Apuesta por "continuar formando parte de un proyecto común" en España, si bien advierte de que "el actual no sirve"
BILBAO, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
La diputada de Podemos por Gipuzkoa y candidata a Secretaría General de la formación en Euskadi, Nagua Alba, cree que "existe una posibilidad real de constituir un gobierno de cambio" en España. Además, considera "absolutamente imposible" un acuerdo de PSOE con Podemos y Ciudadanos, no porque su partido "ponga ninguna línea roja", sino porque no tienen "absolutamente nada que ver" en cuestiones económicas con la formaciçon naranja.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Alba ha asegurado que en su formación son "profundamente positivos" respecto a la posibilidad de que se logre un acuerdo para conformar el nuevo Ejecutivo y, tras explicar que "ayer se avanzó mucho", ha afirmado que "existe una posibilidad real de construir un gobierno del cambio".
"Creemos que está al alcance de la mano", ha manifestado la diputada por Gipuzkoa, que ha señalado que "no es posible" que el PSOE pueda cerrar un acuerdo de gobierno con Ciudadanos por "cuestión de pura matemática", ya que solo "podrían llegar a un acuerdo de investidura para un gobierno de 90 diputados", con lo que "sería bastante débil e inestable". Por su parte, ha añadido que Podemos propone "un gobierno fuerte y estable".
En cualquier caso, ha asegurado que Podemos "en ningún caso puso un veto" a Ciudadanos y ha insistido en que el PSOE "le toca elegir" entre la opción "continuista" para "seguir por el mismo camino por el que el PP nos ha traído a la ruina, pactando con el PP o con Ciudadanos", o la opción de "un gobierno de cambio, de profundización democrática que rompa ese camino y empiece a poner por delante las necesidades de la ciudadanía".
A su entender, "es absolutamente imposible" un pacto simultáneo con Ciudadanos y con Podemos, "no porque pongamos ninguna línea roja", sino porque "en cuestiones económicas no tenemos absolutamente nada que ver".
Preguntada por la posibilidad de que Podemos pueda apoyar un gobierno en el que no esté presente, ha indicado que, "más si estamos o no estamos, habría qué ver qué tipo de gobierno y qué proyecto de futuro se plantea". Según ha apuntado, "si es un proyecto de cambio y de profundización democrática que acabe con la corrupción y apueste por el empleo, quizá podríamos valorarlo".
De cualquier modo, ha advertido de que el PSOE, en "numerosísimas ocasiones, durante la campaña o cuando estaba en la oposición, se ha comprometido a unas cosas y, luego, en el momento en que llega al gobierno, flaquea y contradice lo que había dicho".
Por ello, ha afirmado que Podemos debería estar en el Gobierno por "una cuestión de garantías", además de "por una cuestión de proporcionalidad", ya que está "avalada prácticamente por el mismo número de votos" que los socialistas.
Alba ha reiterado que no cree que "nadie votase el 20 de diciembre para ir a unas nuevas elecciones", sino para que se constituyese un gobierno que atienda las necesidades de los ciudadanos. En este sentido, ha asegurado que Podemos va a "luchar hasta el último minuto para que se produzca" un gobierno de cambio.
EL PROBLEMA TERRITORIAL
Por otro lado, ha advertido de que en el Estado hay "un problema territorial" que "viene básicamente de que se ha hecho oídos sordos a ciudadanos de muchos sitios", como catalanes y vascos. Por ello, ha apelado a "construir un nuevo proyecto de futuro en el que todo el mundo se sienta cómodo y en el que las distintas identidades nacionales se comprendan, se respeten, se reconozcan y se entiendan como una fortaleza que tenemos y no como una debilidad".
En relación a la posibilidad de plantear también en Euskadi un referéndum, ha manifestado que, "en cualquier lugar, si hay una necesidad de que se pregunte y si hay una mayoría que quiere responder, por supuesto que hay que plantearlo".
Por su parte, Podemos apuesta por "continuar formando parte de un proyecto común", si bien considera que "el actual no sirve porque no todo el mundo se siente cómodo dentro de él".
A su entender, primero debe ser "la ciudadanía quien tome la decisión sobre su futuro y después ya se irá concretando el modelo en el que mejor nos sentimos y que mejor nos sirve". "Eso sí, es indispensable que todas las identidades se reconozcan", ha manifestado.
