Crecida extraordinaria del Ebro en 2015
Foto: DGA

   MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La organización WWF ha expresado su solidaridad con los afectados por las inundaciones en el Ebro y ha subrayado que "la única forma" de reducir el riesgo es "respetar la naturaleza de los ríos en vez de intentar dominarlos y controlarlos".

   El secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, ha exigido que se refuerce y se cumpla la Ley de Aguas, que es la "única protección real y efectiva frente a las inundaciones" con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciudadanos y sus bienes y ha añadido que desde la ONG rechazan "cualquier cambio legislativo que reduzca el nivel de protección de los ríos".

   Ante la "difícil" situación que vive el río Ebro, WWF recuerda que las avenidas son un fenómeno natural y que la única manera de reducir sus daños es respetar y restaurar los ríos, adaptándose a su funcionamiento y "dejándoles suficiente espacio".

   En este sentido, insiste en que cumplir la Ley sobre aguas e inundaciones es "el único modo de proteger de las crecidas a las personas y sus vienes". Además, ha subrayado que los peores daños por inundaciones se producen en las zonas donde se han transformado radicalmente los ríos y se ha ocupado su espacio natural.

   En este contexto, la ONG señala que en estos días los alcaldes y responsables de distintas administraciones han reclamado de nuevo actuaciones como el dragado del río y las nuevas infraestructuras y han echado la culpa de estas inundaciones a la normativa ambiental que protege los ríos. Sin embargo, WWF recuerda que, por naturaleza, los ríos tienden a ocupar su espacio y las zonas inundables siempre terminan inundándose.

RESPETAR Y CUMPLIR LA NORMATIVA AMBIENTAL

   WWF considera que la normativa ambiental europea y española tiene herramientas "suficientes" para prevenir las inundaciones y proteger a las personas, pero respetando el funcionamiento de los ríos y dejándoles el espacio que necesitan, como la recuperación de las llanuras de inundación o la delimitación de las zonas inundables.

   Así, insiste en que a su juicio los "graves daños" de la crecida del Ebro son "consecuencia de la lenta aplicación de la Directiva Europea de Inundaciones y el incumplimiento flagrante de la Directiva Marco del Agua y de la propia Ley de Aguas española".

   Respecto a las infraestructuras como embalses y encauzamientos, la ONG señala que han creado una "falsa" sensación de seguridad y ha provocado que se hayan ocupado para distintos usos urbanos el espacio de los ríos. De este modo, asegura que las infraestructuras, en muchas ocasiones, no hacen más que intensificar el efecto de las crecidas naturales. Como ejemplo pone los estrechamientos en el cauce producidos por las motas, que multiplican la fuerza del agua y provocan mayores daños aguas abajo.

   Asimismo, recuerda que la Directiva Europea de Inundaciones propone "trabajar con los ríos, no contra ellos, para reducir los riesgos". Para ello, este año deberían publicarse los planes de gestión de zonas inundables y los sistemas de compensación por daños. Las previsiones del cambio climático indican que las crecidas serán cada vez más frecuentes e intensas, por lo que es imprescindible avanzar en soluciones innovadoras para evitar daños futuros.

   La ONG subraya su oposición a "cualquier intento" de rebajar la normativa ambiental e insiste en la necesidad de cambiar las leyes de ordenación urbanística para que impidan construir en las zonas donde el río se expande de forma natural.

   En definitiva, WWF pide respetar el dominio público hidráulico, recuperar las llanuras de inundación y los bosques de ribera, y desplazar motas y diques laterales alejándolos de los cauces o eliminándolos donde sea necesario. "Existen precedentes que demuestran la eficacia de este modo de prevenir los daños de las avenidas, como en los ríos de la cuenca del Duero", concluye Del Olmo.

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