Publicado 04/05/2016 19:08

Uno de cada tres niños de República Centroafricana no va a clase

Antiguo niño soldado en República Centroafricana
REUTERS

DAKAR, 4 May. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

Una tercera parte de los niños de República Centroafricana no van a clase como consecuencia del cierre de cientos de escuelas a causa de la violencia, el desplazamiento forzoso o la falta de profesores, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La agencia ha alertado de las consecuencias que sigue teniendo para la población infantil centroafricana la crisis desatada en 2013, cuando se inició un cruento conflicto entre los rebeldes de Séléka, de mayoría musulmana, y las milicias anti-balaka, controladas por cristianos.

Alrededor de 500 escuelas han dejado de funcionar, lo que supone una cuarta parte del total. Uno de cada tres niños se han quedado sin poder asistir a clase, lo que lastra las perspectivas de futuro de cientos de miles de personas.

El representante de UNICEF para República Centroafricana, Mohamed Malick Fall, ha advertido del "reto" que supone regresar a las aulas en un país donde "alrededor del 20 por ciento de la población" ha tenido que abandonar sus hogares como consecuencia de la violencia. El conflicto ha dejado más de 400.000 desplazados internos y casi medio millón de refugiados.

Además, según Fall, "hay cuestiones de seguridad y acceso" que quedan por resolver. De hecho, el material educativo escasea y también hay carencias de personal, hasta el punto de que muchos de los desplazados se ofrecen voluntariamente para dar clase.

UNICEF intenta formar también a los profesores para que ofrezcan apoyo psicosocial, toda vez que muchos de los niños sufren traumas derivados del conflicto. Algunos se niegan a hablar, mientras que otros se vuelven agresivos e incluso portan armas, según han relatado algunos docentes a la ONU.