Actualizado 05/07/2015 16:41

"Así lo vimos: 30 años contando cuentos". Por Mikel Bilbao, director de Mekit e impulsor de Oé Corazón

Oé Corazón
OÉ CORAZÓN

Este es un viaje al futuro, dentro de 30 años, con el que se pretende contar de una forma diferente el origen de Oé Corazón (Organizaciones con espíritu y corazón), un proyecto ideado para ayudar a que las organizaciones sean más humanas:

"Hace ya treinta años que descubrí que contar cuentos es un placer para mí. Una actividad que me permite juntar realidad y ficción, la anécdota con su significado, la risa con la ternura, la observación y la descripción, y siempre, siempre, con ese componente subjetivo que está en toda historia, porque el cuentacuentos nunca es independiente del cuento. Y cuando la pasión llama a tu puerta, es muy fácil dejarla entrar, y permitirle que se quede a tu lado.

Hace 30 años empezamos a proponer a las organizaciones que podían comunicar desde otro sitio. Aunque hoy parezca normal, con los cambios que ha habido en el mercado laboral (la nueva regulación por la que todos trabajamos menos de 20 horas semanales, los nuevos esquemas de reparto del trabajo, que permiten que todas las personas que quieran puedan trabajar, y la flexibilidad de la inmensa mayoría de los puestos de trabajo, tanto en la administración como en el mundo empresarial, en trabajos productivos y oficinas), hay cosas que hace 30 años eran impensables. Si hicimos en aquel entonces alguna aportación fue el desde dónde de nuestra actividad. Oé corazón, Organizaciones con espíritu y corazón propuso al mundo de las organizaciones trabajar y comunicar desde el corazón. Desde el cariño, desde el amor.

A muchas personas no les gustó que la organización contase cuentos. Una organización es un ente serio que comunica cosas serias, no cuentos, nos decían. Aquello le sonó a más de uno, en su lanzamiento, organizaciones que cuentan cuentos, como si les estuviésemos tomando el pelo.

La fe en que lo que estábamos proponiendo era bueno. Bueno para los profesionales que participaban en el proyecto, para la organización que lo lanzaba, para el mercado que lo recibía. De hecho, era bueno, era bello y era noble. Recogimos la tecnología, que ha hecho tanto daño a tanta gente, no hace falta que yo te haga el resumen de prensa de los desastres de estos últimos 30 años. La tecnología, como todo, tiene dos caras, su luz y su sombra. Nuestro uso de la tecnología nunca fue pernicioso. Huímos del control, de la manipulación, de la mentira y del abuso. Buscamos la luz que las personas podían aportar en el mundo gracias a la tecnología. Y fueron ellos, nuestros clientes, las personas que participaron en los primeros programas, los que realmente lo hicieron.

Para mí el año 2013 fue el año del cambio. De marzo de 2013 a septiembre pasé de renegar de los blogs a crear cuatro, y a colaborar con siete compañeros en la creación de sus respectivos blogs. El primero que creé tuvo 130 entradas en ese periodo, a razón de uno diario, descontando el mes de Agosto, que en aquel entonces era de vacaciones, durante el cual sólo publicamos 10 posts. Pero todo proyecto tiene un antes. En ese año yo reconocí influencias que me habían enseñado a contar cuentos, como mi abuelo José o mi primer jefe, Jesús Calderón.

Los cuentos me hacen pensar, maquinar, jugar, reír, me ayudan a estar vivo, apoyo iniciativas que me gustan, y hoy trabajo en remoto, desde este maravilloso lugar. Además, soy dueño de mi tiempo y de las causas y proyectos en los que participo.. Antes de escribir cuentos, siempre es bueno leer cuentos. Como todo lo que tiene valor, se construyó capa sobre capa, creando un campo fértil de relaciones. En un momento dejé de ser optimista (con la negación de la realidad que conlleva) y pasé a ser positivo. Hay un momento en tu vida en el que necesitas creer que el proyecto de vida en el que estás inmerso va adelante. Pedía varias cosas, esto o aquello, cualquier cosa valía y nada cambiaba. Y nada valía. Creía dudando, o lo que es lo mismo, creía sin creer, o traducido al lenguaje simple, no creía. Hoy lo entendemos bien. Antes, en aquel tiempo, no estaba tan claro.

Sin embargo, cuando creí creyendo, pensé: "ya he llegado". Y así fue. Así ha sido. Dejo que las cosas pasen. Propongo cosas, escucho las propuestas de nuevas personas que entran en mi vida. Si toca hacer nuevas cosas, las hacemos. Juntos, en compañía, como en estos últimos 30 años".

(Extracto de un artículo 'futurista' publicado en el blog Oé Corazón, realizado con motivo del evento 'Historias que transforman organizaciones', que tendrá lugar el próximo 23 de septiembre en el BBVA iNNOVATION Center de Madrid, de 10.00 a 12.00 horas)

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