Actualizado 22/05/2015 15:15

Unos 30 sanitarios se forman para instruir en RCP de recién nacidos

Profesionales del Virgen del Rocío en reanimación cardiopulmonar
EUROPA PRESS/H. VIRGEN DEL ROCÍO

Estiman que bebés nacidos antes de la semana 32 o con peso inferior a los 1.500 gramos pueden precisar de estas técnicas tras el parto

SEVILLA, 22 May. (EUROPA PRESS) -

Una treintena de profesionales del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla se han formado esta semana para ser instructores de reanimación cardiopulmonar de neonatos (RCP Neonatal), y así enseñar a otros profesionales del sistema sanitario cómo proceder ante una parada cardiorrespiratoria del recién nacido.

Los asistentes al curso, de carácter teórico y práctico, han podido utilizar material muy específico (maniquíes neonatales, cunas térmicas, bolsas autoinflables, laringoscopio y diverso material fungible como sondas, tubos endotraqueales y mascarillas) para poner a prueba sus habilidades.

En un comunicado, e indica que el programa ha incluido además un módulo teórico donde se han analizado las novedades en reanimación cardiopulmonar y cómo ayudar a otros profesionales a entrenarse en estas técnicas de una manera didáctica. Todos los talleres han contando con la doble acreditación de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía y del Grupo Española de RCP de la Sociedad Española de Neonatología.

La responsable de Neonatología del hospital sevillano, Josefa Aguayo, coordinadora además de estos talleres que se organizan en el centro, destaca la importancia de esta formación para los profesionales que asisten a los recién nacidos en sus primeros minutos de la vida, considerados "de oro" para la supervivencia en las mejores condiciones.

"La filosofía del grupo de Reanimación Neonatal de la Sociedad Española de Neonatología es difundir las técnicas y los conocimientos más avanzados entre todo el personal que atiende al recién nacido, para que así puedan dar la mayor potencialidad a todos los neonatos, nazcan a tiempo o antes de lo esperado".

Así, y según explica, la mayoría de los nacidos a término no suelen precisan ningún tipo de reanimación. Caso distinto es el de los bebés nacidos antes de la 32 semana de gestación o con un peso inferior a 1.500 gramos, ya que en torno al 80 por ciento de ellos requiere alguna técnica de reanimación neonatal avanzada tras el parto.

"Es por ello que todo el personal sanitario que asiste al recién nacido en sala de parto ha de estar preparado, tanto para no actuar y respetar la dinámica natural del niño sano como para actuar en las mejores condiciones", continúa.

De este modo, el curso se ha programado con tres objetivos: obtener la capacidad docente suficiente para planificar, impartir y evaluar las técnicas de RCP Neonatal de acuerdo con las recomendaciones internacionales; conocer las nuevas recomendaciones internacionales en Reanimación Neonatal (ERC, ILCOR, AHA); y obtener los conocimientos y habilidades imprescindibles para organizar y dirigir cualquier curso de la cadena de formación.

PROTOCOLO DE REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN NEONATOS

Los procedimientos que se emplean en reanimación neonatal son distintos a los que se aplican en el niño y en el adulto y requiere de una serie de conocimientos anatómicos, fisiológicos y farmacológicos específicos. El protocolo de actuación establece cinco fases, sobre las que se irá avanzando en función de la respuesta del recién nacido.

En primer lugar, se coloca al recién nacido en la posición adecuada para que respire correctamente, se aspiran las posibles secreciones que pueda albergar en la boca o la nariz, se trata de evitar la pérdida de temperatura corporal y se le practica la estimulación táctil con suavidad en pies y espalda. Si no responde, se inicia luego la ventilación con bolsa y mascarilla. Si aún así no se le consigue reanimar, se realiza una intubación endotraqueal y la ventilación con respirador.

El siguiente paso es el masaje cardiaco con dos dedos o con el pulgar sobre el esternón. Las compresiones son más rápidas que en el adulto. Por último existen técnicas más complejas como la administración adrenalina a través del ombligo o del tubo endotraqueal. Una vez estabilizados, los recién nacidos se trasladan a la Unidad de Neonatología para continuar con su tratamientos y los controles pertinentes.