Actualizado 08/07/2015 03:26

Fanny Rubio aboga por combinar el Derecho, la Psicología y las Humanidades para prevenir la violencia de género

Codirectoras del curso sobre violencia de género de la UJA en Torres (Jaén)
EUROPA PRESS/UJA


TORRES (JAÉN), 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

La escritora Fanny Rubio ha defendido que en la prevención y "el diagnóstico científico, humanista, personal y colectivo" de la violencia de género hay que actuar a tres bandas y combinar el Derecho, la Psicología y las Humanidades.

Rubio ha realizado esta reflexión en el marco de los IX Cursos de Verano Universitarios de la Universidad de Jaén, que se desarrollan hasta este viernes en la localidad de Torres, de los que Rubio ha codirigido uno de ellos, el de 'Acciones preventivas en la violencia de género: desde las políticas públicas a la acción ciudadana', junto con la profesora de Psicología de la UJA Esther López Zafra, que ha concluido este jueves, informa la Universidad de Jaén (UJA) en una nota.

La citada escritora linarense ha argumentado que "ni el sujeto que agrede o la sujeto que es agredida son sólo fenómenos de delirio, de locura, de depresión; ni son sólo sujetos penales a los que hay que ponerles la pulsera de alejamiento; ni son sólo enamorados tradicionales".

"Esos tres elementos de esa madeja nos hablan, por una parte, de emociones; por otra, de soluciones verbales, médicas o no, y, finalmente, de situaciones penales", ha manifestado antes de argumentar que se trata de un fenómeno de mucha complejidad en el que "no basta con la noticia". "Los medios de comunicación están entrenados en dar noticias, pero lo que dan es el final", ha puntualizado.

Así las cosas, para Fanny Rubio existen tres estadios donde se debe actuar, que son el campo de las humanidades y la literatura "en el comienzo"; la psicología "en el terreno intermedio", entre "el sujeto y los entornos domésticos inmediatos, la pareja o la familia", de modo que en el final se encontrarían los derechos y los medios de comunicación, es decir, "la aplicación penal y la estadística".

En opinión de esta autora, los sentimientos van en paralelo al desarrollo o a la involución social, de modo que si "en un momento determinado, en el Romanticismo, el amor era un proceso de autodestrucción o de autoinmolación de la amada", actualmente, con la creación de nuevos tipos de familia, "el amor es un fenómeno transitorio" y "se sustituye un objeto por otro, y eso produce daños que precisan tratamiento o, simplemente, tomar el toro por los cuernos y afrontar tus demandas como sujeto y convertir al otro en sujeto y no en objeto".

A su juicio, históricamente, la literatura ha sido "la aspiradora, la potencia, el motor, la plasmación imaginaria de los sueños emocionales de los individuos", aunque ha añadido que también ha sufrido un proceso de mercantilización, "de cosificación y de autodestrucción profunda".

"Nos hemos acostumbrado a leer textos breves, a sustituir la meditación, a través de la palabra, por una cadena de imágenes de frenesí, que producen, a veces, violencia, juegos o entretenimiento acelerado", ha agregado Rubio, que en este sentido ha explicado que hay una parte de la literatura que se mantiene como propuesta para la meditación, "para la sublimación, para la materialización de los sueños y para el proyecto de los tiempos futuros y para el juego de los presentes y de los pasados".

Este es el caso de la poesía, en su opinión, que "no ha pasado todavía, por suerte, y que es una propuesta para la inserción de los tiempos, para la materialización de los sueños y para las proyecciones personales", de modo que "todavía nos sirve", ha apostillado.

Por su parte, Esther López Zafra ha señalado que la psicología está en un terreno intermedio del conocimiento de la persona y de cómo ésta se relaciona socialmente. Así, ha explicado que "nos basamos en esa psicología social porque hay que darle un tratamiento global", aparte del tratamiento clínico, "ya que hay que recuperar a la persona y darle herramientas para pueda seguir funcionando y que las secuelas sean las mínimas".

Para López Zafra, en ese ámbito clínico se ha producido un gran avance, ya que en el pasado se consideraba que la mujer tenía una serie de trastornos psicológicos "por el simple hecho de ser mujer, que la estigmatizaban y la victimizaba".

Luego está la parte de la psicología social, que López Zafra estudia, "ese punto de unión entre el individuo y la sociedad", en la que intervienen la víctima y el agresor. "La raíz de los problemas es social, porque hay una transmisión de patrones culturales, de estereotipos, que se van produciendo continuamente, por lo que hay que tratar el ámbito educativo y el familiar. Hay que tratar todos los contextos y ver que todos están interrelacionados", ha señalado.

CLAUSURA DEL CURSO

La delegada del Rector para la Igualdad en la Universidad Complutense de Madrid, Isabel Tajahuerce, ha ofrecido la conferencia de clausura de este curso centrado en la violencia de género, que se ha titulado 'La Universidad como germen de la igualdad'.

Desde la UJA se recuerda que el curso trataba de "cubrir un aspecto formativo necesario, multifacético y multidisciplinar desde el cual se prevenga la violencia machista, incluso antes de que esta misma se manifieste", y la idea era "abarcar los aspectos más corrientes del día a día, desde la educación hasta la vigilancia en los ámbitos sanitarios o laborales".

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