Actualizado 04/07/2015 10:38

Ébola.- Aumentan los niños acusados de brujería en África por el incremento de la pobreza y enfermedades como el ébola


MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

Misiones Salesianas ha alertado de que las acusaciones por brujería a niños y personas vulnerables en África han aumentado a causa de la pobreza que provoca un incremento de la propagación de enfermedades, entre ellas, el ébola.

"La parte más débil de la familia, una viuda, una anciana, un niño son los más fáciles de acusar. Con el ébola ha pasado como con el sida, no se creían que era una enfermedad en muchas zonas, imaginaros con el Ébola que mata tanto y de una forma muy rápida y muy escandalosa", ha explicado el misionero salesiano en Togo José Luis de la Fuente.

Sobre la actuación de las autoridades frente al ébola, De la Fuente ha precisado que "se está gestionando muy mal" porque, a su juicio, "no se puede cercar con el Ejército" a la población como en los guetos judíos". "Desde mi punto de vista es inhumano", ha subrayado.

Según el informe 'Menores acusados de brujería en la región de Kara (Togo)', elaborado por la responsable del Área de Proyectos de Misiones Salesianas, Patricia Rodríguez, las acusaciones de brujería, principalmente en niños, están creciendo "exponencialmente" en todo el continente africano. En 2013, en la Región de Kara, las autoridades contabilizaron 773 casos.

Además, en el hogar Don Bosco en Kara, dirigido por el misionero salesiano José Luis de la Fuente, un 40% de los niños recogidos de la calle habían sido acusados de brujería. Según ha explicado la autora del informe, en Togo existe una legislación "abundante" pero "no muy clara" sobre la protección de la infancia.

Sin embargo, la justicia tradicional es impartida normalmente por el Jefe del Cantón y, a veces, los menores que han quedado huérfanos, que son más inteligentes, tienen alguna discapacidad o aquellos en cuyos hogares se han producido contagios o muertes, son acusados de brujos y llevados ante el Jefe del Cantón.

Entre los niños que sufren esta estigmatización, se encuentra Georgette, que un día fue acusada de brujería por su madrastra que le metió las manos en agua hirviendo para saber si decía o no la verdad. Hoy le faltan varios dedos de una mano, pero gracias al hogar de Don Bosco salió adelante y ahora ha terminado sus estudios siendo la segunda de su promoción.

Asimismo, la autora del estudio ha advertido de que la "crisis de valores tradicionales", la "ruptura de vínculos familiares", así como "la urbanización y el consumismo", entre otros, incrementan el riesgo de que los niños sean acusados de brujería pues "la familia es el primer y más importante círculo de protección del niño".