Actualizado 30/03/2017 07:21

Casablanca, una ciudad de cine, ahora con playas recuperadas y aguas limpias

CASABLANCA, 27 Oct. (De la enviada especial de EUROPA PRESS Eva González) -

Un ambicioso proyecto de anticontaminación realizado por Lydec, empresa participada de forma mayoritaria por Suez (51%), ha logrado recuperar ambientalmente 40 kilómetros de la costa de Casablanca y de las provincias aledañas de Médiouna y Nouacer, al tiempo que ha proporcionado agua potable de alta calidad a sus 4,2 millones de habitantes durante las 24 horas del día, algo que hasta 2011 era un lujo que no disfrutaba toda la población.

Según ha explicado en una entrevista con medios de comunicación internacionales el responsable de actividades de agua de Suez en Marruecos, Jean-Pascal Darriet, se trata de la mayor inversión de Lydec, que ha destinado 130 millones de euros a la hazaña de lograr agua de calidad para la población y que el recurso fuera devuelto al mar en unas condiciones que ahora permiten el baño en sus playas, que ya no están llenas de porquería ni malos olores, y la recuperación de la vida marina, de modo que donde había contaminación ahora vuelve a crecer la biodiversidad.

Darriet ha puesto en contexto que el gran área metropolitana de Casablanca es el punto industrial más importante de Marruecos y la capital económica del país, por allí pasa el 45 por ciento de la economía nacional y alberga el 55 por ciento de las unidades de producción. En menos de un siglo, la región ha alcanzado una urbanización del 95 por ciento, mientras la media nacional se queda en un 60 por ciento. Todo ello ha convertido a la evocadora ciudad de la costa alauí en un punto de gran desarrollo y, también, de contaminación, pues cada año suma 100.000 habitantes más (5% anual de crecimiento).

Darriet ha señalado que hasta ahora las aguas residuales urbanas a lo largo de la costa no contaban con ninguna red de gestión e iban "directamente, sin ningún tipo de tratamiento, al mar" y esto durante décadas dejó la costa "totalmente" contaminada.

Ante esta situación, la municipalidad no disponía de recursos económicos suficientes para acometer el proyecto y encargó a Lydec, que ya proveía de electricidad -6.000 kilómetros de redes eléctricas y 10 estaciones de suministro-- y gestionaba los residuos de la ciudad el proyecto 'East Coast Anti-pollution system' (SAP Est) en mayo de 2011, que se enmarca en la Iniciativa para el desarrollo humano sostenible de Marruecos (INDH).

La iniciativa proporcionó a Suez en 2014 el premio de Responsabilidad Social y Ambiental Corporativa Lalla Hasnaa Sustainable Coast Awards, que otorga la Fundación para la Protección Ambiental del rey Mohammed VI.

Así, ha relatado como a lo largo de 40 kilómetros de costa se instaló una línea de colectores que llevaban a dos plantas de pretratamiento (El Hank y Eaucéan) las aguas residuales que recibe desde 108 estaciones de aguas residuales y de lluvia tras una serie de tratamientos devuelven el agua al mar, una vez tratada en una planta de aguas residuales, a través de una tubería a 2,2 kilómetros de la costa. "La contaminación llegaba hasta los ríos Bouregregh, a 80 kilómetros al este de Casablanca y al Oum Errabia, al oeste", ha destacado.

FUNDACIÓN LYDEC

Asimismo, Darriet ha subrayado las aristas sociales del proyecto, por ejemplo el trabajo que están realizando en la ciudad para que los baños públicos o hamman (spa) cuenten también con un sistema de gestión del agua utilizada, pues hasta ahora vierten directamente a la red el agua sucia.

Del mismo modo, ha añadido que Lydec realiza otras acciones como por ejemplo becar a los cinco mejores estudiantes de la ciudad que tengan un entorno desfavorable o riesgo de exclusión social para que puedan seguir adelante con sus estudios. A ellos les paga su formación pero además les proporcionan acompañamiento profesional y personal y ayudan, mediante la asociación Zakoura, a menores de 10 años que están desatendidos para que puedan ir al colegio en vez de verse obligados a trabajar.

MARRUECOS, DEPURACIÓN 100% EN 2030

Por su parte, el director de estudios y grandes proyectos de Lydec, Hamid El Misbani ha indicado que el objetivo de Marruecos es tratar el 100 por 100 del agua utilizada en todo el país en 2030. Sin embargo, en Casablanca aún persiste una gran dificultad de suministrar agua y electricidad a todos los habitantes al ritmo de crecimiento actual y ha indicado que por eso la inversión de la empresa en estos ámbitos es tan ambiciosa. Si bien, considera que "lo más importante" de la aportación de Suez a Lydec es su transferencia de conocimiento y tecnología para hacerlo posible.

TRATAMIENTO

Una parte fundamental del proyecto es el tratamiento de todas estas aguas hasta ahora no gestionadas en la urbe, de modo que el director técnico, Yann Fajolles, en una visita a la planta de Mediouna, al este de la ciudad, ha señalado que en la actualidad Lydec proporcionó 196 millones de metros cúbicos de agua potable de calidad en 2015 y cuenta con una reserva de agua potable que da autonomía de suministro para 28 horas, lo que equivale a 38 millones de metros cúbicos de agua para 1 millón de habitantes.

Durante una visita a la planta de tratamiento de Mediouna, Fajolles ha afirmado que el primer objetivo de la planta es proteger el río desde Mediouna hasta Oued Hassar para poder proteger los recursos hídricos y contribuir así a la reutilización del agua. "Esta es la primer planta de tratamiento de estas características en la África moderna", ha celebrado.

En primer lugar, el agua llega a la planta y entra en la fase de pre-tratamiento, donde con unas enormes pinzas extraen los residuos más grandes, que posteriormente son procesados; a continuación, el agua pasa a otro hangar donde se filtran otros residuos como tapones de botellas de agua, objetos duros de plástico y otros. En una tercera fase, el agua es tratada de modo que, por un lado se separa del agua toda la grasa, que será llevada a otra empresa para su gestión, y por otro, todas las arenas que, tras otro tratamiento, serán reutilizadas por ejemplo, en la construcción.

Una vez limpia, el agua llega a la fase de desodorización, donde se quitan los olores y la concentración de gases propios de las aguas sucias y, finalmente, a través de la tubería se libera a 2,2 kilómetros de la costa.

Como resultado, los habitantes de la zona han relatado como de nuevo vuelven a poder acercarse siquiera a la playa, donde antes el olor era pestilente, el agua es apta para el baño y otra vez pueden volver a pescar, puesto que hay más peces y de más especies. "La naturaleza hará el resto para terminar de restaura la costa en Casablanca", ha concluido Jean-Pascal Darriet.

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