Actualizado 31/08/2015 15:50

Mabel Lozano: "A los hombres les cuesta creer que quien sonríe en el club es una esclava"

MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -  

   "A los hombres les cuesta creer que la chica que les sonríe en el club en realidad es una esclava, una víctima de trata con fines de explotación sexual". Lo dice la cineasta Mabel Lozano al hilo del estreno de su último documental, 'Chicas Nuevas 24 horas', que se centra en el modo en que millones de niñas, adolescentes y mujeres son despojadas de todos sus derechos para el goce de prostituyentes (los llamados clientes) en países como España.

   Tras 'Voces contra la trata' (2007), que ponía el foco en las víctimas, y el cortometraje 'Escúchame' (2010), que mostraba la realidad de los prostituyentes, la otrora actriz y reconocida activista lanza 'Chicas Nuevas 24 horas' con la perspectiva del negocio, el tercero más lucrativo del mundo sólo por detrás del tráfico de armas y de drogas, tomando como punto de partida las pautas que cualquier emprendedor aprendería en una escuela de negocios: la ley de la oferta y la demanda.

   Seleccionar la mejor materia prima, con el mejor potencial, utilizando intermediarios "de confianza". Abrir mercado aprovechando redes eficientes de logística y distribución. Satisfacer la demanda e incluso anticiparse a ella. Sacar el máximo jugo al producto y si se agota o se estropea, desecharlo y reemplazarlo con uno nuevo. Así expone las claves del negocio este documental que enfrenta al espectador con la realidad de mujeres y niñas tratadas como mercancía.

   "Somos el tercer país en consumo de sexo de pago sólo por detrás de Tailandia y Puerto Rico. En España es de siempre, de toda la vida, ni siquiera está mal visto. Es normal que se celebren fiestas y cumpleaños en los clubes. Está claro que parte de ese consumo de sexo viene de mujeres que se captan en otros países para suministrar ese mercado tan grande porque si te fijas, en la calle por ejemplo, la mayoría de estas mujeres son extranjeras", señala Lozano.

   Según la OIT, cuatro millones y medio de personas, la mayoría mujeres y niñas, son tratadas cada año con fines de explotación sexual. "Es un negocio que mueve 32.000 millones de dólares al año en todo el mundo bajo la única ley de la oferta y la demanda (...) Si la demanda en nuestro país es de mujeres cada vez más jóvenes, pues se captan cada vez más jóvenes", denuncia Mabel Lozano.

   Por eso, considera imprescindible "decirle a quien consume que en muchos casos esa mujer es víctima de trata". "A los hombres les cuesta creer que detrás de esa mujer que les sonríe en el club haya una esclava, no saben que sonríe porque está obligada, porque le va la vida en ello; que no la está dando de comer, sino contribuyendo a que sus dueños se enriquezcan; que igual ella no ha comido en varios días, le han quitado el pasaporte y tiene una deuda tremenda. Hay que educar", reclama.

VISUALIZAR EL DELITO

   "Hay que visualizar este delito --prosigue Lozano--. Pensamos que todo el mundo lo conoce y no es así. Lo que hay encima de esas grandes plataformas en muchos casos es un drama humano horrible. Es importante mostrarlo, mostrar que nunca ha sido tan barato como ahora una esclava. Que se coge una mujer en Paraguay y luego otra nueva de Nigeria. Siempre hay una niña pobre y vulnerable a la que engañar y traer, son chicas nuevas 24 horas".

   El trabajo, rodado en cuatro países (Colombia, Paraguay, Argentina y España) a lo largo de cuatro años, nació con el objetivo de llegar a ese punto de partida. Muestra la facilidad con que las víctimas de trata son engañadas con el reclamo de un trabajo que les permitirá afrontar sus cargas familiares y revela todo lo que supone para ellas: hipotecan --cuando no transfieren sin saberlo-- la vivienda familiar para pagar el viaje con intereses de más del 400%.

   Al llegar, son forzadas a incrementar la deuda contraída a golpe de multa por comer, por dormir e incluso por hablar o por moverse, mientras son explotadas como esclavas sexuales. Ocurre en lugares como Madre de Dios, en Perú; o en la triple frontera Paraguaya. "Niñas y mujeres captadas en las zonas más humildes, donde la mayoría son guaraní parlantes y vendidas en clubes de Alicante en régimen de semiesclavitud", resume la directora.

VULNERABLES, INVISIBLES

   El lugar de partida es dispar, pero el origen, como concluye Lozano, es el mismo: "la desigualdad y la feminización de la pobreza, junto a la falta de afecto en familias que son muy grandes y muy pobres y donde el hijo mayor adquiere la responsabiliad de ayudar a la familia", chicas de 14 años que salen a buscar trabajo "y son así mucho más vulnerables".

   "Es el auténtico sueño migratorio. La globalización ha hecho que nunca sea más barato ni más fácil el movimiento de personas. Esto es muy propicio para la trata porque es muy fácil llegar a zonas donde las mujeres son vulnerables y venderles ese sueño migratorio. Vente a trabajar en hostelería, en el servicio doméstico etcétera. Ellas a veces hipotecan o transfieren todo lo que tienen para decir que sí a ese sueño", denuncia Lozano.

   Por eso, y siguiendo las mismas leyes de ese 'negocio' la cineasta pide atajar la demanda pero también la oferta. "Hay que hacer un trabajo en origen enorme, son países donde la desigualdad es radical, donde no hay oportunidades reales para las mujeres", señala, para recordar además la complicidad de distintos estamentos en toda la trama que termina con la mujer explotada, desde las autoridades hasta "incluso los notarios" que dan fe de que ella, sin saberlo, transfiere su casa para pagar el viaje. "Es algo que está ocurriendo y es brutal", comenta.

   Para la cineasta, además, "el problema de la trata es la invisibilidad de las mujeres, que las perjudica". "No escuchamos sus voces. Escuchamos las voces de prostitutas empoderadas, pero a las victimas de trata no se las oye. Están estigmatizadas y si levantan la voz, en muchos casos, están poniendo en peligro a sus familiares que están en el país de origen al lado de la persona que las ha captado", plantea.

EN CINES A PARTIR DEL 4 DE SEPTIEMBRE

   Con ese afán por visibilizar el delito, 'Chicas Nuevas 24 horas', que se mostrará en La Cineteca del Matadero de Madrid los días 4, 5 y 6 de septiembre y a partir del 17, en los Cines Zoco de Majadahonda (Madrid), se estrena enclavado en un proyecto multimedia que incluye una novela ('Puta no soy', de Charo Izquierdo), una exposición que se estrenará en Casa de América el 23 de septiembre y toda una serie de acciones 'online' para llegar a ese público, cada vez más joven, que consume sexo de pago.

   El filme, traducido también al Quetchua y al Guaraní, se mostrará en los países de origen, como Paraguay, que lo ha declarado de Interés Nacional, Bolivia o Brasil pero también en los de destino como Holanda o Alemania. Está seleccionado al Premio Fenix 2015 al mejor documental iberoamericano y se mostrará en Río de Janeiro y en la Seminci de Valladolid, entre otros.

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