Actualizado 24/03/2009 17:25

Menos del 4% de los españoles percibe el cambio climático como un problema estatal o autonómico, según un estudio

Dos de cada cinco ciudadanos aseguran haber cambiado algún hábito para hacer frente al calentamiento global


MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Menos del 4 por ciento de los españoles percibe el calentamiento global como un problema estatal (3,7 por ciento) o autonómico (2,7 por ciento), según revela el informe 'La sociedad ante el cambio climático', realizado por la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y la Fundación Mapfre a partir de un total de 1.200 entrevistas personales

En concreto, los españoles colocan al cambio climático en el quinto lugar de las cuestiones que, a su entender, más preocupan en el mundo, con un 14,3 por ciento. Sin embargo, al trasladar esa clasificación a España, el calentamiento global desciende hasta la novena posición y hasta la décima, en el caso de las autonomías.

"Se produce una 'hipermetropía global'", dijo hoy el coordinador del estudio y profesor de Educación Medioambiental de la USC, Pablo Meira, para explicar la diferencia de porcentajes dependiendo del lugar o contexto al que se aplique el problema del cambio climático, que, además, se percibe como un asunto "del futuro más que del presente".

En este sentido, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, afirmó durante la presentación del informe en el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, que actualmente es "una época de transición en la que el modelo no será el mismo que en los próximos 15 o 20 años". Por ello, instó a las generaciones de hoy a "pensar de otra manera". "Los mayores somos los que tenemos en nuestras manos el tener éxito o no", resaltó.

Sin embargo, el hecho de que el efecto invernadero no esté dentro de las diez primeras preocupaciones de los españoles --que encabeza el paro (36,9%)-- no implica que la población carezca de información respecto al tema. Así, ocho de casa diez personas sabe que existe una relación entre el uso de combustibles fósiles y el aumento de la emisiones de gases. No obstante, siete de cada diez cree falsamente que el cambio climático es consecuencia del agujero de la capa de ozono.

En cualquier caso, la problemática "forma parte de la cultura común", según Meira, que destacó a los medios de comunicación y al Gobierno como las principales fuentes de información sobre el tema. No obstante, el entorno familiar y el de los amigos se perfilan como la tercera y cuartas fuentes preferidas, ambas con más del 50 por ciento de apoyo por parte de los encuestados.

Con respecto a la fiabilidad de la información proporcionada, los empresarios, ayuntamientos y las administraciones autonómica y central suspenden con porcentajes que llegan hasta el 50 por ciento en el caso de los primeros. Por el contrario, la Unión Europea 'se salva' con un 27, 6 por ciento de consideración positiva, mientras que los puestos altos de confianza están ocupados por los científicos (66%), grupos ecologistas (59,6%), educadores ambientales (59,2%), medios de comunicación (31,2%) y entorno familiar (30,8%).

Asimismo, alrededor del 40 por ciento de los españoles afirma haber cambiado algún aspecto en su estilo de vida, aunque, de acuerdo con Meira, los comportamientos referentes a la movilidad son los que ofrecen más resistencia al cambio, con 5,2 por ciento de respuestas que indican el uso de la bicicleta, y un 2,7 por ciento, de transporte público. "La tendencia es notable en el caso de los hombres, porque la cultura del motor sigue siendo tradicionalmente masculina", comentó el experto.

ESPAÑA NO HACE LO SUFICIENTE.

Por otro lado, en cuanto a la percepción de la políticas de respuesta al cambio climático, un cuarta parte de los encuestados no sólo piensa que el país no está cumpliendo los compromisos de adquiridos al firmar el Protocolo de Kioto, sino que "se han aumentado significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero".

A nivel municipal, la promoción del transporte público y la construcción de carriles-bici está bien vista por un nueve y ocho de cada diez encuestados, respectivamente. No obstante, otras medidas, como prohibir nuevas urbanizaciones alejadas de los núcleos urbanos ya existentes, concentran un casi un 60 por ciento de opiniones negativas.