Actualizado 27/05/2018 18:15

El Hospital de Valme implanta un programa de seguridad y humanización para el paciente crítico

Profesionales del Hospital de Valme
JUNTA DE ANDALUCÍA

SEVILLA, 26 May. (EUROPA PRESS) -

La Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha implantado "el alta asistida", un programa desarrollado por los profesionales de enfermería que apuesta por la seguridad y la humanización de los cuidados en pacientes especialmente vulnerables, como consecuencia del estado crítico de su enfermedad.

El programa se basa en el acompañamiento del paciente que es dado de alta en cuidados intensivos hasta su nueva ubicación en el área de hospitalización por el equipo asistencial que lo ha estado atendiendo, formado por el enfermero y la auxiliar responsables del paciente, según ha informado la Junta en un comunicado.

Su objetivo es garantizar un proceso óptimo de la transición del paciente, garante de la continuidad asistencial y, simultáneamente, de la disminución de la ansiedad asociada al traslado, tanto en el paciente como en sus familiares; además de contribuir al incremento de la satisfacción del enfermo y su familia previniendo los reingresos hospitalarios.

El ingreso en una UCI supone un evento "traumático y estresante", tanto para los pacientes como para sus familiares. Durante el ingreso, se producen una serie de alteraciones psicológicas y emocionales que pueden prolongarse tras el alta. Precisamente, el traslado intrahospitalario está considerado como uno de los indicadores de calidad de enfermería en el enfermo crítico.

El supervisor de la UCI del Hospital Universitario de Valme, Manuel Montes, ha explicado que "después de superada una enfermedad crítica, la estancia prolongada en una unidad de cuidados intensivos puede provocar en los primeros días post-uci cuadros de ansiedad, sensación de desatención, miedo e incluso puede motivar el reingreso en la unidad".

Además, los profesionales han destacado el riesgo de producirse el "fenómeno de la dependencia del equipo", cuyo sentimiento es directamente proporcional al tiempo de ingreso y suele ocurrir cuando se alarga en el tiempo la fase de resolución de su evento para poder abandonar la UCI. La seguridad de sentirse vigilado y protegido, con el convencimiento de una respuesta rápida y efectiva si algo va mal, se transforma en estado de ansiedad extendido al paciente y a su familia.

PLAN INDIVIDUALIZADO PARA EL TRASLADO DEL PACIENTE

Este programa asistencial incluye a pacientes de UCI con ingreso prolongado, considerado como tal una estancia en la unidad superior a 20 días. No obstante, de la práctica de esta nueva dinámica también se beneficiarán pacientes que presenten desorientación y/o agitación junto con imposibilidad de familiares para estar presentes en el momento del alta o bien que se necesite transmitir información directa a los enfermeros de la unidad de destino.

En la materialización de esta iniciativa se contempla un plan individualizado para la transición del paciente, propiciando una mejora de la comunicación entre los profesionales de UCI y las plantas de hospitalización para fomentar la confianza de los usuarios en la continuidad de cuidados y a disminuir su estrés.

La UCI del Hospital Universitario de Valme fue objeto de un importante proyecto de modernización en el año 2011 en el que se optimizó la asistencia mediante la incorporación de tecnología avanzada, dispositivos que garantizan la seguridad del pacientes y la implantación de recursos que humanizan la atención sanitaria.

Cabe destacar sus 14 boxes y sala de intervenciones especiales, así como también dispone de unos 80 profesionales entre sanitarios, médicos residentes, personal de gestión y servicios. En el año 2017, esta unidad clínica atendió a un total de 967 pacientes.