Actualizado 17/04/2017 12:43

"CitiCents conecta empresas y clientes a través del redondeo solidario". Por Roberto Ballester, CEO de Felidarity

Roberto Ballester, CEO de Felidarity
FELIDARITY

   Conectar con sus clientes es, sin ninguna duda, uno de los grandes objetivos de cualquier marca. Para conseguir esto, por supuesto, una buena propuesta de producto es muy importante, pero hace falta mucho más para conseguir el 'engagement' que tanto se usa a nivel interno y que cada vez es más necesario también desde el punto de vista del cliente.

   Ahora bien, sin restar relevancia al producto, no vaya a ser que alguien tenga la tentación de hacer un mal producto que luego simplemente envuelva en un papel de regalo precioso, ¿qué pueden hacer las marcas para conseguir esa conexión con su cliente?

   Seguro que son muchos los elementos que influyen e impactan en el cliente cuando decide comprar a una marca, pero hay uno de esos elementos que tiene un gran potencial para trascender el mero hecho de la compra: los valores éticos.

   Por suerte, hablar hoy en día de valores éticos a las empresas no es, en la mayoría de sus casos, una novedad. Son muchas las organizaciones que saben que detrás de la implantación de valores éticos se esconde algo fundamental para la buena marcha de la empresa y se afanan en trabajarlo. Bueno, la realidad es que algunas lo hacen por convencimiento, otras porque es lo que toca y otras sólo desde una visión instrumental, desde la que los valores éticos se ven sólo como un medio para conseguir un resultado.

   Sea como sea, la cuestión es que está demostrado que los valores éticos son un gran elemento de conexión entre las marcas y sus 'stakeholders', pero para que esto ocurra es necesario desarrollar, integrar y visibilizar estos valores éticos a través de propuestas que los hagan tangibles. Esta es, precisamente, la razón de ser Felidarity, una empresa social que desarrolla propuestas que ayudan a tangibilizar los valores éticos en el día a día de empresas y personas.

   Un buen ejemplo de esto último es CitiCents, el redondeo solidario, que propone integrar pequeños gestos solidarios que conectan emocionalmente marca y cliente a través del redondeo compartido del ticket de compra.

   CitiCents, el redondeo solidario, es el primer producto de Felidarity y da respuesta de manera conjunta a tres necesidades.

   Por parte de la empresa, éstas necesitan visibilizar la solidaridad que ya están llevando a cabo como primer paso para que dicha solidaridad se convierta en un elemento de conexión con sus clientes. En este sentido, CitiCents propone invitar a los clientes de la empresa a que redondeen su ticket de compra, redondeo que la empresa dobla. En definitiva, la empresa pone su solidaridad donde está el cliente, complementando el storytelling que actualmente hacen las marcas sobre su solidaridad con el storydoing. Es decir, no hace falta que te lo cuente, porque vamos a compartir la solidaridad y juntos vamos a llevar a cabo acciones solidarias.

   En relación a las personas, son millones los que estarían dispuestos a ser solidarios si se les propone una forma sencilla, asequible y poco invasiva de hacerlo. De ahí que el redondeo, un pequeño gesto que se concreta en unos céntimos, es una forma muy sencilla de integrar la solidaridad en el día a día de estos millones de personas.

   Por último, también CitiCents presenta una propuesta de valor para las ONG. Pues esta nueva fuente de financiación solidaria que propone CitiCents significa una forma muchísimo más barata de financiar sus proyectos. Además de ser una forma muy poco invasiva de aproximarse a los donantes, que es también una de las demandas, en general, de las personas.

   Esto es lo que hoy en día ha puesto en marcha L'Oréal, con quien Felidarity ha firmado un acuerdo. Gracias a este acuerdo Kiehl's, una de sus marcas insignia, ya está invitando a los clientes de todas sus tiendas en España a que redondeen sus tickets de compra para financiar la construcción de un Jardín en el Hospital del Gregorio Marañón de Madrid. Un proyecto que lleva a cabo la ONG Juegaterapia, quien a través del proyecto el Jardín de mi Hospi busca llenar las zonas pediátricas de los hospitales de juegos capaces de sacar a los peques de su aislamiento y llevarlos volando a conocer mundos nuevos. Mundos que van más allá de la camita de un hospital y de esas cuatro paredes que siempre son demasiado estrechas para la imaginación, la ilusión y la vitalidad de un niño.

   Roberto Ballester es CEO de Felidarity. www.citicents.es