Actualizado 14/08/2012 20:59

Naciones Unidas advierte de que solo tiene comida para los refugiados malienses en Burkina hasta septiembre

MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

Naciones Unidas ha advertido de que la falta de fondos de sus agencias humanitarias desplegadas en Burkina Faso y la llegada de nuevos refugiados malienses, que huyen de la insurgencia de los tuareg e islamistas que controlan gran parte del norte de Malí, está provocando la reducción de los alimentos y ayuda, lo que provocará que la comida de la que disponen se acabe en septiembre.

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han señalado que apenas han recibido el dinero que pidieron a la comunidad internacional para poder atender a los refugiados que huyen de Malí a países vecinos, como Burkina Faso, Mauritania o Níger.

ACNUR solo cuenta con el 20 por ciento de los 153 millones de dólares (124 millones de euros) que necesita para atender a los 249.000 refugiados que se encuentran en estos países.

El Alto Comisionado ha explicado que al menos 53.000 malíenses se encuentran en Níger, 96.000 en Mauritania y otros 147.000 desplazados internos que se han distribuido por todo el país. Por su parte, Burkina ha acogido a 107.000 refugiados.

La jefa de la PAM en Burkina, Angelline Rudakubana, ha señalado que cuentan con comida para 60.000 malienses hasta finales de septiembre. "Después, será realmente duro", ha indicado, según la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Rudakubana ha indicado que el organismo necesita comprar la comida "ahora" por que se tardará "al menos" tres meses en llevarla a algunas zonas de Burkina. Mientras, las ONG advierten de que siguen llegando refugiados malienses.

Por su parte, Francoise Kaboré, coordinadora de la ONG Plan en Ouagadougou, la capital de Burkina, ha indicado que a parte de la escasez de comida, los refugiados se enfrentan a la falta de agua potable o de refugio. "Algunos campos son muy difíciles de alcanzar y no tienen el material suficiente", ha indicado.

A la crisis en Malí se ha unido la sequía que padece todo el Sahel. Unos 2,5 millones de personas en Burkina podrían pasar hambre este año. Alrededor de 13 millones en toda la región se están viendo afectados por la falta de lluvias, según la ONU.