Publicado 19/12/2014 15:07

Garoña.- Las ONG ambientales celebran el "amplio consenso" para que la central de Burgos cierre "definitivamente"

Pacto político de no reapertura de Garoña
EQUO


MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las organizaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han celebrado el "amplio consenso parlamentario" mostrado ayer para que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) permanezca "cerrada definitivamente".

En un comunicado conjunto han manifestado que esta postura contrasta con "los intentos del Gobierno y eléctricas de ampliar la vida de las centrales nucleares" hasta los 60 años de vida, por lo que han calificado este pacto firmado por todos los grupos de la oposición salvo CiU y UPyD para evitar la reapertura de la planta cuando las condiciones legislativas lo permitan de "un paso muy importante".

Para las ONG el "amplio rechazo social y político a cualquier intento de reapertura" contrasta con la intención del Gobierno de reabrir Garoña, algo que se recoge en la Planificación de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020, que cuenta con la reapertura de esta central y que, junto con su Informe de Sostenibilidad Ambiental, se encuentra actualmente en consulta pública para su evaluación de impacto ambiental.

En este contexto, reclaman a los partidos firmantes que "se mantengan firmes y en oposición activa" ante el intento del Ejecutivo de ampliar la vida de las centrales hasta los 60 años y les piden que se dirijan "directamente" a Iberdrola y Endesa, propietarias de Garoña al 50 por ciento para que éstas "renuncien a la ampliación de la vida útil de esta obsoleta y peligrosa central".

En este sentido, recuerdan que la planta lleva ya dos años desacoplada de la red eléctrica sin que haya significado problema alguno para la seguridad del suministro eléctrico y que este reactor es gemelo al número uno de la central de Fukushima Daiichi (Japón) "protagonista del terrible accidente nuclear acaecido en 2011".

En su valoración estiman que los riesgos derivados del envejecimiento de Garoña son "insalvables" porque ciertas partes "esenciales" de los reactores "no pueden ser sustituidas" y los reemplazos y actuaciones introducen "nuevos riesgos" por diferencias en la compatibilidad. Además, estiman que la pérdida de personal experimentado (en especial aquellos que conocen la planta desde el principio) conduce a la desaparición de unos conocimientos de vital importancia y que el aumento del almacenamiento del combustible nuclear gastado también añade riesgos.

"Lo más importante es que ninguna de las posibles modificaciones sería suficiente para que una central tan antigua pudiese alcanzar los niveles de seguridad que se exigen a centrales de nueva construcción", han asegurado.

Finalmente, reclaman un plan de reactivación económica en la zona de influencia de la central de Burgos, algo que se acordó en la anterior legislatura para buscar "alternativas" económicas "sostenibles, limpias y seguras", entre las que se encontraba la construcción de un Parador Nacional de Turismo.

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