hasta 15 jóvenes yemeníes han sido ejecutados por las autoridades en los últimos cinco años por delitos cometidos cuando eran menores de edad, según denuncia la organización HRW, que recuerda que hay otros 22 personas en el corredor de la muerte también por delitos cometidos siendo menores y decenas más que podrían ser condenados a la pena capital.

"El Gobierno de Yemen debe dejar de pedir la pena de muerte y de ejecutar estas sentencias para los menores de edad", señala la organización de defensa de los Derechos Humanos en un informe titulado 'Míranos con clemencia: delincuentes juveniles que esperan su ejecución en el corredor de la muerte'.

Además, el grupo pide una revisión de todas las penas de muerte en los casos en los que se pueda plantear la duda de si el delito se cometió siendo menor de edad y que se conmuten las penas cuando no haya pruebas claras sobre la edad del imputado en el momento del crimen, principalmente debido a la falta de documentos que acrediten su edad. De hecho, recuerda, la legislación yemení prohíbe la pena de muerte a menores, que sólo pueden ser condenados a un máximo de diez años de prisión.

"El presidente (Abd Rabbu Mansur) Hadi debería romper con el pasado de justicia arbitraria y violencia estatal de Yemen anulando las órdenes de ejecución de tres jóvenes", ha declarado una investigadora de HRW sobre derechos de los niños, Priyanka Motaparthy. "Con el fin de las ejecuciones de delincuentes juveniles Yemen demostraría clara y diáfanamente que cumple con sus comromisos para con los Derechos Humanos", ha añadido.

HIND AL BARTI

La última ejecución se produjo el pasado 3 de diciembre, cuando un pelotón de fusilamiento mató en Saná a Hind al Barti, una mujer condenada por un asesinato que había cometido cuando tenía 15 años. "Hay pruebas contundentes de que Hind al Barti era sólo una niña cuando fue acusada de asesinato y aun así fue condenada a la pena capital", ha indicado Motaparthy.

La propia Al Barti explicó en una entrevista con representantes de HRW en la Prisión Central de Saná que firmó una confesión falsa que la implicaba en el delito después de que los policías la golpearan y la amenazaran violarla. La familia de Al Barti recibió la notificación de la ejecución apenas unas horas antes de que fuera fusilada.

HRW destaca que hay otros tres reos que ya han agotado todas las vías de apelación posibles en el sistema judicial yemení, por lo que su ejecución podría ser inminente. Varios de estos reos han asegurado igualmente ante miembros de HRW que fueron amenazados, maltratados y torturados bajo custodia policial para firmar confesiones falsas.

"Me golpearon con las manos, a veces me electrocutaban hasta que me desmayaba", ha relatado Ibrahim al Omaisy. "Si me hubieran preguntado si había matado a un millar de personas, habría dicho que sí por miedo", ha reconocido.

El informe de HRW recuerda que Yemen no es el único país que ha ejecutado a delincuentes juveniles en los últimos cinco años: también lo han hecho las autoridades de Irán, Arabia Saudí y Sudán.