Actualizado 21/09/2017 15:14

El precursor del videoarte Peter Campus inaugura en el CAAC de Sevilla su primera exposición individual en España

Exposición del precursor del videoarte Peter Campus en el CAAC
EUROPA PRESS/CAAC

SEVILLA, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

El artista norteamericano Peter Campus, considerado precursor del videoarte, inaugura este jueves en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), con sede en Sevilla, su primera exposición individual en España, que, bajo el título 'Peter Campus. Video ergo sum', podrá contemplarse en dicho espacio de la capital hispalense hasta el 21 de enero de 2018.

Se trata de una exposición organizada por el Jeu de Paume de París en colaboración con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, con Anne-Marie Duguet como comisaria, y, tras su paso por París y Sevilla, comenzará una itinerancia que se iniciará en febrero de 2018 en el Culturgest de Lisboa, y continuará en el Bronx Museum de New York en 2019.

Peter Campus (Nueva York, 1937) es "uno de los más importantes pioneros del vídeoarte". Después de estudiar psicología en la Ohio State University, inició su trabajo en televisión.

Influido por los primeros trabajos de vídeo de un solo canal de Bruce Nauman, comenzó su carrera como artista, y en 1971 presentó una serie de trabajos monocanal llamados 'Dynamic Fields Series'. A partir de 1972, Campus empezó a mostrar sus instalaciones pioneras de vídeo, usando monitores, cámaras en vivo y proyectores sin ningún dispositivo de grabación. Desde 1983 y hasta 2014, Campus fue profesor en el Departamento de Arte de la Universidad de Nueva York.

En la exposición 'Peter Campus. Video ergo sum', se pueden ver desde instalaciones de circuito cerrado y vídeos realizados en la década de los 70, hasta los trabajos más recientes, y en todas sus obras se exploran los procesos de percepción y de visión en los que se basan las particulares características de la imagen electrónica y después digital.

Desde el CAAC explican que el visitante entra en un lugar donde vivir una experiencia, donde participar y arriesgar algo de su propia imagen; sin la intervención del espectador la obra no se activa, no tiene lugar. Gracias al directo, los dispositivos "interactivos" de la década de 1970 forman diferentes enigmas en los que los dobles de uno mismo no coinciden nunca, en los que la relación con la propia imagen es siempre problemática.

A partir de 1978, Peter Campus decidió dedicarse a la fotografía. A partir de entonces, su taller será la naturaleza. Cuando vuelve al vídeo en 1996, se encuentra con el medio digital, con equipos mucho más ligeros. Sus obras cobran un carácter íntimo y poético, aunque siguen siendo experimentales.

En 2007, el artista decidió realizar "videografías" --planos fijos sin montaje-- de los paisajes de Long Island que le son familiares. Trabajó entonces durante varios años con el formato digital de las imágenes, de forma que al tratar los píxeles en movimiento les confiere un cierto grado de abstracción que compromete al espectador en un nuevo ejercicio de percepción e interpretación.

Su intensa relación con el lugar elegido y su atención a la luz, al color y al marco, alcanzan su máxima expresión en su obra más reciente, realizada para esta exposición. Rodada en ultra alta definición (4K) en un enclave natural, la mirada del visitante interactúa aquí con la sensibilidad y la emoción de otro, del artista.

"EL VÍDEO NUNCA ME ABANDONÓ"

Peter Campus afirma que "El vídeo nunca me abandonó", que es su medio, mientras que la comisaria de la muestra, Anne-Marie Duguet, señala que "a menudo se destaca con asombro y admiración que las instalaciones de Peter Campus consiguen crear una experiencia perturbadora con pocos medios". "Que nadie se lleve a engaño: no hay nada simple en esto. La fuerza de la experiencia vivida es el resultado de un ajuste complejo minuciosamente calculado. Por diferentes motivos, estas obras no circulan con tanta facilidad como los vídeos por los que se suele conocer en la actualidad el trabajo de este artista", apostilla la comisaria.

La primera parte de la exposición está dedicada a las obras de vídeo del artista de los años 70 con una selección de cinco instalaciones de circuito cerrado, una proyección de vídeo, y casi todos los vídeos producidos por Peter Campus entre 1971 y 1976. Esta sección termina con la proyección en vídeo de la cabeza de un hombre, que, inmóvil, mira directamente al visitante. Esta pieza puede ser simbólica de una especie de bloqueo, un agotamiento de posibilidades. 'Head of a Man with Death on His Mind' --'Cabeza de un hombre que piensa en la muerte'--, 1977-78, fue el último trabajo de vídeo de Campus hasta 1996.

La segunda parte de la exposición reúne una selección de 13 obras, incluyendo fotografías y piezas de vídeo digital. El trabajo fotográfico marca una nueva era y nuevas preocupaciones para el artista, y a partir de ahora ni el artista ni el visitante aparecen como el sujeto de la imagen.

Entre la pequeña y oscura habitación donde se proyectan fotografías de piedras excesivamente ampliadas sobre las paredes --'Murmur' ('Murmullo'), 'Transient' ('Pasajero'), 'Inside out' ('Del revés') y 'Half-life' ('Semivida'), 1987--, y en la inmensa sala negra con las proyecciones de vídeo 4K del puerto de Pornic que componen la obra 'Convergence d'images vers le port' --'Convergencia de imágenes hacia el puerto'--, 2016, obra especialmente creada para la exposición en el Jeu de Paume, se invita al visitante a entrar en la esfera digital con varios vídeos denominados por Campus "videografías" en referencia a la fotografía.

Dos de ellos apuntan a la abstracción --'A wave' ('Una ola'), 2009, y 'Barn at northfork' ('Granero de northfork'), 2010, pues, en ellos, los paisajes, puertos y playas de Long Island son transformados en abstractos a través de la descomposición en pequeños elementos, los pixels.

En los otros tres, utiliza un plano secuencia fijo que concentra la atención en el movimiento interno de las cosas y visibiliza eventos ordinarios ínfimos, perceptibles sólo en el tiempo y comprometen al visitante en un ejercicio de observación.

En esta exposición se incluyen además cuatro obras que no fueron mostradas en París y que se han añadido a la muestra del CAAC; una de ellas, 'La jetée', de 2017, es el último vídeo realizado por Peter Campus.