PEKÍN, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno chino ha anunciado que tiene como objetivo "regular" las organizaciones no gubernamentales extranjeras (ONG) para poder incremental su control y supervisar las actuaciones de un sector que está creciendo rápidamente en el país, según han recogido los medios estatales este lunes.
"El proyecto de ley tiene por objeto regular las actividades de las ONG extranjeras en China, proteger sus derechos e intereses legales, y promover los intercambios y la cooperación entre China y los extranjeros", ha explicado el viceministro de Seguridad Pública, Yang Huanning. "Es necesario contar con una ley para regular, orientar y supervisar sus actividades", dijo Yang.
Para ello, ha presentado un nueva ley que se discutirá a lo largo de esta semana. Realmente, China comenzó a investigar en secreto las operaciones de las ONG hace varios meses como parte de una campaña de seguridad liderada por el presidente Xi Jinping.
Ya en el pasado mes de noviembre, la ciudad sureña de Guangzhou puso en marcha una regulación de las ONG con financiación extranjera, generando temor entre los trabajadores humanitarios que se veían como potenciales objetivos de nuevas acciones de represión.
Ahora, si se aprueba el proyecto de ley, las ONG extranjeras tendrían que registrarse y obtener la aprobación de las autoridades para poder establecer oficinas de representación o trabajar temporalmente en China, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
Todos los niveles del Gobierno tendrían que "ofrecer consultas políticas, asistencia y orientación para las ONG en el extranjero para que puedan funcionar de manera eficaz y legalmente en el continente", ha agregado Xinhua.
CRECIMIENTO DEL SECTOR
Las ONG han proliferado rápidamente en China en los últimos años y pueden tener una relación de confrontación con el Gobierno, especialmente si trabajan con grupos sensibles como las prostitutas o drogadictos. El Gobierno las acusa de querer expandir los valores occidentales en el país.
Muchas de las ONG extranjeras que operan en China se han registrado como empresas porque el proceso es más sencillo. Incluso existen organizaciones que, debido a las barreras, trabajan sin el permiso requerido.
El Gobierno de Xi ha lanzado una amplia ofensiva contra la libertad de expresión y de asociación desde que llegó al poder el año pasado, incluyendo el encarcelamiento de activistas contra la corrupción que han empujado a los funcionarios a declarar sus bienes.
