Actualizado 13/06/2013 14:34

Un total de 22.000 personas, 500 en España, han muerto en la UE por la quema de carbón en centrales térmicas en 2010

Carbón
EUROPA PRESS


MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un total de 22.000 personas, 500 de ellas en España, han muerto en la Unión Europea por la quema de carbón en centrales térmicas durante 2010, según el informe 'Asesinos silenciosos' de Greenpeace que analiza el impacto de la quema de carbón en 300 de las mayores centrales térmicas en la salud de los europeos.

Según el estudio, que ha sido realizado a raíz de una investigación de la Universidad de Stuttgart (Alemania), las muertes prematuras relacionadas con la contaminación de estas instalaciones en el año 2010 ascendieron a 22.000 personas, y calcula que de materializarse las 50 de nuevas centrales térmicas de carbón proyectadas en la Unión Europea, esta cifra ascendería en 2.700 fallecimientos más cada año. El estudio también eleva a 120.000 los días laborables perdidos y a 5.800 los años perdidos en cuanto a esperanza de vida.

En cuanto a España, el informe destaca que en 2010 se produjeron 500 fallecimientos prematuros por las grandes centrales, propiedad e E-ON, ENEL-Endesa e Iberdrola. Los datos corresponden a la época inmediatamente anterior a la entrada en vigor del Real Decreto que subvenciona la quema de carbón nacional; es decir, de cuanto esta fuente de energía ocupaba una parte más reducida del mix energético.

En este contexto, Greenpeace ha destacado que después de las subvenciones a la quema de carbón nacional, España se ha convertido en uno de los países con mayor aumento de emisiones de gases de efecto invernadero.

La ONG ha insistido en la viabilidad técnica y económica de un sistema energético basado íntegramente en energías renovables en 2050 que no sólo permitiría frenar el cambio climático, sino detener los impactos que los combustibles fósiles tienen en la salud.

Además, el estudio alemán subraya que en Polonia, Bulgaria o la República Checa, los países más afectados por impactos de estas instalaciones, murieron más personas en 2010 por el carbón que por accidentes de tráfico.

"Las centrales térmicas de carbón emiten millones de toneladas de gases tóxicos y partículas que provocan graves impactos ambientales, económicos y sociales. Enfermedades respiratorias, cáncer o ataques al corazón, son algunas de las consecuencias de que nuestros políticos cedan a la presión de las grandes eléctricas para seguir explotando fuentes de energía obsoletas e innecesarias", ha advertido la responsable de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace, Aida Vila.

Asimismo, Greenpeace considera que la reforma energética que prepara el Gobierno debe ir en este sentido y debe ir de acuerdo con las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía que en su último informe subraya la necesidad de eliminar progresivamente el carbón del mix energético, con el objetivo de alcanzar los objetivos de reducción de emisiones para frenar el cambio climático.