Actualizado 08/03/2010 12:42

Gabilondo: "Todavía queda mucho por hacer" para conseguir la igualdad en la universidad

Se compromete "públicamente" a impulsar la equidad para que más mujeres accedan a puestos directivos en las universidades


MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, asegura, con motivo del centenario de la aprobación de la Real Orden de 8 de marzo de 1910, que permitió el acceso sin restricciones a la mujer a la universidad, que "todavía queda mucho por hacer" para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito universitario.

En una entrevista concedida a Europa Press, el titular de Educación señaló que en este día "lo más interesante es recordar todo lo que queda por hacer para lograr un compromiso", no sin reconocer que, echando la vista atrás, también "se encuentra fuerza e impulso en quienes fueron pioneras, mujeres que encontraron su sitio en la universidad".

"Ahora podemos decir que el 60 por ciento de las personas diplomadas y licenciadas en nuestro país son mujeres", indicó el ministro para inmediatamente añadir que esta cifra se invierte cuando se trata de mujeres en puestos de responsabilidad dentro de las instituciones universitarias, como es el caso de las rectoras y catedráticas. "Hay muchas menos mujeres de lo razonable", aseveró.

Para Gabilondo, es necesario estudiar las causas de estos datos para intentar que más mujeres accedan a cargos de gestión en el sistema universitario español porque, a su juicio, "todos somos comprensivos en nuestro discurso, tan abiertos y plurales, pero luego, de hecho, las cosas no son así". Por este motivo, destacó la labor de las unidades de género que existen en los centros universitarios o los institutos de la mujer para analizar este asunto.

"LA UNIVERSIDAD DEBE SER MODÉLICA"

"Vivimos en un país en el que las mujeres ganan un 25 por ciento menos que los hombres y esto me parece muy poco sostenible, desde el punto de vista de la justicia y de la comprensión de la sociedad de progreso en la que estamos", denunció. No obstante, el titular de Educación señaló que la universidad "debe ser modélica y pionera" porque, recordó, "no debe ser un espacio de formación de empleados, sino un espacio de pensamiento crítico y constructivo de una sociedad diferente".

Según el ministro, la universidad tiene que "impulsar procesos, generar modelos y ser una llamada social en el sentido de lo que aún nos queda por hacer". Así, los cien años de la mujer en la universidad son para el titular de Educación "una fiesta de la memoria y un compromiso con la tarea que nos espera". "Una mayor libertad en la universidad responde a una mayor libertad en la sociedad", advirtió.

"Yo, como ministro de Educación, me comprometo públicamente desde mi lugar a impulsar estos procesos para hacer posible la igualdad", aseveró, para añadir que una sociedad "no es libre del todo hasta que no sea una sociedad de igualdad en esa diversidad. Derecho a la diferencia, pero no diferencia de derechos", apostilló.

DIFICULTAD PARA CONCILIAR

Preguntado por cuáles cree que son las causas por las que pocas universitarias llegan a puestos de responsabilidad, Gabilondo dijo que, aunque éstas son "muy complejas", también tienen que ver con la dificultad para compaginar la vida laboral y la familiar. "Hay que hacer muchas apuestas en esta carrera y, en el camino, se han sacrificado muchas parejas", reconoció.

"A veces no miramos quién está cerca de las carreras profesionales y quién paga este precio", señaló el ministro, que también advirtió del gran número de personas que han tenido que renunciar a posibilidades profesionales con el objetivo de "hacer posible que crezca quien está a su lado". "Lamentablemente e históricamente, han sido las mujeres quienes más han sobrellevado este peso. Esto es cierto", reconoció.

Por último, dijo que los hombres tienen que reconocer e interiorizar esta circunstancia. "Ahí hemos sido pocos compañeros en ese proceso", indicó el ministro para quien hoy en día todavía existen "pensamientos o mensajes machistas, como que 'las mujeres tienen otra idea del poder o de las relaciones humanas". "Se trata de un proceso muy cultural, social y político y ahí espero que trabajemos todos", concluyó.