MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones que en España forman parte de la red Migreurop han reclamado la intervención diplomática española para que Marruecos revoque la prohibición de entrada al país al sacerdote jesuita Esteban Velázquez, responsable en Nador de la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger, que se dedicaba a atender a los migrantes y refugiados en la etapa final de su periplo hacia Europa.
El pasado 11 de enero, a este sacerdote jesuita le fue denegada la entrada a Marruecos y le fue requisado el permiso de residencia marroquí del que era titular, cuando intentaba entrar al país vecino a través de Melilla.
Este religioso católico ha sido el responsable en Nador de la Delegación de migraciones del Arzobispado de Tánger desde hace tres años, durante los cuales ha destacado por la defensa de los derechos fundamentales y la atención humanitaria de las personas migrantes y refugiadas, así como por su labor de inclusión social con los jóvenes marroquíes en riesgo de exclusión.
Las organizaciones consideran que los verdaderos motivos que subyacen en esta expulsión residen en la denuncia pública que ha hecho el sacerdote sobre vulneraciones de derechos humanos de los migrantes en el país.
"No ha dudado en dar testimonio de grandes vulneraciones ni en señalar a los responsables de las mismas sin hacer distinciones ya se vean afectadas las fuerzas de seguridad marroquíes, las españolas o a quienes trafican con personas", apuntan desde Migreurop.
Ante esta situación, piden al Gobierno español que actúe a través de la diplomacia. "Nos parece inaceptable la absoluta inacción del Gobierno español a la hora de responder ante el trato flagrantemente injusto recibido por parte de uno de sus ciudadanos mientras se vanagloria de tener una relación privilegiada con el gobierno marroquí", afirman.
A su juicio, la expulsión de Velázquez por parte de Marruecos demuestra que, a pesar de "determinados gestos" llevados a cabo por el Estado marroquí en los últimos tiempos, "libertades tan básicas como la religiosa, de conciencia y de expresión están muy lejos de ser una realidad en su territorio".
En esta línea, denuncian que los migrantes que llegan a la zona fronteriza sufren la "represión" del Estado marroquí que "emplea medios proporcionados por la propia Unión Europea".
