El mundo se nos ha quedado pequeño. Lo sabemos bien desde hace tiempo si pensamos en el ocio, la economía o la cultura. Y desde luego, el ámbito político no es ajeno a esta realidad. Por eso decidimos dar un paso al frente para crear la mayor comunidad mundial de activistas de Internet en defensa del derecho a la vida, la protección de la familia, la defensa de los derechos de la infancia y la libertad religiosa. Casi nada...
Por fortuna, en apenas tres meses de actividad, CitizenGO se ha convertido en la plataforma de acción ciudadana global más influyente para quienes defienden estos valores. Somos una comunidad de más de medio millón de ciudadanos activos, inquietos, que se resisten a aceptar sin más las imposiciones de quienes se empeñan en destruir vidas, desnaturalizar la familia o restringir las libertades ciudadana. Y lo hacemos desde cualquier lugar del mundo, trabajando en nuestras comunidades locales o apoyando iniciativas globales... y lo hacemos --de momento-- en siete idiomas (español, alemán, inglés, francés, italiano, polaco y portugués).
Somos transparentes: nos sostenemos únicamente con donativos de particulares, nuestra libertad no tiene precio, por eso no queremos dinero público ni subvenciones. CitizenGO está configurada jurídicamente como una Fundación independiente pero está respaldada por la vasta experiencia de más de 13 años de la asociación española HazteOir.org, cuyo activismo es reconocido internacionalmente. Hemos nacido con ventaja: la experiencia en España excelente y efectiva, los medios materiales y humanos de HazteOir.org para dar estos primeros pasos, la generosidad de quienes colaboran económicamente a HazteOir.org y que apostaron por su proyecto internacional, una Junta Directiva implicada desde el principio y la conformación de un equipo multinacional de altísimo talento e iniciativa. ¿Cómo íbamos a dudar de que iba a ser un éxito?
La misión de CitizenGO es clara: facilitar a los ciudadanos y organizaciones pro vida y pro familia de todo el mundo la mejor plataforma 'online' posible que impulse su participación en la vida política, tanto de sus propios países como a nivel internacional. Por eso está dirigida tanto a particulares como a organizaciones afines que puedan, a través de CitizenGO, incrementar su base social para seguir creciendo. Nuestra misión tiene dos vertientes: cambiar el mundo --a mejor-- y ayudar a otras organizaciones a cambiar el mundo --a mejor--.
Y nos caracteriza la pasión, una verdadera obsesión por provocar un cambio efectivo --no nos gusta perder el tiempo ni hacérselo perder a nuestra gente--, para lo que proveemos de forma completamente gratuita una herramienta tecnológicamente puntera, fácil, cómoda y eficaz para que las organizaciones puedan dedicar sus recursos --sin distraerlos en herramientas ajenas a su "núcleo"-- cumplir con mayor efectividad su misión. Una herramienta dirigida a devolver a los ciudadanos el protagonismo del cambio, para que sean auténticos ciudadanos activos.
Álvaro Zulueta es director ejecutivo de CitizenGO.
