Publicado 20/01/2015 15:16

Ecologistas denuncia que España ha cumplido con Kioto emitiendo 1.000 millones de toneladas de CO2 más de lo previsto

CENTRAL TÉRMICA, ENERGÍA, INDUSTRIA
EUROPA PRESS


MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

La organización Ecologistas en Acción ha denunciado que España ha cumplido con los compromisos del Protocolo de Kioto, según las cuentas provisionales del Gobierno, mediante la crisis económica y la compra de derechos de emisión, porque, en realidad, ha emitido 1.000 millones de toneladas de CO2 más que la senda prevista inicialmente.

Para la organización, esta forma de cumplir "ha sido incorrecta" y el protocolo se ha cumplido a través de la compra de derechos de emisión y con la ayuda de la crisis económica, pero no se ha llegado al objetivo gracias a la "escasa o nula" puesta en marcha de medidas de mitigación del problema.

En la reunión anual del Consejo Nacional del Clima del pasado martes 13 de enero la presidenta, la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, anunció que, según los datos sobre emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), recientemente remitidos a Naciones Unidas, el Estado español habría cumplido el protocolo de Kioto gracias a la compra de derechos de emisión.

Con la firma del Protocolo de Kioto, los Estados se comprometían a que las emisiones medias entre los años 2008 y 2012 no superasen un cierto porcentaje respecto a las emisiones de 1990. En la mayoría de los casos estos compromisos suponían reducciones de las emisiones, pero en el caso del Estado español el tratado permitió un aumento máximo del 15 por ciento.

Sin embargo, la organización señala que pese a que se esperaba que la senda de descenso o incremento sería gradual, las emisiones en España "crecieron desbocadamente" hasta que en 2007 superaron casi en un 50 por ciento las emisiones de 1990, considerado año base.

Mientras, a partir de 2008, la bajada de producción, consumo y movilidad debida a la crisis económica tuvo el efecto de reducir drásticamente las emisiones, de forma que la media entre los años 2008 y 2012 se situó en el 23,7 por ciento sobre el año base.

La diferencia entre el 15 por ciento permitido y el 23,7 por ciento se ha cumplido gracias a los mecanismos de flexibilidad previstos en el tratado, fundamentalmente la compra de derechos de emisión por valor de unos 800 millones de euros, en gran parte procedentes de países del este de Europa.

SIN ESFUERZOS

Por ello, para Ecologistas este es un balance "negativo" porque supone que "apenas" se han hecho esfuerzos por combatir el cambio climático, ya que se ha seguido promocionando un modelo energético y urbanístico y de consumo "basado en el derroche". Mientras, el desarrollo de las energías renovables ha estado acompañado por un aumento de las emisiones, debido entre otras causas al crecimiento de la demanda y quema del carbón y de gas natural, así como al aumento de la movilidad y la construcción de grades infraestructuras de transporte.

De este modo, la organización denuncia que "no se han sentado las bases estructurales para avanzar hacia una economía baja en carbono", y ha asegurado que la nueva energía sigue siendo "una quimera".

Al mismo tiempo, ha lamentado que la senda de las emisiones en se incrementó un promedio del 3 por ciento cada año frente al 0,75 por ciento previsto. Como resultado de comparar ambas cifras --la de la senda de crecimiento, con la realmente efectuada--, Ecologistas apunta que se han emitido a la atmósfera de casi mil millones de toneladas adicionales, lo que equivale a casi lo que emite España en tres años.

"Los sucesivos gobiernos españoles nunca se han tomado realmente en serio el cambio climático y se han limitado solo a disimular y cumplir las apariencias que los compromisos internacionales les obligaban", ha denunciado la organización que ha lamentado la falta de un plan coherente para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.

En definitiva, ha calificado de "desastrosa para el clima y el medio ambiente" la política de los sucesivos gobiernos españoles, que se han limitado a incorporar la normativa ambiental europea impuesta pero que nunca han asumido de verdad el compromiso ambiental que necesita nuestra sociedad.

Finalmente, cree que "solo un cambio de rumbo" en la política económica y energética que se basara en la verdadera sostenibilidad sería la garantía de cumplimiento de las exigencias climáticas y de justicia ambiental.