Publicado 10/04/2014 08:38

MSF acusa a la UNMISS de "indiferencia" ante la situación de 21.000 desplazados alojados en Tomping (Sudán del Sur)

La UNMISS recalca que las bases de Yuba y Malakal no están diseñadas para acoger a desplazados internos

MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha acusado este miércoles a la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) de mostrar "indiferencia" ante la situación que atraviesan 21.000 desplazados que se encuentran alojados en el campamento de Tomping, en la capital, Yuba.

La ONG ha indicado que la misión "ha rechazado mejorar las condiciones de vida" de los desplazados y ha recalcado que la zona en la que se encuentra es "propensa a inundarse".

"MSF advierte de que todas estas personas estarán aún más expuestas a sufrir enfermedades y epidemias si permanecen allí. Pese a las repetidas peticiones por parte de las organizaciones humanitarias, la ONU no ha actuado sobre el terreno para mejorar las condiciones de vida de esta población cuyas posibilidades de supervivencia se ven cada día más amenazadas", ha indicado.

En su comunicado, la ONG ha puesto en duda "el compromiso de la ONU para cubrir las necesidades de los grupos más vulnerables del país" y ha pedido "una acción inmediata para salvar las vidas de las miles de personas que están en el campo de Tomping".

MSF ha destacado que los residentes en Tomping "están hacinados en las zonas bajas del recinto, que se inundan cada vez que llueve". "En la clínica que MSF tiene en el campo de desplazados, las enfermedades diarreicas, las infecciones respiratorias y las enfermedades de la piel representan más del 60 por ciento de los casos tratados", ha detallado.

"MSF y otras organizaciones han pedido en varias ocasiones que se expandiera el campo a otra zona del recinto que está vacía y que es menos proclive a sufrir inundaciones, al menos como medida temporal para salvar vidas. Sin embargo, todas las solicitudes que se han hecho hasta la fecha han sido rechazadas", ha lamentado la organización.

Por su parte, la coordinadora de Emergencias de MSF, Carolina López, ha sostenido que "la decisión de la ONU de no mejorar las condiciones en Tomping es vergonzosa".

""Durante las primeras lluvias de la temporada se colapsaron 150 letrinas, que se vieron desbordadas por la crecida del agua. La gente está viviendo en canales de desagüe naturales y hay una sola letrina por cada 65 personas", ha dicho.

"Las lluvias, que suelen durar unos seis meses, son cada día más intensas. Si no se hace nada inmediatamente, las consecuencias, que ya son terribles, pueden resultar fatídicas. Se debe expandir el campo de forma inmediata a zonas secas, ya sea como solución temporal o definitiva", ha agregado.

En su comunicado, MSF ha recordado que la máxima responsable de la UNMISS, Hilde Johnson, reconoció el 3 de abril que Tomping estaba "en riesgo inminente de convertirse en una trampa mortal", tras lo que anunció su cierre de cara al mes de mayo.

Sin embargo, la organización ha recalcado que el plan de Naciones Unidas de establecer un lugar alternativo "es poco realista" y ha apuntado que, pese a que 1.118 residentes han sido trasladados a un campamento conocido como 'Yuba House', la mayoría se opone al traslado por temores relacionados con su seguridad.

"En cualquier caso, aunque este plan fuera una opción válida hace un mes, trasladar a 20.000 personas a día de hoy hasta un lugar que no está preparado, con las lluvias ya empezando, no es realista. Es incomprensible que no se pueda usar un espacio que está ahí disponible", ha argumentado López.

"Ahora dicen que no hay espacio suficiente en Tomping, pero este argumento es inaceptable cuando en el otro lado de la alambrada hay un parking y una zona de almacenaje seca", ha remachado.

CAMBIO DE RUMBO EN TODO EL PAÍS

Por otra parte, MSF ha indicado que la ONU "ha de cambiar su rumbo en todo el país" y ha destacado que "hay miles de personas en campos de la UNMISS en otras zonas de Sudán del Sur que no están preparados ante la inminente llegada de las lluvias".

"En la base en Malakal, algunos datos provisionales recogidos por MSF indican que ya existe un índice de mortalidad muy alto. Sin embargo, las agencias de la ONU no hacen nada para mejorar la situación", ha criticado.

"En Minkamman, un descampado que está fuera de otro complejo de la ONU, unas 82.000 personas que huyeron de los enfrentamientos de Bor viven en unas condiciones terriblemente duras", ha denunciado.

En este sentido, ha detallado que sus cuatro clínicas pasan unas 2.000 consultas a la semana, al tiempo que ha añadido que "con los problemas de saneamiento que hay, los equipos están muy preocupados por la posibilidad de que se den enfermedades relacionadas con la mala calidad del agua".

"Se están dando importantes retrasos en la puesta en marcha de las actividades de la ONU debido a la compleja burocracia interna a la que se enfrentan. Sus planes están trazados, pero a día de hoy no tienen infraestructuras preparadas", ha insistido López.

"El 18 de marzo, la misión de la ONU en Sudán del Sur informó al Consejo de Seguridad de que la 'Protección de Civiles es una de las prioridades clave", ha dicho el secretario general de MSF, Jerome Oberreit.

"La dirección de la ONU debe recordar que protección significa algo más que poner a la gente en un recinto cerrado. Es básico que las condiciones de vida sean buenas y para ello se requiere de una acción urgente y pragmática. La gente debe estar a salvo de las enfermedades además de la violencia", ha apostillado Oberreit.

RESPUESTA DE LA UNMISS

Por su parte, la UNMISS ha reiterado este miércoles su voluntad de proteger a la población civil y ha cifrado en 75.000 el número de civiles que han buscado refugio en sus bases.

En su comunicado, ha destacado que las bases de Yuba y Malakal no están diseñadas para acoger a desplazados internos y ha advertido que "con un espacio personal cercano a menos de una décima parte de los recomendado por los estándares humanitarios, el riesgo de brotes de enfermedades es muy alto".

En este sentido, ha expresado una especial preocupación por la congestión en Tomping y Malakal, si bien ha destacado que está trabajando para mejorar la situación sanitaria y de acceso a agua potable para minimizar los riesgos.

"La misión ha negociado con las autoridades sursudanesas para tener acceso a más terrenos para acomodar a los desplazados y está construyendo nuevos complejos en Bor, Yuba y Malakal", ha detallado, antes de especificar que los proyectos se han visto retrasados por la violencia en Malakal y la limitada disposición de ingenieros.

Alrededor de un millón de personas de Sudán del Sur se han visto forzados a abandonar sus viviendas a causa del conflicto, según los datos que maneja la ONU, que ha resaltado que continúa abogando por la implementación de medidas políticas y de seguridad que permitan el retorno de estas personas a sus viviendas.