Ayuntamiento de Vitoria homenajea a víctimas y familiares de los sucesos de Vitoria, que piden que su reconocimiento sea "efectivo"
VITORIA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), ha pedido para los cinco trabajadores muertos por disparos de la policía el 3 de marzo de 1976 y para sus familiares "un reconocimiento" por parte del Estado, "como principal responsable de las fuerzas de seguridad", porque "es de justicia" y permitiría "avanzar para conformar una sociedad que garantice la coexistencia pacífica".
El Ayuntamiento de Vitoria ha ofrecido este jueves una recepción oficial a los familiares de los cinco trabajadores que murieron el 3 de marzo de 1976 en la capital alavesa por disparos de la policía, cuando miles de trabajadores de varias empresas de Vitoria que llevaban meses en huelga estaban celebrando una asamblea en la iglesia San Francisco de Asís.
Al acto han asistido todos los partidos de la corporación, el diputado general de Álava, Ramiro González, y la directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno Vasco, Monika Hernando.
También han estado presentes las familias de Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo y de Bienvenido Pereda, que han recibido, 40 años después, unas placas personalizadas en las que Vitoria les traslada su solidaridad.
Las familias y las víctimas de los sucesos del 3 de marzo en Vitoria han agradecido el reconocimiento por parte de las instituciones, partidos, sindicatos y de la sociedad vasca, pero han demandado más pasos a la política y al Gobierno central para que su reconocimiento sea "efectivo".
Urtaran ha recordado que aquella "masacre indiscriminada e injustificada" acabó con la vida de "inocentes que luchaban por un mundo mejor y más justo para todos". "El 3 de marzo es una fecha muy señalada en Vitoria", ha dicho, para asegurar que "siempre estará en la memoria y en el corazón de todos los gazteitarras aquel cruel suceso que acabó con la vida de cinco vitorianos".
En su opinión, "desde entonces, la ciudad, y, sobre todo, la sociedad vitoriana ha rendido homenaje a las cinco víctimas, y les ha mostrado su cercanía, su cariño y su solidaridad, y, por ello, su reconocimiento". En ese sentido, ha considerado que "ahora es el momento, 40 años después, de que el Estado como principal responsable de las fuerzas de seguridad, también en el año 76, muestre su cercanía, su cariño, su solidaridad y también un reconocimiento a estas víctimas y a sus familias".
Para el alcalde de Vitoria, "es de justicia" que se produzca ese reconocimiento por parte del Estado porque, de esta manera, "podremos avanzar para conformar una sociedad más justa, más solidaria, que viva en paz y que garantice la coexistencia pacífica".
Urtaran ha insistido en que "la ciudad de Vitoria ha mostrado su solidaridad y su cercanía con las víctimas del 3 de marzo, la sociedad sí ha hecho el ejercicio y ahora le hace falta a la política hacerlo". Según ha afirmado, en este caso el Estado "tiene un papel fundamental como se ha hecho en otros lugares".
En ese sentido, ha recordado cómo el exprimer ministro británico Tony Blair "al principio y después David Cameron" hicieron una investigación sobre los 14 manifestantes muertos a tiros por el Ejército británico en el conocido como 'Domingo Sangriento' en Irlanda del Norte en enero de 1972 y "depuraron responsabilidades, pidieron perdón a las víctimas y las reconocieron como tales".
"De la misma forma que lo ha hecho David Cameron, lo puede hacer aquí cualquier presidente del Estado español", ha considerado el alcalde de Vitoria.
Tras la recepción en el Ayuntamiento, las víctimas han sido homenajeadas en el barrio Zaramaga, donde las autoridades locales, los sindicatos y los partidos han depositado flores en el monolito. En este acto ha participado también el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández.
Desde el sindicato ESK, Ignacio Funes ha agradecido la presencia de responsables institucionales y de organizaciones sindicales en el acto de homenaje, y ha asegurado que, "40 años después, ha sido muy difícil llegar a la fecha de hoy con esta sensibilización, pero ha sido posible fundamentalmente, por no decir exclusivamente, por la tozudez de pequeños colectivos y organizaciones sindicales que en los años 80, en situaciones muy difíciles, fuimos capaces de decir que el 3 de marzo era una fecha muy especial que no se podía subsumir en otras fechas".
"Había que seguir manteniendo la movilización y la memoria y fueron años duros donde el homenaje del 3 de marzo fue, no voy a decir tan reprimido como los propios hechos del 3 de marzo de 1975, pero en los años 80, 81, y 82 las manifestaciones de homenaje fueron reprimidas también por la policía", ha denunciado.
Según han lamentado desde ESK, organizaciones sindicales "más significativas que lo que somos un pequeño sindicato como ESK, dejaron de convocar esta fecha y nos alegramos de que hoy vuelvan acordarse de esta fecha y vuelvan a estar aquí".
Tras rendir su homenaje a los cinco trabajadores muertos y "a los dos que murieron en días posteriores", desde ESK han asegurado que su voluntad es "mantenerse en la lucha y seguir trabajando por lo objetivos que ellos lucharon y defendieron".
"Ese es el compromiso que hoy venimos a reafirmar aquí, en este sitio emblemático que, además, ayudamos a construir, porque no este monumento no es un monumento oficial, es un monumento que erigieron trabajadores utilizando la noche y, sobre todo, el cemento rápido para que no lo pudiesen tirar", han destacado desde ESK, en referencia al monolito que recuerda a las víctimas del 3 de marzo.
"CUESTIÓN OBRERA, PROBLEMA POLÍTICO"
Por su parte, el secretario general de CC.OO. Euskadi, Unai Sordo, que ha participado también en el homenaje, ha dicho que estas personas fueron asesinadas "porque se determinó políticamente que el problema obrero, la cuestión obrera, era un problema político, y se abordó con la brutalidad que en aquellos tiempos en este país se abordaban los problemas políticos".
Sordo ha pedido "verdad, esclarecimiento de lo que ocurrió, justicia y reparación a las víctimas, a los compañeros y a los descendientes de aquellos compañeros".
Asimismo, ha advertido de que el franquismo "no se terminó porque una élite política determinara que se tenía que acabar", sino porque "el sistema se rompió por las costuras, y quien hizo que se rompiera por las costuras fue el movimiento obrero, fue la acción organizada de trabajadores que, poniendo en riesgo su vida y su libertad, hicieron que el sistema se viniera abajo".
Por ello, ha pedido también "un reconocimiento a estos compañeros, a otros compañeros y compañeras que fueron torturados, asesinados y que fueron perseguidos simplemente por representar a los trabajadores, por reivindicar sus derechos en el ámbito de sus empresas".
Desde CC.OO. Euskadi ha trasladado "un sentido reconocimiento a todas aquellas personas que, de alguna manera, fueron las precursoras e hicieron posible que después consiguiéramos un cuadro de derechos laborales y sociales".
Tras reiterar su petición de "esclarecimiento y reconocimiento" por parte de las instituciones de los hechos ocurridos el 3 de marzo, Sordo ha considerado que "hoy es una fecha muy señalada en la historia de Euskadi, en la historia del movimiento obrero en Euskadi, y, por ello, mostramos todo nuestro reconocimiento a todas aquellas personas que en aquellos años lucharon contra una dictadura fascista, que asesinó a obreros para mantener privilegios y mantener un sistema caduco y fascistoide".
