Actualizado 05/02/2016 18:13

Luciano Poyato, Plataforma del Tercer Sector: "Somos un lobby de lo social"

MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El recién reelegido presidente de la Plataforma del Tercer Sector fundada en 2012, Luciano Poyato, destaca como un logro haber logrado en plena crisis económica que más de 30.000 entidades de acción social de todo el país se unieran en una sola voz para canalizar reivindicaciones y entablar interlocución con el Gobierno, un diálogo en el que han cosechado "éxitos" como la actualización de la Ley del Voluntariado o la pionera Ley del Tercer Sector. "Somos un lobby de lo social", afirma.

   En una entrevista con Europa Press, Poyato pone en valor esta capacidad recién adquirida de estar presentes en los órganos de toma de decisiones --tienen su propio espacio de interlocución con el Ejecutivo aprobado por una Orden Ministerial--, y de influir en las políticas --reivindicaron el recurso al Constitucional contra la llamada 'ley mordaza'--, pero incide en que el primer paso es que la propia plataforma tengan conciencia de ello.

   "Ahora existe un lobby de lo social pero quien primero se lo tiene que creer somos nosotros como organizaciones y tenemos que lograr además estar más presentes en la vida pública, en los medios de comunicación (...) que nos conozcan no sólo las personas con las que trabajamos, que son los más vulnerables, sino también las clases medias y altas de este país para que sepan lo que pasa", ha señalado.

   Se refiere a la situación en la economía real, a que en la España democrática "nunca ha habido tanta necesidad ni tanta exclusión social como ahora", un entorno que ha servido de "catalizador" para la unión de un sector de "gran atomización y dispersión geográfica" y donde conviven entidades que trabajan en ámbitos distintos, con enfoques, ideologías y creencias diferentes y con un alto nivel de autonomía.

   "Avanzamos a buen ritmo. Sólo llevamos cuaro años juntos y poner de acuerdo a tantas entidades que tienen su propia independencia y que son heterogéneas es un logro. Hay sectores que llevan articulados mucho más tiempo, como los sindicatos o los empresarios. Nosotros somos un movimiento más joven, una especie de patronal de lo social", señala.

   En su opinión, la clave está en que las entidades sean capaces de ponerse de acuerdo en cuáles son las necesidades tanto del tercer sector como de los miles de ciudadanos que atiende cada año en España. Considera que con esa premisa, se seguirá consolidando la plataforma, que ha comenzado a vertebrarse ya a nivel territorial para poder captar de abajo a arriba las distintas demandas.

   "El desarrollo territorial es muy importante porque no en todos los territorios existen los mismos datos de garantía social, de ingreso mínimo de inserción y todo eso hay que regularlo", señala Poyato, que es partidario de que sin invadir las competencias de las comunidades autónomas, el Estado habilite espacios de colaboración con ellas para garantizar que todos los ciudadanos tienen el mismo nivel de protección independientemente del lugar donde residan.

   "Sería lo deseable, marcar puentes y reequilibrar las situaciones de desigualdad", afirma Poyato, para destacar que "más del 50% de lo que se invierte en rentas mínimas de inserción lo aporta el País Vasco, que pone una cantidad de recursos que el resto de las comunidades no ofrecen a sus ciudadanos". "Tiene que haber un reequilibrio", ha apostillado.

   Esta idea forma parte de la agenda social de su mandato para los próximos cuatro años junto a la continuidad de una reivindicación que ya elevaron en campaña electoral: reclaman una reforma de la Constitución que equipare los derechos sociales y políticos y económicos a derechos fundamentales y reconozca al Tercer Sector como agente de interlocución en la sociedad.

   También en el capítulo de retos, sitúa el desarrollo de la Ley del Tercer Sector, así como hacer incidencia para conseguir que el próximo ejecutivo solucione el problema competencial en el reparto de la recaudación de la casilla solidaria de la declaración de la renta para fines sociales, ya que el Tribunal Supremo anuló el último decreto regulador y la Legislatura ha terminado sin que el Ejecutivo aprobase uno nuevo.

   Por encima de todo, sitúa no obstante la necesidad de conseguir que se ponga en marcha "un plan de lucha contra a pobreza ya". "No podemos esperar a que remonte la cifra de empleo o que el PIB suba porque eso lleva tiempo y no podemos dejar mientras tanto a la gente atrás. Proponemos un pacto a nivel de Parlamento, hay que ver ahora cómo se coordina", ha apostillado.

   Reconoce que son muchos retos, pero considera que es asumible. "Cuando nos constituimos tampoco pensamos que íbamos a poder alcanzar las metas que hemos logrado en cuatro años", añade.