Actualizado 17/12/2014 10:35

Gobierno alega "grave riesgo" para Guardia Civil en el salto de la valla en el que un migrante fue golpeado

MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno alega que en el salto de la valla de Melilla que se produjo el pasado 15 de octubre, cuando un migrante fue golpeado por varios agentes de la Guardia Civil, se había puesto primero "en grave riesgo la integridad física" de los agentes, que se vieron "obligados a hacer uso" de sus defensas, como en otras ocasiones, "conforme a los principios básicos de actuación" que marca la ley.

   En una respuesta parlamentaria por escrito a la que ha tenido acceso Europa Press, el Ejecutivo responde así al diputado de Amaiur Jon Iñarritu, que se había interesado por saber, entre otras cosas, "cuál es la razón por la que varios agentes agredieron de manera violenta" a aquel joven, en un suceso que fue grabado y difundido por la ONG Prodein.

   Las imágenes mostraron cómo tras un intento de salto protagonizado por un centenar de personas, el afectado comenzó a descender por la escala que la Guardia Civil había apostado contra la valla para tal fin. Una vez situado sobre los peldaños, recibe varios golpes, dos de los cuales parecen impactar en la cabeza, por parte de los agentes que rodean la escala, y acaba cayendo al suelo.

   Acto seguido, se ve cómo dos agentes arrastran el cuerpo para separarlo de la escalera e intentan sin éxito que se mantengan sentado. Después de unos minutos en los que el migrante permanece inmóvil en el suelo, dos agentes más se acercan y entre los cuatro, lo cargan en volandas hasta un lugar más apartado de la valla, donde lo arrastran hasta el margen de la carretera. Finalmente, lo entregan a Marruecos por la puerta de servicio de la valla, sin que se aprecie ningún movimiento físico por parte del joven.

  "En muchas ocasiones, como la que se plantea en la pregunta, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se enfrentan a situaciones en las que los inmigrantes, en el transcurso del asalto ilegal a la frontera, presentan actitudes agresivas y violentas. Ante estas situaciones, los agentes se ven obligados a hacer uso, el mínimo e imprescindible, de la fuerza para reducirlos, mediante la utilización de la defensa oficial" (la porra), dice el Gobierno.

   Según explica, "en el transcurso de estas intervenciones y en particular, la planteada en el texto de la pregunta, se puso en grave riesgo la integridad física de los guardias civiles, llevando a cabo los inmigrantes intentos de agresión mediante el empleo de garfios y otro tipo de herramientas artesanales", así como "se lanzaron piedras y se utilizaron palos".

  "Además de lo anteriormente mencionado, algunos inmigrantes prendieron fuego a la ropa y la lanzaron en llamas sobre los agentes de la Guardia Civil, otros escupían a los guardias civiles que intentaban neutralizarles al mismo tiempo que gritaban 'ébola, ébola' y se tocaban las heridas e intentaban tocar el rostro de los guardias civiles que se les aproximaban realizando el mismo grito intimidador", asegura.

   Sobre la expulsión sobre la marcha del joven a Marruecos, la respuesta oficial dice dos cosas: que "alguno de los inmigrantes ofreció resistencia pasiva, lo que obligó a los guardias civiles a transportarlo a brazo" y que no fue "en ningún caso" una expulsión, sino "una labor de contención y de rechazo en frontera en el ámbito de la vigilancia fronteriza".

   Se pronuncia asimismo, a petición del diputado, por los heridos para "resaltar que en ningún caso, se encontraban inconscientes ni presentaban heridas o lesiones que necesitaran atención médica". "La Cruz Roja atendió en el propio entrevallado a varios inmigrantes a requerimiento de la Guardia Civil, de los que cinco fueron trasladados al Hospital Comarcal de Melilla y dados de alta transcurridos escasas horas", expone.

   En total, conforme dice el Gobierno, "en el conjunto de la intervención resultaron heridos cinco militares marroquíes, seis guardias civiles, cinco inmigrantes que fueron atendidos en el Hospital Comarcal de Melilla y ocho inmigrantes que fueron atendidos en el Hospital de Nador (Marruecos)".

  "Ninguno de los heridos revisión especial gravedad excepto el caso de un Sargento de la Guardia Civil que cayó desde una altura de cinco metros de la valla tras recibir varias patadas de un inmigrante", asegura el Ejecutivo.

   El diputado preguntaba además por el estado de salud de la persona que aparece en las imágenes, su nacionalidad, su edad o si tenía intención de pedir asilo, así como quería averiguar si se había abierto alguna investigación para esclarecer los hechos, asuntos estos sobre los que no se ha emitido respuesta.

   El presidente de Prodein, José Palazón, identificó al joven como Dani, camerunés de 23 años de edad. Con las primeras informaciones que recabó de su situación, afirmó que había perdido un riñón y tenía medio cuerpo paralizado a consecuencia de los golpes, extremos ambos que matizó en los días siguientes para asegurar que había resultado herido pero no de gravedad.

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