Publicado 01/10/2015 12:35

El Papa pide evitar desde el origen la huída de inmigrantes y refugiados

Critica la "complicidad" de quienes asisten como espectadores a la muerte de inmigrantes

ROMA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha pedido a la comunidad internacional que ayude a los países de los que salen los inmigrantes y refugiados para evitar así la huida desde el origen. También ha criticado la "complicidad" de quienes asisten como espectadores a las muertes de inmigrantes "por sofocamiento, penurias, violencias y naufragios". El lema de la jornada es 'Emigrantes y refugiados nos interpelan'.

"Es necesario evitar, posiblemente ya en su origen, la huida de los refugiados y los éxodos provocados por la pobreza, por la violencia y por la persecución", ha afirmado el pontífice en el mensaje para la Jornada Mundial del Inmigrante y el Refugiado, hecho público este jueves, que se celebrará el próximo 17 de enero.

En este sentido, ha apuntado a las razones de la migración y ha aseverado que la solidaridad, la cooperación, la interdependencia internacional y la distribución igualitaria de los bienes de la tierra son "elementos fundamentales para actuar en profundidad y de manera incisiva sobre todo en las áreas de donde parten los flujos migratorios, de tal manera que cesen las necesidades que inducen a las personas, de forma individual o colectiva, a abandonar el propio ambiente natural y cultural".

Francisco ha asegurado que "sean de grandes o de pequeñas dimensiones, siempre son tragedias cuando se pierde aunque sea sólo una vida". Por ello, ha afirmado que "no se pueden reducir las migraciones a su dimensión política y normativa, a las implicaciones económicas y a la mera presencia de culturas diferentes en el mismo territorio".

En este sentido, ha hecho hincapié en que estos aspectos son "complementarios" a la defensa y a la promoción de la persona, a la cultura del encuentro entre pueblos y de la unidad, donde el Evangelio de la misericordia inspira y anima itinerarios que renuevan y transforman a toda la humanidad.

Asimismo, el Papa ha puesto el acento en la importancia de mirar a los emigrantes no solamente en función de su condición de "regularidad o de irregularidad", sino sobre todo como personas que, "tuteladas en su dignidad, pueden contribuir al bienestar y al progreso de todos, de modo particular cuando asumen responsablemente los deberes en relación con quien los acoge, respetando con reconocimiento el patrimonio material y espiritual del país que los hospeda, obedeciendo sus leyes y contribuyendo a sus costes".

El Papa ha explicado que los flujos migratorios son una "realidad estructural" y ha detallado que la primera cuestión que se impone es "la superación de la fase de emergencia", para dar espacio a programas "que consideren las causas de las migraciones, de los cambios que se producen y de las consecuencias que imprimen rostros nuevos a las sociedades y a los pueblos".

PREVENCIÓN DE LA XENOFOBIA

Asimismo, Francisco ha asegurado que "es indispensable que la opinión pública sea informada de forma correcta, incluso para prevenir miedos injustificados y especulaciones a costa de los migrantes".

Además, ha hecho un llamamiento a los países que son receptores de inmigrantes para que pongan en práctica un protocolo de integración que "abra caminos positivos a las comunidades y prevenga el riesgo de la discriminación, del racismo, del nacionalismo extremo o de la xenofobia". Igualmente, ha reflexionado sobre la identidad de los inmigrantes y cómo quien emigra "es obligado a modificar algunos aspectos que definen a la propia persona e, incluso en contra de su voluntad, obliga al cambio también a quien lo acoge".

"¿Cómo vivir estos cambios de manera que no se conviertan en obstáculos para el auténtico desarrollo, sino que sean oportunidades para un auténtico crecimiento humano, social y espiritual, respetando y promoviendo los valores que hacen al hombre cada vez más hombre en la justa relación con Dios, con los otros y con la creación?", se ha preguntado.

El Papa ha asegurado que cada vez con mayor frecuencia, las víctimas de la violencia y de la pobreza, abandonando sus tierras de origen, "sufren el ultraje de los traficantes de personas en el viaje hacia el sueño de un futuro mejor" y que cuando sobreviven a los abusos y a las adversidades, "deben hacer cuentas con realidades donde se anidan sospechas y temores".

Por otro lado, ha lamentado que "no es raro que se encuentren con falta de normas claras y que se puedan poner en práctica, que regulen la acogida y prevean vías de integración a corto y largo plazo, con atención a los derechos y a los deberes de todos".

LUCHA COORDINADA CONTRA LAS MAFIAS

Además, ha pedido a la comunidad internacional que coordine una acción "más eficaz e incisiva" en relación con el tráfico de personas y especialmente de inmigrantes que intentan llegar a los países desarrollados.

Así, ha clamado una vez más contra las "nuevas formas de esclavitud gestionada por organizaciones criminales que venden y compran a hombres, mujeres y niños como trabajadores en la construcción, en la agricultura, en la pesca y en otros ámbitos del mercado". En este sentido, ha advertido de que nadie puede "fingir no sentirse interpelado" por esta realidad.

"¡Cuántos menores son aún hoy obligados a alistarse en las milicias que los transforman en niños soldados. Cuántas personas son víctimas del tráfico de órganos, de la mendicidad forzada y de la explotación sexual!", ha lamentado. En este sentido, ha incidido en que los refugiados que escapan de estos crímenes aberrantes "interpelan a la Iglesia y a la humanidad".

Bergoglio también ha señalado que el Evangelio de la misericordia interpela "las conciencias, impide que se habitúen al sufrimiento del otro e indica caminos de respuesta que se fundan en las virtudes teologales de la fe, de la esperanza y de la caridad, desplegándose en las obras de misericordia espirituales y corporales".

ACOGIDA DEL EXTRANJEROS

También ha señalado que la revelación bíblica anima a la "acogida del extranjero, motivándola con la certeza de que haciendo eso se abren las puertas a Dios, y en el rostro del otro se manifiestan los rasgos de Jesucristo". "El cuidar las buenas relaciones personales y la capacidad de superar prejuicios y miedos son ingredientes esenciales para cultivar la cultura del encuentro, donde se está dispuesto no sólo a dar, sino también a recibir de los otros", ha destacado.

Finalmente, ha lanzado un mensaje para los que se han visto obligados a dejar su casa: "No se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir". La respuesta del Evangelio de la misericordia'. El mensaje del Papa ha sido presentado este jueves en el Vaticano por el presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes, cardenal Antonio Maria Vegliò y el secretario de este departamento Vaticano, monseñor Joseph Kalathiparambil.

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