Actualizado 09/12/2014 14:49

"Algo se mueve en la pesca española". Por Miquel Ortega, de Fundación ENT

Miquel Ortega, Fundación ENT
Foto: FUNDACIÓN ENT

Que España es un país en el que el mar tiene un rol esencial es algo bien conocido, lo vemos cada día en nuestras playas que atraen a millones de turistas cada año, en nuestros puertos a través de los cuales pasan miles de toneladas de mercaderías, o en nuestra gastronomía rica en recetas a base de pescado o marisco. La novedad más importante en los últimos años es que un creciente número de españoles, preocupados por las problemáticas ambientales marinas, está pasando de ser simples usuarios o consumidores a querer también ser partícipes de las políticas que condicionan el uso o consumo de productos marinos. Y lo hacen en muchas ocasiones con éxito.

   Uno de los casos más conocidos en el ámbito de la pesca es el relacionado con el atún rojo. Preocupados por la alarmante situación del stock, y canalizados principalmente a través de las ONG ambientalistas, los ciudadanos han presionado durante años a la administración pública y al sector pesquero para cambiar las políticas aplicadas. Hoy, podemos decir que lo han conseguido y que la situación del atún rojo ha mejorado significativamente.

   Más allá de la movilización para esta especie, en los últimos cinco años la involucración de la ciudadanía en la política pesquera ha dado un paso adelante en volumen e intensidad. A raíz de la elaboración de la nueva Política Pesquera Común de la Unión Europea, los ciudadanos han estado más activos y organizados que nunca.

   De nuevo, canalizada principalmente a través de las ONG, pero también a través de algunos segmentos de la flota artesanal, desde la ciudadanía se organizaron cientos de actos reivindicativos de todo tipo, ya fuera en la calle o en la web. Se pidieron cambios legislativos concretos con un objetivo general: conseguir que la política pesquera no fuera, como había sucedido en el pasado, una política que atendía principalmente el beneficio de unos pocos sectores pesqueros sino que se definiera pensando en el interés general, en las generaciones venideras y respetando el ecosistema marino. Con más del 40% de los stocks sujetos a una pesca excesiva en Europa, la legislación en vigor había alcanzado sus límites y necesitaba una reforma profunda.

   Ante esta movilización ciudadana, los legisladores incorporaron en la nueva Política pesquera común algunas propuestas ambiciosas como, por ejemplo, acabar con la sobrepesca y gestionar la pesca a niveles inferiores al rendimiento máximo sostenible en 2015 cuando sea posible, y como máximo en 2020 si adoptarlo antes pusiera en grave peligro la sostenibilidad económica y social de la flota.

   Este mes veremos si la nueva legislación pasa del papel a la práctica. Los próximos 15 y 16 de diciembre, el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea va a decidir los niveles de pesca en 2015 para la mayor parte de los stocks pesqueros del Atlántico. Una decisión clave para garantizar que la actividad pesquera sea sostenible.

   En este contexto, de nuevo, los ciudadanos se han puesto en marcha.134 ONG europeas, de las cuales 29 son españolas, piden que se cumpla la legislación y se acabe con la sobrepesca (http://www.fundacioent.cat/images/stories/ENT/pdf/20141125_joint_letter_es.pdf) siempre que sea posible el próximo año y, cuando esto no sea posible, que se justifique adecuadamente y se establezca un plan para acabar con ella antes de 2020.

    Cerca de 250 científicos españoles, en una iniciativa sin precedentes por su volumen (https://cientificospesca.wordpress.com/el-manifiesto/), han pedido también por carta a Isabel García Tejerina, la ministra española responsable de la pesca, demandas muy similares: que siga las recomendaciones científicas durante la negociación al Consejo de los niveles de pesca para el próximo año; que tenga un rol de liderazgo en stocks donde España es el principal actor pesquero como es el caso de la merluza, el gallo y el rape; y que aplique el principio de precaución cuando no exista una recomendación científica. El caso de la merluza norte es paradigmático, estamos muy cerca de poder acabar con la sobrepesca, no hacerlo en 2015 sería incomprensible.

   En unos días, veremos en la respuesta del gobierno español y del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea si son capaces de implementar esa política pesquera abierta a la ciudadanía que está llamando a su puerta.