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MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El director del departamento de socorro de Cruz Roja en Ceuta, Clement Núñez, ha asegurado que la actual presión migratoria sobre la valla de Ceuta no es algo nuevo sino que es una situación que se repite desde "hace mucho tiempo" y ha advertido de las dificultades para frenar este fenómeno por la situación de conflictos bélicos y crisis humanitarias en los países de origen.
"El hambre no entiende de barreras, si una persona tiene hambre saltará la valla, se buscará la vida pero no hay ninguna valla que pare el hambre", ha indicado Núñez, una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, tras los últimos incidentes en el perímetro fronterizo la Ciudad Autónoma.
El responsable de Cruz Roja ha recordado que no es la primera vez que se incrementa la presión en la valla. "Llevamos así mucho tiempo, hemos tenido muchas bolsas de 1.500 o 2.000 inmigrantes; a veces la policía marroquí hace batidas en la zona de Tánger y dejan esa zona pero vuelven a venir", ha explicado Núñez.
Núñez ha explicado que las personas que intentan saltar la valla son generalmente inmigrantes sin ningún recurso económico, frente a los que llegan en embarcaciones que disponen de "1.000 o 2.000 euros para pagar a alguien que los meta en una patera y los lleve a Andalucía".
Por su parte, el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Ceuta, Jesús González Miaja, ha denunciado en declaraciones a la COPE recogidas por Europa Press, la falta de personal y medios en los pasos fronterizos entre Ceuta y Marruecos.
Ha insistido en que durante el salto a la valla de esta semana no había personal cualificado para poder deternerles ya que "los funcionarios encargados de los visados y la documentación no contaban con el número ni con los materiales para hacerse cargo de ese volumen de gente".
Ha admitido que los funcionarios "se vieron desbordados y les pilló por sorpresa" porque, según ha indicado, "no es lo mismo si se les ha visto venir o se ha tenido información de que van a entrar y se está preparado".
El dirigente del SUP ha reconocido que existe un problema estructural en la frontera que separa los dos países, porque "el paso se ha quedado obsoleto e impide colocar elementos que puedan frentar las avalanchas". Además, ha recordado que "todos los días se forman colas enormes para entrar y para salir del país".
Sobre el futuro de los inmigrantes que consiguen atravesar la valla, Jesús González Miaja ha indicado que "se les aplica la ley de extranjería de España y comienza un duro trabajo burocrático para poder localizar su procedencia".
