Actualizado 21/08/2009 14:13

Invalidan una de las últimas teorúias para viajar por encima de la velocidad de la luz


MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una investigación, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala dos obstáculos que parecen invalidar la propuesta teórica del motor de curvatura para viajar más rápido que la luz, a más de trescientos mil kilómetros por segundo.

Esta hipótesis se basa en el movimiento del propio espacio tiempo que, en principio, puede contraerse y expandirse sin límite de velocidad. Las conclusiones del trabajo aparecen publicadas

en la revista 'Physical Review'. "Paradójicamente, la teoría del motor de curvatura tiene su origen en la ficción", señala el estudio.

En este sentido, destaca que se trata del mecanismo que permite a los personajes de la serie de ciencia ficción 'Star Trek' surcar el espacio más rápido que la luz, o a velocidades superluminares, mediante la distorsión del espacio tiempo.

Su salto al terreno científico tuvo lugar en 1994, según explicó el CSIC, año en el que el físico mexicano Miguel Alcubierre publicó un artículo en la revista 'Classical and Quantum Gravity' titulado 'El motor de curvatura: viaje hiperveloz en el marco de la Relatividad General'. Este trabajo aprovecha la flexibilidad de la geometría del espacio tiempo, que se curva en presencia de materia del mismo modo en que, por ejemplo, una pelota situada sobre una sábana tensada curva el tejido a su alrededor.

En el Universo, los objetos de mayor masa producen curvaturas más acentuadas. Sobre esta base, Alcubierre diseñó un medio de transporte en forma de burbuja con paredes compuestas de materia exótica (un tipo de materia aún hipotético que tiene propiedades gravitatorias repulsivas) que producen una contracción del espacio tiempo en la proa y una dilatación en la popa similares a una ola en el mar.

El investigador del CSIC Carlos Barceló, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, en Granada, explica que "una nave dentro de la burbuja alcanzaría su destino sin moverse por la distorsión local del espacio tiempo, igual que un surfista situado sobre la cresta no ejerce un movimiento propio pero alcanza la orilla gracias al de la ola".

Según los autores, esta hipótesis matemática mostraba "debilidades desde su publicación, aunque no se descartaba". Sin embargo, explican, hay un punto que no se había contemplado hasta el momento y que puede afectar al movimiento de esa burbuja: "cómo actúan las fluctuaciones cuánticas ante las curvaturas".

De acuerdo con las estimaciones del trabajo, si la burbuja se desplaza a velocidad superior a la de luz, los tripulantes verán como las paredes anterior y posterior se comportan respectivamente como un horizonte negro y otro blanco, similares a los que tienen los agujeros negros.

Así, si el astronauta de la nave mira hacia atrás no verá absolutamente nada, un horizonte negro, ya que se está desplazando a mayor velocidad que la luz y ninguna señal puede alcanzarle; en cambio, la proa de la nave recibirá todas las señales, y por ello se habla de horizonte blanco.